Yohir Akerman
16 Abril 2023

Yohir Akerman

Así cayó Anestesia

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Cuando la investigación en contra del exnarco Carlos Ramón Zapata, alias el Médico o Anestesia, se convierta en guion de una película de Hollywood, el papel del fiscal Francisco Barbosa no terminará siendo ni siquiera el de un actor de reparto. Pese a que Barbosa está sacando pecho con esta historia ante los medios nacionales, que terminó con la poderosa exfiscal Ana Catalina Noguera en prisión, la verdad es que la indagación no pasó gracias a él, sino pese a su dirección e intentos de enterrarla.

Y como toda gran película de acción y drama de policías y corruptos, los héroes terminarán siendo las agencias de inteligencia e investigación de los Estados Unidos. Mientras que los villanos serán los pertenecientes al sistema judicial colombiano que hasta ahora han caído, entre ellos miembros de la Fiscalía, investigadores del CTI y, por supuesto, personal de la Policía nacional. Todos ellos, en el guion, se pasaron de la lista de los niños buenos, a la de los niños malos.

Vamos a la historia. El caso con el indiciado Ramón Esteban Peña Martínez, que es el otro nombre de Carlos Ramón Zapata, alias el Médico o Anestesia, se denomina “Perla Negra”. Esta investigación está por los delitos de extorsión agravada, falsedad material en documento público y otros. La verdad es que son muchos más delitos. 

Vamos a los héroes. El caso se inició el 9 de julio de 2020, cuando el agente especial de la DEA, Jason Klingler, solicitó por medio de un memorando formal al Cuerpo Técnico de Investigaciones la interceptación judicial de tres números celulares de personas únicamente identificadas como: masculino, objetivo principal, y masculinos socios del objetivo principal. 

“Esta agencia posee información precisa con relación de una organización trasnacional en territorio colombiano, dedicada al lavado de dinero producto del tráfico de estupefacientes con los EE.UU., Panamá y Europa, lo cual dio apertura al caso 110016099144201880215 que se adelanta en el despacho de la Fiscalía 29 delegado DECN”.

Carta Yohir 16,04,2023

El número de noticia criminal mencionado era un caso abierto en 2018 que, según la carta, era una investigación en curso en contra de los integrantes de la denominada Oficina de Envigado de la ciudad de Medellín. Por esa misma razón, la dirección especializada contra el narcotráfico de la Fiscalía, en el marco del intercambio de información entre ambos países, firmó la orden de interceptación de comunicaciones de los tres números por los siguientes seis meses.

Las escuchas judiciales empezaron el 13 de julio y la Fiscalía no sabía qué se iba a decir por esas líneas en esos meses. Pero la DEA ya tenía una idea bastante clara, porque una fuente que mantuvieron como informante protegido les había advertido de las andanzas de las personas investigadas. Para ponerlo en vernáculo colombiano, tenían serios indicios de que el Niño Dios eran, realmente, los papás. Referencia que ya mismo van a entender. 

Apenas se cumplieron los seis meses, llegó el intento de cerrar el caso. El primer reporte de la Fiscalía sobre la línea, un documento de ocho páginas entregado a las 9:00 p.m, del 29 de diciembre de 2020, como regalo de fin de año, hacía un escueto resumen de las llamadas del señor Carlos Ramón Zapata, alias Anestesia, sin mayores elementos interesantes. Por eso decía que, después de una revisión del número 317.347.61.54, era necesario solicitar de manera respetuosa al señor fiscal, estudiar la viabilidad de ordenar la cancelación de la intervención, ya que por el momento no era interés para la presente indagación. Querido Papá Noel, para esta Navidad te pido cerrar este casito.

Informe Yohir 16,04,2023

Los agentes de la DEA tuvieron que meter la mano otra vez y hacer que la información y los archivos sacados de ese celular y esa línea de teléfono, fueran revisados por un fiscal juicioso y aguerrido. De esta manera, según la cadena de custodia de la evidencia, “una bolsa plástica, color transparente, con logo de la fiscalía, sellado con cinta de evidencia, la cual contenía un disco duro, marca Toshiba, color negro, con capacidad de 1TB, con su respectivo cable USB, guardado en un estuche de cremallera, color negro, marca Lacdo”, fue asignada a la oficina del fiscal Mario Andrés Burgos Patiño. Un regalito que cayó de perlas.

Lo que encontró el fiscal Burgos en esa memoria fue revelador. Cosas conocidas, como el nombre de la fiscal Ana Catalina Noguera exjefe de la Dirección Especializada de Extinción de Dominio, y del teniente coronel de la Dijin, Ricardo Alberto Durán Ruiz, jefe del Grupo Especial de Investigaciones Interagenciales. Se sacó algo parecido al Gordo de Navidad, que resultó una Perla Negra.

También fotos de las parejas de Anestesia, una de ellas la propietaria de un club nocturno de la ciudad de Medellín, conocido como Leutrón. Imágenes de números de cuentas en Bancolombia y Davivienda, donde les hacían las consignaciones de dineros ilegales. También fotografías de la agenda física de Carlos Ramón Zapata, donde escribía a mano las propiedades como apartamentos y fincas, pagos en efectivo y vehículos de alta gama que les hacían por las labores de enterrarles las investigaciones a los narcotraficantes en la Fiscalía y la Dijin. Prepagos judiciales.

A la vez se hallaron escritos sobre varios procesos investigativos de extinción de dominio, con el fin de bloquear esos trámites en la Fiscalía. En la memoria había imágenes y videos de conversaciones donde se probaban los actos ilegales que estaban haciendo entre estos tres, como que Durán había accedido a interceptar ilegalmente la línea telefónica de una allegada de la expareja de Ana Catalina Noguera.

Y aunque Zapata y sus cómplices eran muy disciplinados para no llamarse por sus nombres en estas comunicaciones que involucraban hechos ilegales, y utilizaban alias como la Pluma, el Jefe, la Doctora y, por supuesto, Anestesia, el concierto para delinquir se escribía solo con la revisión rápida de ese celular. Y eso lo sabían los agentes de la DEA.

Por ejemplo, existen fotos de una reunión en una finca de un narcotraficante en el Magdalena Medio, en julio de 2020, donde salen retratados, en orden de importancia: un semoviente hermoso, el reconocido capo del cartel del Norte del Valle capturado en Argentina, Ignacio Álvarez Meyendorff; Gabriel Puerta Parra, abogado extraditado a Estados Unidos; la entonces fiscal Ana Catalina Noguera; Paula Andrea Espinoza, para la fecha investigadora del CTI; y evidentemente, Anestesia. Sonrían y digan: cárcel.

Fotos Yohir 16,04,2023

Difícil explicar eso o decir, como dijo la Fiscalía, que no había nada interesante en ese rastreo de información. En especial cuando se entiende que esta solicitud la hizo la oficina de la DEA, porque se empezó a preocupar al darse cuenta que varias de sus operaciones antinarcóticos contra reconocidos narcotraficantes comenzaron a caerse en el último minuto. Después de meses de trabajo e investigaciones para coordinar una operación en contra de un capo en el momento adecuado, estas fracasaban inexplicablemente.

La DEA sabía que tenía un infiltrado. Y después de una pesquisa interna, sus miradas empezaron a dirigirse a Durán como jefe del Grupo Especial de Investigaciones Interagenciales. Esa es la unidad que mantiene contacto con las agencias tales como la DEA, la CIA, el FBI de Estados Unidos, el MI5 y MI6 de Inglaterra o el Mossad de Israel, entre otras.

En la agencia, Durán tenía contacto permanente con el SIU, que es la Unidad de Investigaciones Especiales dedicada a la lucha contra el crimen organizado y era él quien le estaba filtrando la información de las investigaciones y operaciones para, junto a Anestesia y Noguera y otros más, venderla la información a los investigados.

Uno de los operativos contra un narcotraficante que no fue un fracaso, llevó a que este le diera a la DEA el nombre y teléfono de alias Anestesia, como una de las personas, junto a Durán, que les había pasado la información para filtrar y frustrar el operativo de la DEA. La agencia antinarcóticos no podía solicitar que intervinieran judicialmente el teléfono de una funcionaria como ella en la Fiscalía, o el de un agente tan importante como Durán en la Dijin, porque se hubiera filtrado la investigación. Por eso pidió sin nombres que se investigara el número de Anestesia.

Así se inició la investigación, que gracias a esa solicitud de la DEA y al juicioso y valiente trabajo del fiscal Burgos, ha acabado con varias carreras judiciales y ha dejado, hasta ahora, tras las rejas a la poderosa exfiscal Ana Catalina Noguera, a la exfiscal décima de extinción de dominio de Medellín, Mónica Valencia Charry, al coronel Ricardo Alberto Durán Ruiz y al exinvestigador del CTI Jhon Freddy Redondo Bautista.

Seguirán cayendo otros implicados por todos estos hechos, a juzgar por la evidencia existente, y lo más seguro es que Durán y sus socios terminen solicitados en extradición a los Estados Unidos bajo el cargo de obstrucción a la justicia.

@yohirakerman; [email protected]

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