El Banco Mundial rebaja la proyección de crecimiento para Colombia

El Banco Mundial proyecta queel PIB regional se expandirá un 1,6 por ciento en 2024, 2,7 por ciento en 2025 y 2,6 por ciento en 2026.

Crédito: Reuters

10 Abril 2024

El Banco Mundial rebaja la proyección de crecimiento para Colombia

El organismo internacional presentó su informe económico regional para América Latina y el Caribe. Revisó la proyección del PIB de Colombia y de los países de la región y aseguró que la región enfrente problemas en temas de competitividad que limitan su potencial de crecimiento.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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El Banco Mundial presentó una nueva edición de su informe económico regional para América Latina y el Caribe. En el documento, enfocado en los retos en competitividad que tiene la región para crecer, la entidad internacional rebajó la proyección de crecimiento para Colombia. 

El Banco Mundial proyecta que el producto interno bruto (PIB) colombiano crecerá 1,3 por ciento en 2024, un recorte de medio punto porcentual (0,5 puntos porcentuales) frente al pronóstico que entregó la entidad en enero, cuando estimaba un crecimiento de 1,8 por ciento para el país este año. 

Esta proyección es inferior a la de otros países de la región con economías similares como Brasil (1,7 por ciento), México (2,3 por ciento), Perú (2,7 por ciento) y Uruguay (3,2 por ciento).

Durante la presentación del informe, el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, William Maloney, aseguró que en el caso colombiano, si bien se espera una dinámica lenta para este año, se prevé que se recuperé el crecimiento en los próximos años. En las estimaciones del Banco Mundial está que la economía colombiana crecerá 3,2 por ciento en 2025 y 3,1 por ciento en 2026. 

¿Qué le espera a América Latina? 

El Banco Mundial prevé que el PIB regional se expandirá un 1,6 por ciento en 2024, 2,7 por ciento en 2025 y 2,6 por ciento en 2026. La entidad internacional asegura que estas son las tasas más bajas comparadas con a las de las demás regiones del mundo y que son “insuficientes para impulsar la prosperidad”. 

Entre las razones para estas bajas tasas de crecimiento está los bajos niveles de inversión y consumo interno, las altas tasas de interés y los elevados déficits fiscales. La región también se ha visto afectada por la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre en relación con las perspectivas de crecimiento de socios comerciales importantes como son Estados Unidos, China y Europa. 

En el escenario global, las tensiones geopolíticas, interrupciones en el transporte a través del canal de Suez y el fenómeno de El Niño son riesgos que podrían complicar aún más la situación económica y reducir las posibilidades de crecimiento de las economías de América Latina y el Caribe. 

El informe reconoce que la región ha avanzado de manera lenta, pero consistente en solucionar los desequilibrios que generó la pandemia, en un entorno internacional que apenas comienza a mostrar señales de estabilización. A la par, la inflación ha venido cediendo en la mayoría de los países y los bancos centrales han comenzado un proceso de corrección en sus tasas de interés. 

Sin embargo, según Maloney, a medida que el impacto de la pandemia ha ido retrocediendo, las tasas de crecimiento de la región han retornado a los niveles que tenían en la década de 2010. “Esto muestra que la región no ha abordado los problemas persistentes que bloquean su potencial, incluidos los bajos niveles de educación, infraestructura deficiente y altos costos de inversión, que también alimentan el descontento social”, indicó. 

Además, el informe reconoce que la región enfrenta dos grandes problemas hacia el futuro: por un lado, la fuerza laboral se está envejeciendo, lo que se traduce en desafíos adicionales para el crecimiento, la estabilidad fiscal de las naciones y las mismas familias. Por otro lado, la situación de violencia e inseguridad se ha acrecentado, y está afectando la atracción de inversiones. 

“Cuando se piensa en atraer inversiones, y desde el Gobierno se plantea una estrategia para reducir la dependencia del petróleo y el gas, se debe mirar qué otro tipo de exportaciones se pueden impulsar. Colombia tiene salida a dos océanos, con puertos en el Atlántico y el Pacífico. Hay oportunidades para lograr algo de nearshoring y el país debe aprovechar eso”, aseguró Maloney durante la presentación del informe. 

El Banco Mundial concluyó que en la región hay una ausencia marcada de competencia, lo que limita los niveles de crecimiento, pues en un entorno poco competitivo los consumidores resultan pagando precios más altos por bienes y servicios de menor calidad. Esto se traduce en la reducción del bienestar de las personas y en niveles de desigualdad más altos. 

“Incrementar la competencia que enfrentan las empresas de América Latina y el Caribe puede estimular el crecimiento y mejorar el bienestar. La competencia generada por la importación de bienes de bajo costo puede ayudar a elevar la calidad de vida de las familias a lo largo del espectro de ingreso”, puntualizó el informe. 

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