Pymes: ¿Cómo sobrevivir en tiempos de tasas de interés altas?

Pymes: ¿Cómo sobrevivir en tiempos de tasas de interés altas?

Ajustar márgenes de utilidad, renegociar deudas y tener siempre flujo de caja son algunas de las medidas que recomiendan los expertos para no naufragar en esta coyuntura.

Por: Contenido especial

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Las pequeñas y medianas empresas –pymes, como se conocen– están enfrentando una situación muy particular en la que confluyen varios elementos: inflación, dudas frente a la economía mundial e incertidumbre de cara al escenario económico local. 

Ante la inflación, la defensa de los bancos centrales ha sido subir las tasas de interés para frenar el consumo. Esa medida, sin embargo, puso a las pymes, que son casi 98% de las compañías del país, en dificultades para acceder a financiación barata. La inflación, por otro lado, las enfrentó a una subida en los costos de fabricación debido al alza de precios de los insumos. 

“Las tasas de interés altas representan un desafío para las pymes en cualquier economía, ya que limitan la capacidad de crecimiento, inversión y competitividad en el mercado de estas empresas”, dice Alba Zulay Cárdenas Escobar, directora de la Maestría y Especialización en Finanzas de la Universidad Tecnológica de Bolívar. 

Así las cosas, en un año una pequeña empresa pasó de pagar un crédito a una tasa de interés de 10% a una de 25%. Y no solo eso: también a tener menores márgenes de utilidad para evitar trasladar todo el incremento de los insumos al consumidor final, o incluso a vender menos por el aumento de precio de sus productos. 

A manera de ejemplo, si producir un lápiz costaba antes 40 pesos, ahora con la inflación vale 80. Si la pyme hace el ajuste necesario para tener un margen de ganancia similar al de antes, el lápiz saldrá más costoso al público y a ese alto precio es muy probable que nadie lo compre. No obstante, bajarle de precio implicaría reducir el margen de ganancias y poner en riesgo la empresa. En estas circunstancias, muchas podrían estar caminando sobre la cuerda floja. 

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A pesar de esa encrucijada, algunos expertos señalan que es posible soportar la tempestad y llevar la compañía a buen puerto. Para eso, dice Rodrigo Cifuentes, de BDO, “es necesario que la empresa acomode a este nuevo entorno su modelo de negocio”. 

En general, el consejo es analizar muy bien de dónde es posible generar beneficios, lo que significa trabajar en varios frentes. Entre las posibilidades no solo está ajustar los precios sino también negociar con los proveedores para que el costo final del producto no salga tan alto. Cifuentes señala a los gastos hormiga, esos que vamos pagando por cuotas sin darnos cuenta, pero que al final suman un gran valor. “Estos pueden reducirse más fácilmente que los mismos costos de producción”.  

Y agrega que la atención debe estar en cómo salvar su flujo de caja. “La caja es el rey. Las empresas generalmente se quiebran por no tener flujo de caja, es decir, por no tener efectivo.

Y es que el pago de intereses más altos puede crear un círculo vicioso que implica menos liquidez o efectivo disponible para cubrir los gastos operativos, el pago a proveedores y las obligaciones financieras. Según Cárdenas, esto podría “llevar a las Pymes a buscar financiamiento a tasas altas que limitaran su capacidad de inversión y crecimiento, que terminarán aumentando los costos financieros de la empresa y en consecuencia afectando su rentabilidad”. 

Por eso, también recomiendan hablar con las entidades crediticias y, no solo renegociar las deudas ya adquiridas –y más ahora que los bancos bajaron sus tasas de interés para ayudar a la economía del país– sino ver la posibilidad de acceder a mejores créditos. “A veces uno puede pedir periodo de gracia, como sucedió en la pandemia cuando los bancos congelaron todas las obligaciones para todas las empresas”.  

Tanto Cárdenas como Cifuentes señalan que en estas épocas es también fundamental  que las empresas sean cautelosas al tomar decisiones de inversión. Aunque esto puede frenar la expansión de sus operaciones, la creación de empleo y la innovación, es una antídoto para no quebrar. 

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Muchas veces, dice Cifuentes, por la necesidad de vender las pymes descuidan la rentabilidad y sin ella el negocio nunca va a ser viable. “No pueden salir a vender como locos sin entender bien esa estructura operativa para ser sostenible”. 

Las crisis siempre son oportunidades. Y la que ve Cifuentes en este momento es la necesidad de que las pymes pongan la casa en orden. En la mayoría de estas empresas una sola persona hace las veces de gerente, financiero y comercial. Eso no permite que haya una planeación a largo plazo. “Se llega el día de pagar y el dueño se da cuenta de que no hay con qué y pide prestado. Uno encuentra empresas que tienen 25 créditos con 20 bancos distintos a unas tasas altísimas y por unos montos bajos, todo por falta de planeación”. 

Las pymes necesitan financiación, pero para hacer mejores préstamos hay que analizar el negocio y saber cada cuánto le pagan los clientes y cuándo debe pagar a sus proveedores. Con base en eso hay que hacer un presupuesto para tener un flujo de caja mensual controlado. Para Cifuentes, todo esto no es una ciencia financiera complicada. “Es exactamente igual a como manejamos nuestras finanzas personales”. 

Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia para la educación financiera.

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