Recordar es creer: las veces que Millonarios bailó a los grandes de Brasil

Crédito: Créditos: Colprensa

1 Abril 2024

Recordar es creer: las veces que Millonarios bailó a los grandes de Brasil

Para calentar el debut de Copa Libertadores de Millonarios, contra el todo poderoso Flamengo, Cambio desempolva estas noche felices, de luna llena, en las que el ballet azul le dio un baile a los grandes de Brasil.

Por: Juan Francisco García

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

El 2 de abril, a las cinco de la tarde, el equipo más caro del continente saltará al Campín. El que ha ganado dos de las últimas cinco copas Libertadores y ha sido finalista en tres. El equipo que dirige Tite, el exseleccionador de la mayores de Brasil, y en el que juegan De Arrascaeta, Pedro, De la Cruz, Everton, Agustín Rossi, Varela, Wesley, David Luiz. El plantel de los 164 millones de euros. El todo lo puedo Flamengo. La más fea del baile: el primer rival de Millonarios. 

Pero no todo está perdido. Si los hinchas de Millonarios revisan el archivo contra los grandes de Brasil se acordarán de los gritos secos, la adrenalina, las lágrimas, del sabor de creer. Y ganar.  

Morumbi Zapata (Cuartos de final Copa Sudamericana 2007) 

No era cualquier Sao Paulo. Ningún elefante herido. Miranda, Hernanes, Rogerio Ceni, Diego Tardelli. No fue en una plaza anodina: era el mítico Morumbí. Perder, para el Sao Paulo, sería un fracaso total. 

Por eso el local empujó desde el inicio hasta el final.  Blandón, el arquero de Millonarios, salió figura. Fue una noche inolvidable para los hinchas azules: Bedoya, Estrada, Juan Carlos Quintero, Mosquera, Rafael Robayo, el paraguayo Villarraga y todos los gregarios que esa noche copera aguantaron con el arco en ceros hasta el minuto 84. 

Minuto 84: el punto en el espacio y el tiempo de la cabalgata más famosa en la historia azul.

Luis Eduardo Zapata que rompe al espacio desde antes de la mitad de cancha y persigue, como un perro, la pelota englobada, perfecta, de su número 10. Zapata, ese que los más cándidos llaman “carroloco” y los más ácidos troncazo, entra en el último cuarto, con ventaja, para mirarse de frente con Juan Carlos Henao, guardián del Morumbí. El lateral insumiso, por estos minutos, abre el brazo y le niega la cercanía al defensa de Brasil. 

"¡Inmortalízate!", le grita el narrador, colérico de tanta felicidad. Zapata responde y muta, cambia de nombre y de ámbito: desde entonces, para siempre, su nombre será Morumbí.  

En Bogotá la inercia de la cabalgata hizo efecto y Millonarios ganó 2-0. Recordar es creer. 
 

Baile a Palmeiras (octavos de final Copa Sudamericana 2012) 

En el ya olvidado estadio Paléstra Italia, un Palmeiras que estaba en zona de descenso en la liga local, se frotó las manos con el 3 a 1 del resultado final. Aunque Millonarios dio ventajas defensivas prohibidas contra los equipos brasileros, al final, con valentía y arrojo, alcanzó a soñar con el empate. Pero en el ocaso del partido Pedro Franco regaló el balón atrás y selló la derrota. 

En Bogotá, por haber logrado gol de visitante, el negocio de la clasificación se escribía fácil: dos goles a favor y mantener el arco en cero. Sí: habría que darle espacios a Luan, Obinha y el Mago Valdivia. 

Los de Hernán Torres supieron cumplir. Con un partidazo de Lewis Ochoa, Mayer y Otálvaro, y con un Wason hambriento y letal, el relato terminó en un 3-0 que al final se sazonó con el ole ole de las graderías, pletóricas y altivas. “Y qué venga el siguiente, sea quien sea, este es el famoso Millonarios”. 

 

Milagro contra Gremio (cuartos de final Copa Sudamericana 2012) 

A diferencia del resquebrajado Palmeiras, a Millonarios lo esperaba en Portoalegre un Gremio rebosante en experiencia y calidad. Ze Roberto, Elano, Gilberto Silva, Fernando, Kléber, André Lima, Moreno Martins: futbolistas a los que no dan ganas de enfrentar. 

A pesar de hacer un partido solidario y fiero –juicioso dirían los amantes de las líneas juntas, bien atrás– Gremio dejó los puntos en casa con un gol de Marcos Antonio a tiro de esquina. El 1-0, en el papel, pudo parecer estrecho e igualado; pero gracias al gol (doble) de visitante, Gremio lo celebró con las vísceras, pues de hacer un gol en Bogotá, Millonarios tendría que golearlo para clasificar. 

Antes del minuto 15, después de un rebote infame en un tiro libre, Werley puso el 1-0 para Gremio, que “empezó a saborear la clasificación” según el comentarista local. 

Todo fue nervios y empuje hasta que faltando 30 minutos, con un gol de banderita de Cosme, el vendaval se desató: el Ballet Azul. Unos 20 minutos después, ya con el reloj envenenado, Wason puso el 2 a 1 con un cabezazo elegante y letal. Con el tiempo cumplido, al 92, el árbitro señaló el punto penal. ¿Quién lo pidió? Wason Rentería. Ídolo del Internacional de Portoalegre, acérrimo rival de Gremio. Ídolo, desde entonces, de Millonarios F.C. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí