Un extenso latifundio en la zona del municipio de Pasacaballos, cerca de Cartagena, une a socios y testaferros del violento capo Pablo Escobar Gaviria, con el polémico exmagistrado de la Corte Constitucional, Rodrigo Escobar Gil. Esta es la historia.
Los registros de instrumentos públicos y certificados de la hacienda La Europa, con matrícula No 060-232122 e inscrita bajo la escritura No. 921 del 23 de febrero de 2007 de la Notaria 45 de Bogotá, muestran la tradición de la finca que refleja un poco de la historia de la violencia del país. Grandes tierras que fueron usurpadas a campesinos, para pasar a manos de testaferros de narcos y paramilitares, en donde después aparecen personas de la alta sociedad que se quedan con el alto valor de las propiedades, pese a ser reclamadas por desplazados, ya que la justicia muchas veces termina protegiendo a los ilegítimos dueños.
Colaboradores y corresponsales de esta columna en la zona han ayudado a conseguir y documentar la historia de la hacienda La Europa. La propiedad era de la Comercializadora La Florida Ltda, cuya principal socia y representante legal era la señora Dolly Victoria Álvarez Ríos. Acá se pone interesante la cosa. Esa compañía se transformó en Agrogénesis y Compañía SA con Nit 890927633-0 para encubrir la propiedad, que después hizo una supuesta venta a Inversión y Desarrollo Barranco SA para desligar la hacienda de la señora Álvarez Ríos. En ese momento, la totalidad de la finca de más de 300 hectáreas se dividió en cuatro partes.
La señora Dolly Álvarez o Dolly de Moncada, alias la Patrona, fue uno de las principales testaferros del Cartel de Medellín, especialmente de Pablo Escobar y del clan Moncada. Alias la Patrona fue la esposa del extinto narcotraficante Gerardo Moncada, alias Kiko Moncada, quien lideró la estructura financiera del cartel y se encargaba de las relaciones con las Autodefensas del Magdalena Medio, Bajo Cauca, Antioquia y Córdoba, en cabeza del clan Castaño Gil.
Por esta razón, el 25 de abril de 2012, ciertas propiedades de Dolly Álvarez fueron objeto de medidas cautelares por parte de la Fiscalía General de la Nación y entregadas a la Sociedad de Activos Especiales, SAE, por diferentes procesos de extinción de dominio. Pero extrañamente en esa relación de bienes no apareció, ni fue afectada, la hacienda La Europa.
Por el contrario, el 24 de octubre de 2013, por medio de escritura pública 4668 del 27 de agosto de ese año, firmada por el notario 32 de Bogotá, el señor Abelardo de la Espriella Juris, padre del polémico abogado del mismo nombre, el bien pasó de Inversión y Desarrollo Barranco SA, a Escobar Campos y CIA SCA, en cabeza del señor Rodrigo Alonso Escobar Gil.
Paremos acá un minuto. El pasado 19 de mayo, la Corte Suprema de Justicia publicó un fallo, absolviendo al expresidente de la Corte Constitucional Rodrigo Escobar Gil, por el delito de tráfico de influencias. Sin lugar a dudas fue una de las sentencias más vergonzosas en la historia de la justicia del país, como lo demostró Daniel Coronell en su columna pocos días después.
En esa actuación, la Corte contradijo un fallo expedido por la misma institución días antes en el que se condenó al corrupto exmagistrado Jorge Pretelt Chaljub, por los mismos hechos.
La Corte Suprema de Justicia determinó que Pretelt había pedido 500 millones de pesos para fallar una tutela a favor de Fidupetrol, empresa que por medio de esa tutela pretendía no pagar más de 23.000 millones de pesos como consecuencia de una condena jurídica.
Para ejecutar el delito, el magistrado Pretelt le solicitó al apoderado de Fidupetrol que contratara a Escobar Gil para que siguiera el trámite de la tutela. Sorpresivamente, ese caso no es el único que une en extrañas y oscuras condiciones al condenado magistrado corrupto Pretelt Chaljub, con el absuelto polémico magistrado Escobar Gil. Existen otras empresas que usaron los mismos personajes para librarse de problemas en la Corte.
Ahora bien, Pretelt, quien fue condenado el pasado 4 de mayo y sigue fingiendo enfermedad para evadir la justicia e ir a la cárcel, fue representado en su proceso por su viejo aliado, el abogado Abelardo de la Espriella, hijo del notario que firmó el traspaso de una parte de la mencionada hacienda a Rodrigo Escobar Gil. Todo se conecta. Por eso volvamos a Europa.
Mientras todos esos hechos de sobornos y corrupción en el caso de Fidupetrol estaban siendo destapados, Escobar Gil se hizo a la finca por medio de una hipoteca. Pero llama la atención que cuando el exmagistrado se benefició de la hipoteca, el predio estaba embargado por la Tesorería Distrital, dentro de un proceso en contra de Inversiones y Desarrollo Barranco y Cure SA. El Distrito de Cartagena lo embargó mediante la Resolución 2137 del 25 de septiembre de 2012.
Cuando un predio se encuentra embargado por coacción coactiva, sale del mercado para cualquier tipo de negociación. Para resolver esa situación, se debe cancelar la totalidad de la deuda para levantar el embargo. Pero gracias al poder de este exmagistrado y sus compinches en la zona, la Tesorería Distrital de Cartagena, por arte de magia, expidió el oficio del 20 de septiembre de 2013 autorizando el registro de la escritura pública No. 4668 del 27 de agosto de 2013 firmada por el papá de Abelardo de la Espriella mediante la cual se hizo la hipoteca a favor de Escobar Gil.
Lo que quiere decir que le permitieron registrar la escritura de hipoteca sin poner a paz y salvo la deuda por impuestos que tenía el terreno con la Alcaldía de Cartagena. Y, posteriormente, el 29 de marzo de 2016, según la anotación número 6 del certificado de tradición, se registró la cancelación del embargo de la anotación número 2 mediante oficio AMC-OFI21337. Es decir, cuatro años después del respectivo embargo.
Una maravilla de negocio, ya que Escobar Gil se hizo a la tierra por medio de una hipoteca de 5 millones de pesos, para adquirir cerca de 20 hectáreas de las 304 hectáreas que tenía originalmente la hacienda La Europa.
Cálculos conservadores de algunos conocedores del precio del bien raíz en la región, consultados por esta columna, establecen que en la actualidad cada hectárea, dependiendo del acceso al agua y la topografía, en ese municipio se puede vender entre 700 y 2.000 millones de pesos. Es decir que Escobar Gil, con una hipotequita de 5 millones, se adueñó de una finca que puede superar los 27.000 millones de pesos. Nada mal, nada mal el negocito.
En especial porque pese a que una asociación de campesinos de la zona está solicitando a la Fiscalía Sexta de Extinción de Dominio vincular el predio La Europa al proceso, siendo que ellos fueron despojados de sus terrenos por los narcos con la ayuda de los paramilitares en su momento, el tema poco avanza. Los campesinos denuncian que son constantemente amenazados con armas por exparamilitares de la región o evacuados por la Policía. No es como decía Escobar, plomo o plata. Sólo plomo.
Esto pese a que la hacienda era originalmente de ellos, y se las quitaron los narcos y paramilitares, para convertirla en una tierra donde se guardaba droga con el objetivo de sacarla por el canal del Dique. Todo a punta de matanzas y violencia ejercida para ocuparla. Se pensaría que, con esa historia, no es una propiedad idónea para un exmagistrado de la Corte Constitucional. O sí, ya que pese a figurar en su historial uno de los testaferros del Cartel de Medellín como Dolly Álvarez, alias la Patrona, la tierrita sigue vivita y coleando. Y costando un riñón.
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