Reforma pensional: el fugaz acuerdo con los liberales del que Gustavo Petro quiere prescindir en la Cámara

El pasado 24 de abril el presidente Gustavo Petro sorprendió con una alocución pregrabada y transmitida en televisión nacional. Durante 11 minutos, el jefe de Estado explicó el sistema de pilares que propone la reforma pensional y negó versiones sobre expropiación de ahorro pensional. 

A pesar del corto tiempo, la alocución también sirvió para que el presidente tirara por la borda el principal acuerdo hecho con el Partido Liberal en el Senado; modificar el umbral obligatorio de cotización en el régimen de prima media.

“El cuarto pilar es para quienes pueden cotizar por encima de 2,3 salarios mínimos, propondré cuatro salarios mínimos a la Cámara”, dijo el presidente Petro.

Los votos de ocho senadores liberales fueron claves para la aprobación de la reforma pensional en la plenaria del Senado. Las negociaciones tomaron varios días y estuvieron a cargo del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez. 

La propuesta original del Gobierno, y la que Petro le pedirá a la Cámara que sea retomada, es que el umbral de cotización obligatorio sea de cuatro salarios mínimos. Es decir, quienes ganen alrededor de 5,2 millones de pesos o menos cotizarán en Colpensiones, y quienes ganen más pondrán el excedente de su ahorro en el fondo privado de su elección. 

Lo anterior implica en la práctica una disminución considerable del tamaño y las ganancias de los fondos privados, pues la mayoría de los trabajadores colombianos tienen ingresos mensuales por debajo de los cuatro salarios mínimos. Congresistas y algunos expertos han argumentado que entre más alto el umbral menos sostenible será el sistema pensional.

Al ser un punto tan crítico de la reforma pensional, la negociación con los senadores liberales fue compleja. Tanto es así que el acuerdo para bajar el umbral a 2,3 salarios mínimos se logró a pesar de los peros de la ministra Gloria Ramírez. La titular de la cartera del Trabajo cedió ante la imposibilidad de que la reforma pasara la plenaria del Senado sin el respaldo de la mayoría de los liberales. 

¿Petro se puede dar el lujo de dejar atrás el acuerdo con los senadores liberales?

La instrucción del presidente Petro de retomar la propuesta de los cuatro salarios mínimos generó malestar tanto en la bancada del Partido Liberal como en la del Partido de la U, la otra colectividad que acordó con el Gobierno la disminución del umbral. 

Sin embargo, el trámite para la reforma pensional en la Cámara de Representantes parece ser más prometedor, tanto que el acuerdo con los senadores sobre el umbral no sería indispensable. 

La batalla fuerte para el Gobierno será en la Comisión Séptima, en la que hasta ahora tienen asegurados seis de los 11 votos necesarios para aprobar el proyecto. En la plenaria, la facción progresista del Partido Liberal (alrededor de 25 representantes) no tendrían problema en respaldar el umbral de los cuatro salarios mínimos. “Tenemos autonomía de hacer acuerdos distintos a los del Senado”, dijo un representante liberal cercano al Gobierno.

Por otro lado, la oposición a la propuesta del umbral y a otras modificaciones a lo aprobado en el Senado que se cocinan en la Cámara, también vendrá de otras bancadas como la del Partido Verde.

“Petro no quiere cambiar nada. Solo busca un estado de confrontación permanente pues es como cohesiona y enardece a sus bases. En el momento en que el cambio se hace posible, Petro pierde su causa. Así que seguirá saboteando todo. Es su forma de crear la necesidad de constituyente”, dijo la representante Cathy Juvinao.

Aunque el Gobierno logre aprobar una reforma pensional más a su medida en la Cámara, el texto tendrá que ir a conciliación con el Senado y allí podría caerse o bloquearse hasta el fin de la legislatura. 

“Nos veremos en la conciliación”, dijo el senador Alejandro Chacón. Lo mismo opinó el senador José David Name, del Partido de la U. “El acuerdo entre el presidente Petro, el Partido de la U y el Partido Liberal fue que el umbral quedara en 2,3 salarios mínimos, el Banco de la República manejara los recursos y la vigencia iniciara en julio de 2025. Si uno de esos puntos se modifica, no votaremos la conciliación”, afirmó el senador Name.

La conciliación es la última etapa para que un proyecto pase a sanción presidencial. Se trata de armonizar los textos aprobados en las dos Cámaras del Congreso.

En el caso de la reforma pensional, la conciliación se hará en los últimos días de la legislatura. Al estar tan colgada de tiempo, el riesgo de un bloqueo o plan tortuga es latente, pues si el proyecto no se aprueba antes del 20 de junio se hundirá por falta de trámite.