Ricardo Bonilla: “Los créditos con el FMI son como la tarjeta de crédito, hay que tenerlos, pero esperamos no volverlos a usar”

En 1969, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ideó un mecanismo que les permitiera hacer préstamos a todos los países miembros sin comprometer su liquidez por medio de múltiples divisas: los derechos especiales de giro (DEG). 
Los DEG no son una moneda, pero funcionan como un activo de reserva internacional que suple las reservas reales de los países, y en el momento que uno de ellos requiere un crédito, “se convierte” en las diferentes divisas.

En medio de las reuniones anuales que celebran el FMI y el Banco Mundial en Marrakech, Marruecos, el ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, Ricardo Bonilla, conversó con CAMBIO sobre su propuesta de que el FMI tenga en cuenta en su financiamiento, por medio de los DEG, temas como los bonos verdes. 

Bonilla también aseguró que el país está trabajando en reducir su nivel de deuda, y sobre el esfuerzo por no tener que endeudarse más. 

CAMBIO: ¿Cuál es la importancia de estas reuniones para Colombia y qué lugar tiene el país en esta conversación global? 

Ricardo Bonilla: Esta reunión es importante porque se está discutiendo la arquitectura financiera internacional. Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario están buscando nuevos recursos, y este es el momento y la oportunidad para que se alimenten más los fondos para el desarrollo. Además, es la oportunidad para que los derechos especiales de giro puedan tener un cambio en la forma en que se usan y que se destine una porción de ellos a recuperar el medioambiente en los pulmones del mundo. 

Esto es un tema fundamental para los países de Suramérica porque significa recuperar la Amazonia, entendiendo que es el pulmón del mundo y no solo el de Suramérica. 

CAMBIO: ¿Cuál es la propuesta con esos bonos? 

R.B.: En este momento, que se está discutiendo en qué se van a usar los derechos especiales de giro, hemos hablado desde Colombia de que se asigne una posibilidad de dirigir recursos directamente a la recuperación de los pulmones del mundo. No se pueden financiar exclusivamente por América Latina, deben recibir recursos del mundo, y no puede recaer en ocho países de América Latina el recuperar la Amazonia.

CAMBIO: ¿Cómo está el nivel de deuda de Colombia con el Fondo Monetario Internacional? 

R.B.: Colombia solamente ha usado una vez los recursos del Fondo Monetario Internacional, que son recursos que los países utilizan como última instancia. Solamente se ha usado una vez, y el pago de esta deuda está comprometida en los años 2024 y 2025. Los vamos a pagar en cómodas cuotas trimestrales, ya los recursos previstos para el pago de esta deuda están y vamos a seguir adelante. 

Vamos  a  honrar todos los compromisos que existen con el Fondo Monetario, y en esta reunión seguramente vamos a aprobar seguir manteniendo el fondo. Es como tener una tarjeta de crédito, hay que tenerlos, pero esperamos no volverlos a usar. 

CAMBIO: Usted decía hace unos días que Colombia no debería volver a endeudarse. ¿Cuál sería el plan de financiamiento entonces? 

R.B.:  Colombia está tratando de regularizar el monto de la deuda. Vamos hacia la senda de dejar la deuda en 55 por ciento del Producto Interno Bruto. No es una deuda muy alta, pero para las condiciones colombianas es una deuda que está en los límites de la sostenibilidad, y lo que debemos garantizar es dejarla en esta senda: bajar del 61 por ciento, al 55 por ciento, y mantenernos en las condiciones en que podamos pagarla y no que el servicio de la deuda termine dejando a Colombia en malas condiciones. 

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"Colombia solamente ha usado una vez los recursos del Fondo Monetario Internacional, como última instancia. El pago de esta deuda está comprometida en los años 2024 y 2025".

CAMBIO: El Fondo Monetario Internacional actualizó sus proyecciones, y aumentó la expectativa de Colombia a 1,4 por ciento. El Gobierno espera 1,8 por ciento. ¿Cómo recibe esa noticia? 

R.B.:  Es un reconocimiento porque, al comenzar el año, la proyección para el crecimiento de Colombia que tenía el FMI era apenas del 1 por ciento. la de algunas entidades era menor al 1 por ciento. Hoy desde el Gobierno estamos proyectando que podríamos llegar al 1,8 por ciento. Eso es lo que hasta ahora muestran las cifras. El Fondo Monetario nos incrementó a 1,4 por ciento la proyección y también la incrementó para el año 2024, a 2 por ciento.

Es un reconocimiento de que efectivamente se está haciendo la tarea, que es organizar las cuentas, organizar las cifras fiscales y propender por una mejor condición de desarrollo en medio de la desaceleración mundial, porque no es una coyuntura cualquiera, todo el mundo está desacelerado, todo el mundo está mirando las complicaciones que tiene la guerra de Ucrania –ahora también la nueva guerra en el Oriente Medio–, con todas las implicaciones que eso ha tenido para la logística internacional, el control de la inflación y la reducción del crecimiento. 

CAMBIO: El último dato de inflación se ubica en 10,99 por ciento. ¿Está tranquilo con esa cifra? 

R.B.: Eso significa que efectivamente se está haciendo la tarea, se está reduciendo la inflación, no a la velocidad que quisiéramos, porque desafortunadamente recibimos una inflación de alimentos y otros bienes, pero no estaba incorporada la de combustible. Hoy nos toca resolver el tema de combustibles, lo estamos resolviendo, y por eso la inflación no baja al nivel esperado. 

Ya estamos a 10,99 en el acumulador anual. Eso significa que nos quedan tres meses del año y podemos efectivamente terminar en un dígito por debajo de 9 por ciento. Esa es una buena noticia en términos de las decisiones que también se puedan tomar en materia de tasas de interés, porque ya vamos a tener una distancia mayor entre la inflación acumulada y la tasa de interés de intermediación. En este caso estamos en 226 puntos básicos (2,26 puntos porcentuales) de diferencia, y además la inflación básica (sin alimentos), que es la que considera el Banco de la República, está por debajo de 10 por ciento. 

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"Hoy nos toca resolver el tema de combustibles, lo estamos resolviendo, y por eso la inflación no baja al nivel esperado".

CAMBIO: En la última reunión del Banco de la República se mantuvo la tasa de interés quieta, pero la decisión no fue unánime y dos votos pidieron una reducción. ¿Qué debería hacerse? 

R.B.: La expectativa que tenían algunos miembros de la Junta Directiva del Banco era que la inflación de agosto no había sido lo suficientemente sólida en reducción, porque había habido un episodio coyuntural, el incremento de algunos productos de alimentos ocasionados por el derrumbe en la vía al llano y el puente del Casanare. En septiembre lo que se demostró es que sí hay una tendencia continuada a seguir reduciendo la inflación, y que por lo tanto podemos prever que en la reunión del mes de octubre haya un mensaje positivo respecto a las tasas de intermediación. 

CAMBIO: En relación con el precio de los combustibles, en el último mes el Gobierno decidió no subir la gasolina mientras se define la compensación a los taxistas. ¿En qué va eso? 

R.B.: Va en que terminará por definirse en estos días, es simplemente garantizar que los taxistas se inscriban en la plataforma y el Ministerio de Transporte termine de diseñar el mecanismo de difusión de los recursos.

Al precio de la gasolina todavía le faltan tres ajustes, se van a hacer, y después de eso hablaremos del diésel, y vamos a arrancar con una mesa de trabajo con los gremios de transportadores.