Mi libro favorito: 'Bright lights, Big City'

Hay libros que admiro más, claro. Pero varios ocupan un lugar especial en mi alma de escritor, y son los que me hubiera gustado escribir. Y, aparte de los más obvios e imposibles, está Bright lights, Big City de Jay McInerney. 

Lo releo a menudo. Y cada vez me sorprende la escritura. No le falta ni le sobra una coma. Y es asombroso, pues el autor tenía 29 años cuando lo publicó. 

Es una novela divertida. Rara vez me río en voz alta leyendo un libro, pero éste siempre me arranca carcajadas. Y lo más envidiable es la prosa, apretada y concisa sin ser árida o seca. 

Resalto el recurso narrativo. Si Kafka fue audaz bautizando a su protagonista con una sola letra, “K”, McInerney va más allá. Aquí el personaje es la segunda persona “Tú”. Pero en vez de fatigar, el recurso deleita. 

El protagonista, quien trabaja revisando datos en una revista literaria, ha sufrido una pena amorosa que lo lleva a la crisis existencial. Y su descenso hasta lograr la catarsis es genial. 

McInerney conoce la calle, las drogas y la frivolidad de los clubes de NY. Pero más que nada conoce la condición humana. Y tanto lo cómico como lo trágico. 

Recomiendo esta novela de todo corazón.