Yohir Akerman
12 Febrero 2023

Yohir Akerman

DelinCuentos

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Había una vez un probado delincuente que contrató al juez, para que se volviera su abogado defensor. Es una historia como las mil y una noches, pero en vez de noches son tramoyas.

El jurista: Eugenio Fernández Carlier, un exmagistrado de la Corte Suprema, acusado de ser parte de la red de compraventa de sentencias en esa corporación. El cliente: Luis Alberto Monsalvo Gnecco, gobernador suspendido del Cesar, involucrado en varios casos de corrupción. Agárrenme ese trompo y báilenmelo en la uña. 

Empecemos por los delitos, ya que son varios casos penales por diferentes hechos donde Monsalvo Gnecco metió las uñas en los presupuestos departamentales. Algo así como el Toque de Midas, pero al revés.

Podemos empezar contando que el 26 de agosto de 2022, el Tribunal Superior de Bogotá dictó prisión preventiva contra este miembro del poderoso clan Gnecco, por irregularidades contractuales. Estos delitos habrían sido cometidos durante la intervención del gobernador en un contrato del Programa de Alimentación Escolar (PAE), lo que demuestra, otra vez, que los corruptos no tienen escrúpulos ni siquiera para robarse los dineros destinados a la comida de los más vulnerables. Abuelita, ¡qué uñas tan largas tienes! ¡Son para esquilmarte mejor!

Por estos hechos, el suspendido gobernador del Cesar ha permanecido en casa por cárcel o, en su caso, cientos de hectáreas con caballos, lujos y divertimentos en su hacienda de recreo, por cárcel, durante este proceso que se adelanta en su contra por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación. Espejito, espejito, ¿quién es el más corruptico?

De acuerdo con la Fiscalía, a finales de su primera gobernación, porque ha sido dos veces gobernador, Monsalvo Gnecco direccionó el contrato 0041 de 2015, entre el departamento y un consorcio integrado por tres empresas. El acuerdo tenía como finalidad la prestación del servicio de alimentación a niños, niñas y adolescentes del departamento por un valor de 23.538 millones de pesos, pero que en realidad tuvo un costo de 34.632 millones de pesos. Alguito más caro. Hansel, saca ese dedito que quiero saber si estás gordito.

No sorprende a nadie que el rol del gobernador en estas irregularidades fue el de direccionar el contrato para beneficiar a un tercero aliado. Monsalvo Gnecco asignó a dedo al consorcio que terminó adjudicándose este multimillonario contrato ya que, hasta ahora, no ha logrado probar la existencia de un proceso objetivo de selección. Sopló y sopló y la casita del PAE se derrumbó.

Y con esto se demuestra que a algunos perros sí los capan dos veces, porque la gente del Cesar volvió a elegir como gobernador de ese departamento a Monsalvo Gnecco quien, una vez posesionado a inicios de 2020, volvió a hacer de las suyas con los contratos del PAE. Eso sin hablar de las otras investigaciones penales y fallos condenatorios en su contra. Mira PiGnecco, ¡te está creciendo la nariz!

Esta otra investigación se remonta a marzo de 2020, cuando el Gobierno nacional decretó emergencia por la pandemia y el país sufrió el confinamiento por el covid-19. Un escenario perfecto para aprovecharse de los presupuestos. ¡Soy tu hada pandemia y te concedo un deseo!

La Fiscalía encontró que Monsalve delegó a la secretaria departamental para que suscribiera 23 contratos para la adquisición de 73.500 kits de mercados, los cuales ascendieron a más de 9.000 millones de pesos. Fi fa fo fum, ¡huelo el aroma de un chanchullum!

La investigación constató que la contratación se realizó, nuevamente, de manera directa, con el desconocimiento de varias disposiciones legales vigentes y violentando las advertencias hechas por los organismos de control para garantizar los principios de transparencia, selección objetiva y economía en los procesos contractuales. Casi nada. No te angusties Dorothy, solo es el retorno de la malvada bruja de la costa norte.

Como publicó Radio Guatapurí, medio de Valledupar que ha seguido con cuidado y profesionalismo este caso, todos los contratos analizados fueron firmados por la secretaria general de la gobernación, Lorena Paola Hernández Dangond, una joven abogada que está vinculada al ente departamental desde 2014. 

La mayoría de los contratos fueron firmados el mismo día, el 26 de marzo de 2020. Sin embargo, ella no es el verdadero poder en la Secretaría General, pues quien realmente sigue moviendo los hilos en dicha dependencia, con el beneplácito del gobernador Monsalvo, es el señor Jaime Luis Fuentes Pumarejo, exsecretario general de la gobernación desde la primera administración de Monsalvo. Oh no, creo que me volví loca, ¡estoy viendo un Pumarejo blanco con ropa!

Fuentes Pumarejo dejó el cargo cuando fue sancionado, en segunda instancia, por la Contraloría General de la República en un fallo de responsabilidad fiscal por casi 2.000 millones de pesos por sobrecostos en el PAE y favorecimiento al consorcio contratista. Mira Mama Pata, ¡qué PAEtito tan feo!

Tres fuentes al interior de la gobernación le confirmaron a Radio Guatapurí que Fuentes Pumarejo, quien es el actual compañero sentimental de Hernández Dangond, llegaba todos los días a la Secretaría General, en donde tenía asignado un escritorio y constantemente impartía órdenes e instrucciones que eran luego firmadas por su novia como titular de la cartera. Cenicienta nunca pidió un príncipe azul. Ella solo quería un vestido nuevo y su propio escritorio. 

Por esos hechos, la Fiscalía imputó cargos en este caso en contra de Monsalvo Gnecco ya que el abundante acerbo probatorio también muestra cotizaciones fraudulentas, cambios en los precios unitarios de los kits de mercado, en algunos casos costos artificiales y sobrecostos en, por lo menos, siete contratos. ¡Oh, siete adorables contratos enanitos!

La Fiscalía encontró, por ejemplo, que en algunos contratos el precio de la leche en polvo de 380 gramos fue fijado en 11.500 pesos, a pesar de que en las empresas oficiales costaba 7.306 pesos. Se corta la leche con la nata de la corrupción. ¡Mamá, el Ratón Pérez se llevó mis dientes de leche! 

Pero una cosa llamó la atención en la audiencia de imputación de cargos en contra de Monsalvo Gnecco celebrada el pasado 24 de enero y fue el nuevo cambio de abogado contractual por parte del suspendido mandatario cesarense. Solo dame un beso y me convertiré en tu abogado azul.

Andrés Molina, director de Radio Guatapurí, me confirmó que en la pasada audiencia asumió como apoderado del gobernador Monsalvo Gnecco el abogado Eugenio Fernández Carlier, exmagistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Ahí vamos al trompo.  

El tema es que Fernández Carlier hizo parte de la Sala que absolvió al cesarense Monsalvo Gnecco por otro escándalo. Un sonado caso de corrupción por invasión de tierras, proceso en el que había sido condenado en primera instancia el 24 de julio de 2020, pero que, para sorpresa de todos, fue absuelto en segunda por la Sala Penal de la Corte Suprema. ¡Ábrete Cortedesésamo!

En la sentencia del 30 de septiembre de 2020, radicado 57967, con ponencia de Hugo Quintero Bernate, el entonces magistrado Eugenio Fernández Carlier, votó afirmativamente la absolución de Monsalvo Gnecco, pese a que dos magistrados de la misma Sala salvaron el voto por estar en desacuerdo con la decisión. ¡Mira mamá, el emperador magistrado está desnudo!

Documento de Sentencia en contra de Luis Alberto Gnecco Monsalve

Recordemos que en una de las entrevistas dadas por el entonces zar anticorrupción Gustavo Moreno con la Corte Suprema, este mencionó el nombre de Fernández Carlier como el quinto magistrado que supuestamente trabajaba en llave con Leonidas Bustos, Camilo Tarquino y Gustavo Malo en el escándalo del cartel de la toga, como se le denominó al famoso caso de compraventa de sentencias y favores judiciales al interior de la Corte Suprema de Justicia. Rinrín renacuajo, el magistrado salió esta mañana muy tieso y muy Malo. 

Aunque el abogado Fernández Carlier ha negado rotundamente esto, queda un sabor de que este es un trompo que gira muy rápido entre la rotación de juez absolutorio, el giro de abogado defensor, pasando por una vuelta de acusado comerciante de sentencias. Y colorín colorado, este cuento está enredado.

@yohirakerman; [email protected] 

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