El Encanto de Guanapalo: una apuesta por el turismo de naturaleza

El Encanto de Guanapalo: una apuesta por el turismo de naturaleza

En lo profundo de la sabana de Casanare, entre caños y morichales, se esconde un tesoro: casi 9.000 hectáreas de reserva natural que conforman El Encanto de Guanapalo. Allí, los visitantes pueden disfrutar de un turismo de naturaleza respetuoso con el delicado hábitat local y conocer de cerca, en un safari llanero, cientos de especies de la región.

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Ubicada en San Luis de Palenque, a 110 kilómetros llano adentro partiendo desde Yopal, esta reserva está conformada por tres hatos típicos de la región que desde 1908 trabajan por conservar la riqueza natural, la tradición y la cultura llanera. El Encanto de Guanapalo nació en 2018, cuando los hatos vecinos Mata de Palma, Altamira y Montana decidieron unirse con el propósito de proteger el medio ambiente a través del turismo de naturaleza. 

Karym Ferreira, del Hato Montana, explica que la Gran Reserva del Encanto de Guanapalo surgió de la unión de tres familias “con la idea de perpetuar el legado del abuelo Gerardo Zambrano, quien fundó los terrenos en 1908. Lo conformamos porque la parte de la ganadería, que es la fuente principal de la economía de estos hatos, ya va perdiendo un poco su rentabilidad”.

Entonces, escucharon el consejo de expertos en conservación, incluyendo reconocidas ONGs ambientales, quienes les recomendaron no migrar a otros sustentos, como el cultivo de arroz o de palma –muy comunes en esta zona–, y en cambio preservaran las maravillas naturales en sus tierras para mostrarlas al mundo.

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Así, aprendieron sobre los estándares de hospitalidad que se ofrecen en los grandes destinos de naturaleza, y adaptaron sus instalaciones para recibir turistas. Así, los visitantes se hospedan en cómodas habitaciones ubicadas en las casas principales de cada hato, para conocer la cultura llanera a través de sus oficios, su música, su tradición oral y su gastronomía, con una muestra de platos de la región que incluye mamona, hallacas y marrano cerrero.
 
Además, los turistas tienen la oportunidad de vivir la experiencia única de un safari llanero. A caballo, en tractor o en vehículos 4×4, recorren la inmensidad de la sabana para contemplar la vida silvestre: chigüiros, venados, babillas, osos palmeros, monos aulladores, zorros, pumas y más de 270 especies de aves, entre muchos otros. Incluso, estas son tierras del jaguar, así que si se tiene suerte –mucha suerte– hasta se podría tener un encuentro con el uno de los felinos más poderosos.

“El éxito de la reserva pienso que radica en que nosotros hemos sido juiciosos y hemos hecho caso a todo lo que nos han enseñado”, dice Karym Ferreira, y esta opinión es respaldada por Teresa Cristancho, del Hato Mata de Palma: “El factor que ha influido mucho en el éxito de nuestro negocio es que venimos trabajando en equipo. La unión hace la fuerza”.

El Encanto de Guanapalo opera siguiendo altos estándares de hospitalidad gracias a la unión de un grupo de mujeres emprendedoras y a una cadena de valor en la que participa la comunidad, con campesinos, vaquianos, artesanos y artistas de la región. 

“¿Cómo me imagino nuestro negocio a futuro?”, se pregunta Teresa Cristancho. “Pues un negocio muy grande, que todo mundo nos conozcan, que vengan a este hermoso y mágico paraíso. Y quiero que exista equilibrio, que nuestra fauna cada día sea más numerosa para así poder decir que hemos cumplido con la tarea de conservar y preservar nuestra naturaleza”.

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Gracias a esto, hasta la Reserva El Encanto de Guanapalo llegan turistas de todo el mundo buscando conocer los hermosos paisajes llaneros y la fauna única de esta región. Todo, gracias al impulso de este grupo de emprendedores. 

Karym Ferreira anima a otras mujeres a que hagan sus emprendimientos: “Que se la crean, que sí se puede, que podemos como mujeres sacar adelante lo que queramos, siempre y cuando nos guste lo que hacemos y le pongamos las ganas para llevarlo adelante”. Por su parte, el consejo de Teresa Cristancho es “no rendirse nunca, ser capaces de empoderarse y de creer en ellas mismas, que su proyecto vale”. 

Así, el Encanto de Guanapalo es un negocio sostenible que da sustento a varias familias, pero también un lugar dedicado a la protección del hábitat llanero con el fin de resguardarlo para que las futuras generaciones puedan conocer también la delicada belleza de esta región.

“Lo que más nos llena orgullo es que esto es un emprendimiento familiar, que lo transmitimos de generación en generación. En este momento está la tercera y cuarta generación haciendo parte de este emprendimiento, y esperamos que en un futuro pueda estar la quinta y la sexta generación a cargo de todo esto”, concluye Karym Ferreira.

Reserva Natural El Encanto de Guanapalo
San Luis de Palenque, Casanare
www.elencantodeguanapalo.com
@elencantodeguanapalo en Instagram
 

Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia para la educación financiera.

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