Colombia se está envejeciendo: ¿Cómo puede la economía capitalizar los cambios demográficos?

Entre 2016 y 2020, la tasa de crecimiento poblacional se incrementó por encima de un punto porcentual debido a la migración venezolana.

29 Septiembre 2023

Colombia se está envejeciendo: ¿Cómo puede la economía capitalizar los cambios demográficos?

Menos nacimientos, más expectativa de vida y una abundante migración venezolana son algunos de los cambios en la población que experimenta Colombia. ¿Cómo aprovecharlos?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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En los últimos años Colombia ha visto una serie de cambios en su demografía: se han registrado menos nacimientos, una mayor esperanza de vida y un importante proceso migratorio proveniente de Venezuela, lo cual tiene incidencia en la economía del país. 

La población en Colombia sigue creciendo, pero cada vez a un menor ritmo. Las estadísticas del Dane estiman que para 2023 hay alrededor de 52 millones de personas, de los cuales 25 millones son hombres y 27 millones mujeres. La mayoría de la población (76 por ciento) vive en las ciudades y municipios, mientras que 24 por ciento de las personas viven en el campo. 

En la última década el país ha experimentado choques que han incidido en la manera en que está conformada la población

En días pasados, la directora del Dane, Piedad Urdinola, explicaba que la tendencia de crecimiento poblacional se ha desacelerado. Sin embargo, entre 2016 y 2020, la tasa de crecimiento poblacional se incrementó por encima de un punto porcentual debido al periodo de coyuntura migratoria internacional proveniente de Venezuela. 

La otra cara de la moneda, entre 2020 y 2021, fue la caída en la población como consecuencia del incremento de muertes por la pandemia de covid-19

Para este año la estimación en el crecimiento poblacional que tiene la entidad es de 1 por ciento, menos de la mitad que mostraba el país en 2019, y desde 2025 la expectativa es que la tasa de crecimiento de la población se mantenga por debajo de 1 por ciento debido a dos factores: una mayor emigración de colombianos y una menor fecundidad. 

¿Nos estamos envejeciendo en Colombia? 

En el marco de las discusiones de la reforma personal uno de los argumentos que se ha puesto sobre la mesa es el envejecimiento de la población: una mayor esperanza de vida y una menor proporción de personas en edad de trabajar, lo que generará mayores necesidades de gasto y de financiamiento para el país. 

La esperanza de vida en Colombia está en 77 años aproximadamente, pero las estadísticas apuntan a que en 2051 será de 83 años. “Esto implica retos para el país en términos de envejecimiento digno, cobertura en salud, atención integral, acceso a pensión, entre otros”, comentó Piedad Urdinola, la directora del Dane hace unas semanas durante la celebración del Día Mundial de la Población. 

A esto se suman los cambios en materia de fecundidad. En la década de los 60 las mujeres tenían en promedio seis hijos en Colombia, en 2010 la relación era dos hijos por mujer, y para 2022 la estadística era 1,7 hijos por mujer. 

Las cifras de nacimientos en Colombia, justamente, se actualizaron en los últimos días. En el primer semestre de 2023 nacieron  297.756 bebés, 30.462 menos en comparación con los 328.218 nacimientos que se registraron entre enero y junio de 2022. Es decir, la cifra de nacimientos cayó 9,3 por ciento en el primer semestre. 

De acuerdo con Urdinola, en los últimos cuatro años en Colombia se ha venido observando un comportamiento descendente en el número de nacimientos en Colombia, pero se habían mantenido por encima de los 300.000. “Estos datos son una acentuación en la caída de la fecundidad que hemos reportado en el país desde después de la pandemia”, aseguró la directora del Dane. 

El bono demográfico, una oportunidad para Colombia

“La historia mundial ha mostrado cómo los países experimentan fases de transición demográfica, pasando de altos niveles de fecundidad y mortalidad hacia bajos niveles de ambos, proceso durante el cual la población crece, aumenta la esperanza de vida de las personas y empieza un proceso gradual de envejecimiento”, explica Alejandro Barrera Escobar, profesor de la Universidad de Manizales, magíster en Economía y doctor en Demografía.

De acuerdo con el experto, en ese proceso la pirámide de la población se modifica, de sociedades jóvenes a adultas y posteriormente envejecidas y allí es donde cobra relevancia el concepto de “bono demográfico” y la necesidad de aprovecharlo. 

“El bono demográfico es ese punto en el tiempo de la dinámica donde hay mayor población en edad de trabajar, es decir, mayor potencial de personas en su ciclo de vida para contribuir al proceso de producción, en relación con la proporción de personas en dependencia económica (menores de 15 años y mayores de 60 o 65 años) que por su edad no hacen parte de la población en edad a trabajar”, asegura Barrera. 

El aprovechamiento del bono demográfico, según el experto, implica comprender que en un estado avanzando de tránsito hacia una población envejecida se vuelve urgente optimizar esa población en edad de trabajar actual para actividades económicas y sociales. 

“Eso requiere esfuerzos de corto plazo en incrementar sus conocimientos y competencias para una mayor productividad, buscando un mejoramiento en sus condiciones laborales y de niveles de ingreso”, indica Barrera. 

El cálculo que hace el Dane para Colombia es que entre 2023 y hasta 2047 el país estará en la última etapa del bono demográfico, y desde 2048 entrará en un proceso que los estadísticas llaman “impuesto demográfico”, cuando empieza a reducirse la población potencialmente activa, aumenta el envejecimiento poblacional y asimismo la relación de dependencia entre estas. 

Otra de las claves en el aprovechamiento de ese bono demográfico está en la población migrante. Natalia Durán Valbuena, politóloga y maestra en Estudios para el Desarrollo y gerente de Políticas en Innovations for Poverty Action destaca que la población migrante venezolana que ha llegado al país es principalmente población en edad económicamente activa que puede aportar a la economía colombiana

“Aunque muchas veces se habla de los retos de la migración a los países de destino, esta también puede ser entendida como un factor de desarrollo y puede ser vista como una oportunidad. El Banco Mundial, en 2023, dedicó su informe sobre desarrollo mundial a la migración y se resalta que los cambios demográficos están generando una competencia mundial por los trabajadores y el talento”, reconoce la experta. 

Para Durán, el reto que ha tenido Colombia está en cómo lograr que ese aporte positivo de la migración se materialice de forma rápida y eficiente, y para ello se hace imperativo agilizar los procesos de legalización. 

“Entre más rápido las personas cuenten con la documentación que les permite laborar formalmente, montar un emprendimiento, acceder al sistema financiero, convalidar sus títulos profesionales y certificar competencias, podremos tener un mejor impacto en el país”, indica la economista. 

El reto que tiene el país en las próximas tres décadas está en sacar el mayor provecho de la coyuntura demográfica que se está presentando, y balancear las fuerzas entre una menor fecundidad y una mayor esperanza de vida y los flujos migratorios que ha venido experimentando en los últimos años y posiblemente siga experimentando en el futuro. 

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