Yohir Akerman
27 Noviembre 2022

Yohir Akerman

Pisando mangueras

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El excandidato presidencial Rodolfo Hernández fuera de deshonesto, vago y descarado, también resultó pirómano y gordofóbico. Y su matoneo le podría salir caro a él, pero también a los santandereanos. Me explico. 

Esta semana se conoció que el exalcalde tendrá que pagar 45 millones de pesos en compensación por insultar a los bomberos de Bucaramanga. Y como el que juega con el fuego puede salir quemado, los insultos a los bomberos podrían terminar siendo un quemón de miles de millones de pesos. 

Empecemos. 

El 11 de marzo de 2019, mientras ejercía como alcalde de Bucaramanga, el autodenominado ingeniero, Rodolfo Hernández, llamó públicamente gordos, barrigones y perezosos a los bomberos de la ciudad, durante una transmisión de su popular programa “Hable con el alcalde”. 

En el video que se transmitió a través de su Facebook Live, aparece conversando con una de sus funcionarias y él, en ese momento, alcalde le dice: “(…) Entonces toca a todos esos bomberos liquidarlos hoy (…) porque son puros gordos. ¿Cómo se sube a una escalera, un gordo de esos (…)?”.

No paró ahí. En medio de la conversación pidió que llamaran a alguien de ese cuerpo de bomberos. Cuando lo comunicaron telefónicamente, preguntó a quién le pasaban, a lo cual le respondieron que Diego Rodríguez, director de Bomberos de Bucaramanga. Al aire el alcalde le manifestó: “Diego es que tenemos que retirar unas vallas por orden de un juez. Me dice Alba Azucena que usted dijo que no [las] retiraba porque tenía una tanda de barrigones, gordos allá de bomberos, que no eran capaces de subirse ni a un, ni al taburete”.

La orden del juez era retirar unas vallas que el entonces alcalde había puesto ilegalmente, y para solucionar el problema, terminó haciendo otra cosa ilegal. Es decir, para tapar un pecado, cometió un delito. 

El director de Bomberos de Bucaramanga le respondió al ingeniero: “No, no señor, hablo con Alba y [ilegible] de una vez. No tenía, no, no había escuchado este tema”. En ese momento el alcalde lo interrumpió para seguir con la agresión verbal pública y le dijo: “¿Entonces todos esos gordos enflacaron? O qué ¿ah? ¿Ahora todos esos gordos hicieron dieta y están unos tarzanes no?”. 

El alcalde continuó con el matoneo verbal y le dijo “Qué vamos a pagar teniendo a esos barrigones ahí durmiendo todo el día. Usted pasa por los bomberos y todos durmiendo y ganando horas extras. Usted pasa a las once de la noche y los ronquidos despiertan los muertos”.

Este Facebook Live, fuera de ser transmitido por las cuentas personales del exalcalde y exsenador, y que serían además su plataforma política durante la campaña a la Presidencia de la República, también era promocionado por las redes sociales, página web y canales de comunicación institucionales de la Alcaldía de Bucaramanga durante su mandato. 

La amplia divulgación de estas declaraciones, no solo en redes sociales, sino también en medios de comunicación nacionales, llevó a que los bomberos de la ciudad rechazaran públicamente los comentarios hechos por el entonces alcalde e iniciaran procesos de reparación contra la Alcaldía de Bucaramanga. 

Desviémonos. 

Para hacerlo, hagamos una parada rápida por el tema de las vallas, ya que no es coincidencia, sino que parece un modus operandi de las irregularidades de este caricaturesco personaje que, por poco, casi se cuela en la presidencia del país.  

La Liga de Gobernantes Anticorrupción, como irónicamente se llama su partido, enfrenta ahora un nuevo proceso, esta vez por una presunta infracción a las normas de propaganda electoral en la pasada campaña presidencial. Pirómanos apagando incendios.

El Consejo Nacional Electoral encontró que el Grupo Significativo de Ciudadanos que le sirvió de plataforma al excandidato Rodolfo Hernández, habría excedido el límite de vallas permitidas, razón por la cual la Sala Plena le abrió una investigación y le formuló cargos.

Según el documento, “en la ciudad de Pereira se tenía como máximo la instalación de ocho vallas publicitarias y se evidenciaron 13, por lo que se superaron los topes legales permitidos”. 

De esta manera, la Liga podría enfrentar una sanción administrativa, es decir, una multa, por cuenta de ese presunto incumplimiento de las normas de propaganda electoral. Como en el caso de su alcaldía, el ingeniero muy posiblemente termine molestándose y matoneando a alguien por unas vallas. Apagando llamaradas con gasolina. Por eso vale parafrasear el dicho, y digamos: ¡Bombero a tus mangueras! 

Retomemos. 

Esta semana se conoció que el Juzgado Quinto Administrativo de Bucaramanga condenó al municipio de Bucaramanga, y al ingeniero, a indemnizar, con la suma de 45 salarios mínimos, es decir, más de 45 millones de pesos, a un bombero y a su hija por los perjuicios morales que causaron en ellos las declaraciones del exalcalde Hernández. 

Sin embargo, esta sentencia es apenas una puerta que se abre. Esta columna conoció que el Juzgado 12 Administrativo de Bucaramanga admitió y fijó fecha de audiencia para el 1 de febrero de 2023, como respuesta a una acción de grupo presentada por 58 bomberos y 131 miembros de sus familias.

Audiencia

Cada bombero solicitó una indemnización de 140 salarios mínimos divididos de la siguiente manera: 60 salarios mínimos por concepto de daños morales, 40 por daños a la salud y 40 por la alteración de su condición de vida. De la misma manera, cada familiar solicitó una indemnización de 70 millones de pesos por los mismos conceptos. Y como el ingeniero no es muy bueno para las matemáticas, es mejor que le hagamos la sumatoria de lo que piden los bomberos y sus familiares en la demanda: la bicoca de 17.290 millones de pesos.

Si el juez decide tener en cuenta el precedente del bombero que ya fue indemnizado, y condena al municipio de Bucaramanga por los perjuicios morales de cada bombero y al menos a un familiar de cada uno, la condena sería, más o menos, por 10.440 millones de pesos, que se les tendrían que pagar a los bomberos, con recursos públicos, porque el exalcalde les dijo gordos y perezosos. Por el humo se sabe dónde está el fuego.

Pretenciones

Y los que pierden son los ciudadanos, ya que quedan en la mitad de varios malos mundos. Por un lado, un exalcalde que pauperizó la institucionalidad y que ha pretendido montar su plataforma política sobre los insultos, las injurias, las calumnias y la ligereza. Por el otro lado, los bomberos ofendidos que solicitan millonarias indemnizaciones, y, para rematar, la justicia que sorpresivamente condenó al municipio a indemnizar a un bombero y a su hija, quienes nunca fueron individualizados en los comentarios del exalcalde, pero que alegaron haberse sentido afectados.

Sigamos. 

Lo peor es que el ingeniero está buscando quedarse con todo en Santander para las próximas elecciones, como es su estilo, a sangre y fuego. Y seguramente las campañas en las que participe tendrán problemas, que se deberán vigilar desde el periodismo y los entes de control. 

En esto es importante resaltar un artículo de Cuestión Pública, que encontró que cinco de las siete personas que aportaron a la campaña de Hernández a la Alcaldía de Bucaramanga en 2015, posteriormente contrataron con su administración y recuperaron su inversión con creces. 

Según reportó el candidato en el aplicativo Cuentas Claras ante el Consejo Nacional Electoral, uno de los aportantes fue el difunto Alejandro Galvis, entonces presidente corporativo de Vanguardia, cuya empresa matriz fue contratada. 

El 30 de marzo de 2017, la Contraloría llevó a cabo una auditoría exprés por la presunta violación al régimen de inhabilidades para contratar. El ente de control encontró que la familia Galvis había suscrito contratos con la Alcaldía de Bucaramanga, Metrolínea, el sistema de transporte del Área Metropolitana de Bucaramanga, y finalmente con la E.S.E. Isabu, mientras Rodolfo Hernández fue alcalde.

Otros dos aportantes fueron los esposos Alid Lindarte y Antonio Sanabria. La primera fue nombrada contadora de Bucaramanga por Hernández y participó en el ingreso de dineros presuntamente irregulares al presupuesto de la Alcaldía. El segundo es hoy concejal de la ciudad, gracias a que fue cabeza de lista por el movimiento político del candidato presidencial.

Otro fue el publicista Isaías Gómez Galvis que con solo 4 milloncitos de pesos que aportó a la campaña de Rodolfo Hernández en 2015, se hizo ganador de tres contratos entre 2016 y 2017 en esa Alcaldía. Uno fue directamente con el municipio, otro con Metrolínea, y otro con el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.

El último aportante de campaña de Rodolfo Hernández fue el ingeniero industrial York Ardila Guerrero, quien posteriormente manejó la parte creativa de la Alcaldía de Bucaramanga y de sus entes descentralizados. En un informe de gestión presentado por la Alcaldía al Concejo en 2016, York Ardila aparecía con el cargo de ‘apoyo coordinación comunicaciones’. Donde hubo fuego, cenizas quedan.

Pero esto no solo fue para los terceros. El mayor aportante de su campaña fue el mismo Hernández y tres de sus empresas familiares, que dieron el 80 por ciento de lo recaudado en campaña. Ya todos conocemos las investigaciones que enfrenta el exsenador por presunta corrupción en contratos. Con rabo de paja, cerca de la candela y matoneando bomberos.

Cambiemos de manguera.

A esto se suma el misterioso papel que jugó la aplicación china TikTok en la pasada campaña presidencial, que es la más bajada en el mundo desde 2020, superando los 1.000 millones de usuarios. The Economist reportó esta semana que India acaba de prohibirla, país donde tenía el mercado más grande fuera de China, como lo han hecho también Pakistán e Indonesia. 

Estados Unidos estudia de nuevo si sigue sus pasos, por preocupaciones frente al manejo de la información de los usuarios y la desviación sistemática de contenidos a partir de algoritmos manejados por lo que la revista británica llama “propagandistas con influencia oficial y no oficial del Partido Comunista Chino”. 

The Guardian registró un estudio de NewsGuard que indica que el algoritmo de la aplicación desvía a los usuarios, por ejemplo, hacia información falsa sobre la guerra de Ucrania. Según el Reporte de Noticias Digital del Instituto Reuters para el Periodismo 2022, en Colombia el uso de TikTok ha crecido exponencialmente, sobre todo entre jóvenes. Una encuesta de YouGov en 45 países muestra que, en toda Sudamérica, especialmente Brasil, Perú y Colombia, más del 40 por ciento de los usuarios reciben sus noticias a través de TikTok. 

No olvidemos que Hernández, quien en febrero duplicaba a Petro y triplicaba a Fico en seguidores de TikTok con más de 250.000 seguidores, fue bautizado el “rey del TikTok” por el International Crisis Group. Esto sería solo anecdótico, si no fuera porque se avecinan las elecciones regionales del próximo año, donde en buena medida se definirá el panorama político del país.

Terminemos.

Entre bomberos no se pisan las mangueras, dice el famoso refrán, para explicar el respeto por el trabajo ajeno. Pero en este caso el excandidato presidencial decidió pisar, estripar, humillar y celebrar con las mangueras de los bomberos. Y ahora todos los santandereanos tendrán que pagar las consecuencias, apagar incendios y sacar las castañas del fuego. Esperemos que tengan eso en cuenta a la hora de votar en las próximas elecciones, para que no quedes solo cenizas. Como dice el otro viejo refrán, el hombre pudo haber descubierto el fuego, pero los políticos descubrieron cómo jugar con él.

@yohirakerman; akermancolumnista@gmail.com

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