Poder aéreo del Ejército: ¿un vuelo en picada?

Crédito: Colprensa

10 Mayo 2024

Poder aéreo del Ejército: ¿un vuelo en picada?

En solo un año han caído cuatro helicópteros en varias regiones del país que han dejado la cifra trágica de 16 muertos. Varias de las aeronaves ya están en los hangares por la falta de repuestos y de contratos para su mantenimiento. Algunos aviones son tan viejos, que fueron usados en la guerra de Vietnam.

Por: Javier Patiño C.

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El lunes 29 de octubre, un helicóptero MI -17 de la Aviación del Ejército que abastecía a las tropas de Santa Rosa del Sur, en Bolívar, regresaba a la base militar de Buena Vista. En el camino, el mal tiempo lo sorprendió. El piloto, en medio de las densas nubes, intentó hacer una maniobra para recuperar la visibilidad. Pero el esfuerzo fue en vano y, segundos después, el helicóptero se precipitó a tierra.  Sus nueve ocupantes murieron al instante.

En respuesta a este accidente aéreo, el Ejército Nacional inició las investigaciones para establecer si el motivo fue una falla humana o mecánica. El trágico hecho no ha sido el único. El último año se han registrado cuatro accidentes que han ocasionado la muerte de 20 uniformados. 

Estos accidentes han generado que se cuestione el mantenimiento a los helicópteros y aviones que hacen parte de la flota aérea con que cuenta el país, en especial del Ejército Nacional.

black Hawk

Poder aéreo

La Aviación del Ejército tiene en total 113 helicópteros cuya misión es realizar operaciones de control, transportes y misiones especiales contra los grupos ilegales.

De estos, siete son Black Hawk de referencia Sirkosky-701, un helicóptero polivalente concebido como una unidad de reemplazo de Bell UH-1, que tiene la capacidad para transportar hasta 20 pasajeros. La mayoría de estas aeronaves fueron donadas por el Ejército de Estados Unidos, que las usó en la guerra en Afganistán.

La flota más grande la conforman los 45 Black Hawk UH60, que cada tres meses se envían a reparación para revisar, una a una, todas  sus partes. Algunos de ellos han sido impactados en operaciones militares.

En promedio, diez de estas aeronaves están en los talleres, donde técnicos revisan las alas rotatorias, radares, equipos de comunicación y motores para que continúen con sus tareas en las ocho divisiones en el país.

“Algunas de estas aeronaves permanecen parqueadas en los batallones por falta de presupuesto para el pago de la gasolina, debido al recorte ordenado por el Gobierno para darles prioridad a otras misiones”, afirma un alto oficial que pidió reserva en su nombre.

El Ejército también cuenta con 34 Huey, muchos de ellos donados por Estados Unidos y por la Policía Nacional. Estas aeronaves sirven de apoyo en patrullajes y en las operaciones militares.

Los más viejos de la flota son los 9 UH1N. Tienen más de tres décadas de uso. Algunos incluso fueron usados en la guerra de Vietnam. Estas aeronaves realizan tareas contra el narcotráfico.

 

helicoptero MI

El lío de los MI

La situación más crítica la enfrenta el Ejército Nacional. Diez de sus veinte aeronaves ya no están el funcionamiento y permanecen parqueadas en la base de Tolemaida. Dos de ellas han sufrido accidentes el último años. En total, solo ocho están en funcionamiento. 

Sin embargo, el pasado 12 de marzo, en un comunicado, la Embajada de Rusia aclaró que la falta de apoyo no responde a los conflictos geopolíticos internacionales, en especial el enfrentamiento en Ucrania, sino a las negociaciones entre el Gobierno colombiano y la compañía encargada del mantenimiento de los helicópteros, NASC S.A.

Según la embajada, el Ministerio de Defensa colombiano suspendió de manera unilateral el contrato con NASC S.A. en marzo de 2022, citando preocupaciones sobre la seguridad de las aeronaves que debían ser enviadas a Rusia para un mantenimiento mayor. Aunque a principios de 2023 se firmaron documentos para reanudar la ejecución del contrato, el ministerio volvió a detener el cumplimiento de sus obligaciones en febrero de 2023.

El principal obstáculo identificado por Rusia es la inclusión de NASC S.A. en la lista de la Ofac (Oficina de Control de Bienes Extranjeros) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Esta inclusión, según la embajada rusa, ha impedido cualquier relación financiera o comercial con la empresa, lo que ha llevado a la suspensión del contrato y ha dificultado la búsqueda de alternativas viables para el mantenimiento de los helicópteros Mi-17.

Para la División de Aviación y Asalto Aéreo del Ejército, la suspensión de los contratos se debe a impedimentos y trabas para poder contratar con dicha empresa. Esto incluye el bloqueo en el sistema bancario internacional Swift y la inclusión de la empresa en la Lista Clinton. Lo anterior no ha permitido la continuidad de los compromisos suscritos, incluso cuando Rusia ofreció opciones para continuar con el mantenimiento de los helicópteros, como la posibilidad de hacer reparaciones en Colombia o ceder la ejecución del contrato a una compañía nacional.

Para el Gobierno nacional, en cabeza del ministro de Defensa, Iván Velásquez, el principal obstáculo es la imposibilidad de mantener relaciones comerciales con empresas incluidas en la lista de la Ofac. Sin embargo, no descartó buscar alternativas para resolver la crisis de mantenimiento, explorando opciones con empresas rusas no sujetas a sanciones internacionales u otras empresas extranjeras.

antonov

Los aviones militares 

La Aviación del Ejército cuenta con ocho aviones Cessna Caravan, una aeronave versátil utilizada por los comandantes de las divisiones para desplazarse en sus áreas de injerencia, con facilidad de aterrizar en pistas en medio de las selvas.

La división también tiene tres aviones caza de origen español para el transporte de víveres y tropas a las diferentes guarniciones en el país.

Unas de las aeronaves pequeñas del Ejército son cinco turbo commander, empleadas para el desarrollo de misiones de apoyo de combate, evacuaciones médicas y transporte de los uniformados.

Los aviones más modernos son los 7 King, dotados con equipos de inteligencia para identificar movimientos en tierra y ser la pieza fundamental para la realización de operaciones especiales.

Finalmente están los dos Antonov, de origen ucraniano, cuya vida útil han prolongado en los hangares de la base militar en Tolemaida.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha dificultado el abastecimiento de piezas fundamentales para la eficiente operación de las aeronaves, pues no solo les dan prioridad a sus propias aeronaves, sino que —al menos en el caso de Rusia– existe un veto comercial liderado por Estados Unidos que impide negociar con ese país.

Las tripulaciones colombianas tampoco han podido entrenarse porque los profesores, de origen ucraniano o ruso, no se encuentran en sus bases aéreas por participar en la defensa de su país.

Una crisis de mantenimiento que representa un desafío para el Gobierno nacional, para garantizar la operatividad de las aeronaves, en la que el tema parece que no es importante, pero puede afectar a los uniformados que diariamente vuelan en todas las regiones para garantizar la seguridad de los colombianos.

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