"Hay que ser serios. No es guardar agua en baldes y luego desperdiciarla": Camilo Sanchez, presidente de Andesco

Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco).

Crédito: Andesco

8 Abril 2024

"Hay que ser serios. No es guardar agua en baldes y luego desperdiciarla": Camilo Sanchez, presidente de Andesco

El presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), Camilo Sánchez, aseguró en entrevista con CAMBIO que se necesita promover el consumo responsable mientras vuelven las lluvias para evitar más racionamientos. ¿Qué propone el sector para solventar la situación?

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Los servicios públicos aportan alrededor de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional. El sector es uno de los más importantes y en los últimos días se ha convertido en el centro de las conversaciones, ante las amenazas de racionamiento de energía y los cortes programados anunciados en el servicio de acueducto. CAMBIO conversó con Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), quien explicó cómo el sector está manejando la coyuntura derivada del bajo nivel de los embalses por el Fenómeno de El Niño. Según Sánchez, el país debe concentrarse en ahorrar pero también se necesitan otras medidas y fomentar inversiones en el sector. 

CAMBIO: ¿Qué tan grave es la situación hoy con los embalses? 

Camilo Sánchez: Esto es una muerte anunciada, desde hace más de seis meses veníamos diciendo al gobierno nacional que esto podía suceder, entregamos cartas, y hemos dicho que se necesita una campaña de ahorro de energía y agua para atender el Fenómeno de El Niño y para evitar un colapso como el que estamos viendo en Bogotá. 

Podríamos decir que esto no es una sorpresa, sino que no creyeron en lo que el sector alertó. El peor servicio no es el que no se tiene, sino el que se pierde teniéndolo, porque tiene consecuencias económicas y sociales sobre las familias, no solo hoy de Bogotá, sino también en Cundinamarca y ojalá no se extienda a otras zonas del país. 

CAMBIO: ¿Qué se puede hacer para solventar la situación? 

C.S.: Es clave dar incentivos para el ahorro de las personas. En 2016 vimos que la campaña ‘El ahorro paga’ funcionó y disminuimos la demanda de energía en 4,5 por ciento, y esos incentivos que se dieron nos salvaron de un apagón. El incentivo era claro, si disminuye el consumo disminuye el valor también. Hoy estamos reaccionando con políticas tardías cuando se debieron tomar medidas hace cuatro o cinco meses. En agua potable podemos hacer lo propio. Necesitamos tener una campaña masiva para que la gente esté más tranquila y reduzca su consumo. 

CAMBIO: En Bogotá ya se anunciaron restricciones de agua. ¿Cuán efectiva es esta medida? 

C.S.: Es bueno, porque evitamos dolores de cabeza más grandes. Esperamos que llueva y eso seguramente nos va a salvar, pero si hubiéramos hecho la campaña anticipadamente no estaríamos en esta situación. Hay que tener mucho cuidado, y así lo dijo el alcalde Galán. Las personas van a guardar agua para el día de pico y placa de su servicio público, pero se necesita que sean muy conscientes, ahorrar y no desperdiciar, no anticipar el gasto y generar luego un desperdicio masivo

Hay que ser serios y no guardar agua en baldes y luego desperdiciarla. Hay que hacer uso responsable: no lavar los carros, los jardines, las fachadas, ahorrar a la hora del aseo personal y en el lavado. Hay que empezar a bajar el consumo desde ya. 

CAMBIO: ¿Qué pasa si no llegan las lluvias pronto?
 
C.S.:
 Lo cierto es que los embalses están muy bajos. Necesitamos que llueva, y ojalá llueva pronto para que no tengamos más racionamiento en el futuro. Necesitamos lluvia pero en los lugares donde se requiere. 

CAMBIO: ¿Qué porcentaje del consumo de agua se da en las residencias y qué tanto de los comercios y las empresas?

C.S.: Todos tenemos que poner de nuestra parte. Los usuarios residenciales siguen siendo muy importantes a nivel de consumo, es un consumo del día a día y cuando las personas están en casa gastan más. Pero también se necesita un ahorro si la gente va a un centro comercial, o a un restaurante también debe ahorrar. Ojalá hubiésemos empezado antes.

CAMBIO: ¿Cuánto pueden subir las facturas? 

C.S.: En agua ahora no creo que suban las facturas por temas de aumento de la demanda, incluso pueden disminuir con las campañas de ahorro. El incremento que se ha dado en el servicio de acueducto está muy cerca a la inflación. En agua, haciendo este esfuerzo podemos mantener los valores que se están pagando. En el caso de la energía nunca hemos dicho que no pueda haber un apagón, es algo que nadie quiere, pero toca dar la voz de alerta, porque parece que nadie cree que sea una posibilidad y no queremos que pase y no estemos preparados. En electricidad no sería un incremento tan fuerte, pero es mejor no dar porcentajes porque se vuelven parte de la especulación. 

CAMBIO: ¿Qué genera los aumentos en la energía? 

C.S.: Se dan por muchos factores. Este es un mercado de oferta y demanda. La gran mayoría de empresas compran a largo plazo la energía, y una pequeña porción, menos del 20 por ciento, se va a la bolsa y esas son las que quedan descubiertas y tienen el impacto más grande. Hay otras situaciones como la guerra de Ucrania incrementó los costos del gas y la energía. En la costa, cuando se vendió el mercado que era Electricaribe a Afinia y Air-e, se les incorporó un problema y es que las pérdidas en la costa son superiores a 30 por ciento del valor que se incorpora en la tarifa y otro costo que hay en el sector es la opción tarifaria, que se comenzó a cobrar desde noviembre, y es lo que la gente dejó de pagar en la pandemia y se postergó hasta el año anterior. 

Adicionalmente estamos consumiendo más, porque estamos en el momento más caluroso de la historia en los últimos años, en que la temperatura está subiendo entre 2° y 3° y eso genera un mayor consumo de ventiladores y aires acondicionados. Por eso tenemos que hacer una campaña con incentivos.

CAMBIO: ¿Cómo están los indicadores básicos de acceso a servicios públicos? 

C.S.: Somos un ejemplo en Latinoamérica, lo hemos hecho muy bien, desde la ley 142 de 1994, la ley de servicios públicos hemos logrado avances importantes, pero tenemos mucha gente aún sin energía, acueducto y alcantarillado, especialmente en la periferia. En energía estamos en 96,6 por ciento, en gas en 68,6 por ciento de la población, en acueducto en 88,9, en alcantarillado en 75,4 y en aseo en 72,8 por ciento. 

Hay que tener cuidado con los mensajes que manda el gobierno, porque necesitamos inversiones, esta última milla es la más costosa, pero hay que destacar las cifras de Colombia frente a la de otros países. 

CAMBIO: ¿Qué tan amplias son las brechas entre el acceso a servicios públicos en lo rural y lo urbano? 

C.S.: Ese es un problema que radica en la inversión. El país necesita seguridad jurídica para fomentar las inversiones. En energía mientras tenemos un 99 por ciento de cobertura en lo urbano, en lo rural está en 94,2 por ciento. Ese 5,8 por ciento por ciento de diferencia son más de un millón de personas.

En gas en lo urbano la cobertura llega a 84,3 por ciento, pero hay una diferencia muy alta con lo rural, pues la cobertura llega solo a 14,9 por ciento. En acueducto la cobertura está en 97,8 por ciento en lo urbano y en lo rural en 57,6 por ciento. En alcantarillado la cobertura urbana está en 93,2 por ciento contra un 14,8 por ciento en las zonas rurales. En aseo es 98,4 por ciento en lo urbano y 29,8 por ciento en lo rural. 

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