Medellín celebró la tercera edición del Festival Miradas

Más de 140 actividades, entre obras audiovisuales y formación con talleres, laboratorios, conversatorios, fue el marco que engalanó la agenda de la tercera edición de Miradas Medellín, Festival de Cine y Artes Audiovisuales. 

Así, en cinco días (22 al 26 de noviembre) la oferta programática del evento cinematográfico hizo visible la diversidad cultural latinoamericana lo que sirvió de plataforma para impulsar las redes para la expansión del cine local.

“Esta tercera edición vino con ese cine latinoamericano, gracias a una convocatoria que a través del año nos fue entregando procesos documentales cortos. Tuvimos la muestra de películas que se estrenaron en el último año en Colombia; y de países invitados como Argentina, Chile, México, Ecuador. Sin duda fue una apuesta muy importante a ese tipo de audiovisual expandido”, destacó el secretario de Cultura Ciudadana, Álvaro Narváez Díaz. 

Para esta tercera edición, el equipo del festival lanzó diferentes llamados; así entre marzo y mayo se recibieron cortometrajes, largometrajes y videoclips de Latinoamérica. Luego, entre julio y agosto, hubo una convocatoria local para propuestas de formación y obras de audiovisual expandido, aquellas que usan formatos no tradicionales de la imagen en movimiento. Y, finalmente, entre septiembre y octubre, una invitación para agentes del sector audiovisual, estudiantes y periodistas a participar del evento. Paralelamente, el equipo, en cabeza de sus curadores, revisó las propuestas y seleccionó una gama de obras que conformaron el crisol del festival. 

“La programación de 2023 tuvo una línea de formación con talleres para la cualificación del sector, así como conversatorios con invitados, y se complementó con actividades de industria para el fomento de nuevos proyectos y, sobre todo, tuvo fuerza la oferta cinematográfica y audiovisual, con obras terminadas de Medellín, Colombia y latinoamérica, donde se destacaron las selecciones oficiales”, señaló el secretario Narváez Díaz.

En el caso de la Selección Oficial de Largometrajes latinoamericanos, el festival contó con obras de industrias con tradición como de Argentina, México y Brasil, y otras que han crecido en los últimos años como Paraguay y Ecuador. 

Además, en cartelera se exhibieron películas que buscaron reflexionar sobre la familia en contextos surreales e inesperados como “El castillo” de Martín Benchimol, “El eco” de Tatiana Huezo, “La piel pulpo” de Ana Cristina Barragán, y “Tótem” de Lila Avilés. También el público experimentó largometrajes con una mirada crítica y política a los fenómenos de migración en el continente con muestras como  “The buriti flower”, “Tokshua”, “Guapo” y “Tres tristes tigres”.  

“Algo muy especial este año en el festival fue la apertura de una sección de cine universitario, con cortometrajes de jóvenes que están estudiando en la escuela y que vienen haciendo obras y que sentimos que Miradas Medellín fue el espacio ideal para conversar, para reflexionar y especialmente para visibilizar ese cine más joven del país y que en muy poco tiempo se seguirá construyendo desde diferentes formas”, señaló Juan David Mejía, director Artístico de Miradas, Medellín.

En el caso de los largometrajes colombianos, fueron ocho películas las que mostraron un panorama del último año de la cinematografía nacional. Se trató de obras diversas, realizadas desde lugares y ciudades diferentes, que han sobresalido en festivales internacionales y nacionales, y que ha favorecido nuevas voces de autores o miradas de directoras consolidadas. 

Se destacaron desde Medellín “Amando a Martha” de Daniela López, “Las buenas costumbres” de Santiago León  y “Anhell 69” de Theo Montoya. Además, “El otro hijo” de Juan Sebastián Quebrada, fue estreno comercial, y “El rojo más puro”. La tanda se completó con “Mudos testigos”, la obra póstuma de Luis Ospina en codirección con el paisa Jerónimo Atehortúa, “Puentes en el mar” de Patricia Ayala, “Transfariana” de Joris Lachaise y “La bonga” de Canela Reyes y Sebastián Pinzón.

Además, fueron rodados cortometrajes nacionales e internacionales, videoclips y muestras especiales de memoria y conflicto, crisis climática, y cine del Caribe y Centroamérica. De este último llegaron invitados especiales como el costarricense Ariel Escalante, con su segundo largometraje “Domingo y la niebla” y la directora nicaragüense Laura Baumeister, que presentó “La hija de todas las rabias” y fue jurado de la selección oficial de largometrajes. 

“Fue un festival del cine y de las artes visuales de Medellín que acercó a las personas, al séptimo arte, a su manera de hacerlo y lo expandió a todo el Valle de Aburrá. Con esta tercera edición fue el escenario para conversar y conocer las películas que se han hecho a lo largo de este año y se puso en diálogo todos los pensamientos y los tratamientos que quisimos y las expectativas que tuvimos los jóvenes y las personas en general sobre el cine”, precisó la jurado joven del festival, Sofía Echeverry.

Miradas Medellín contó con actividades programadas con entrada libre en diferentes escenarios de la ciudad, incluido el Museo de Arte Moderno de Medellín, el Centro Colombo Americano, equipamientos culturales y el Parque de los deseos de la Fundación EPM.