Yohir Akerman
10 Septiembre 2023

Yohir Akerman

El general de los narcos

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Seis cuadernos obtenidos por la dirección especializada contra violaciones a los derechos humanos de la Fiscalía 101 de Medellín, contienen distintas declaraciones que prueban, no solo la evidente dirección del general del Ejército Mario Montoya Uribe en los falsos positivos y sus alianzas con los paramilitares, sino también vínculos, acuerdos y dineros recibidos de narcotraficantes. 

Vamos por partes, como dijo Jack el Destripador. 

Los documentos fueron enviados a la Fiscalía octava delegada ante la Corte Suprema de Justicia el 1 de octubre de 2021, y tienen como origen una declaración que hizo el exmilitar y paramilitar Adolfo Guevara Cantillo, alias 101, en entrevista con Gonzalo Guillén publicada el 22 de febrero de 2014. Es decir, llevamos más de nueve años con este conocimiento. 

Como lo mencioné en mi columna anterior, alias 101, entre muchas acusaciones preocupantes que hizo en contra del general en retiro, dijo que Montoya recibía dinero proveniente de la droga. También que hacía alianzas para poner a las fuerzas militares al servicio de los criminales y realizaba operaciones en conjunto, en contra de civiles, respondiendo a intereses paramilitares.

El 7 de marzo de 2014, la Fiscalía abrió una noticia criminal para investigar los hechos denunciados por el paramilitar alias 101, y la tarea le fue asignada al investigador criminalístico séptimo con la orden de trabajo No. 22093. 

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Después de una juiciosa investigación, este funcionario, de quien no vamos a revelar su identidad para proteger a su familia, entregó un reporte de 32 folios al entonces coordinador de la Unidad Nacional Contra el Terrorismo de la Fiscalía en Bogotá y a la coordinadora de la sección de análisis criminal del CTI.

En el informe incluyó una organizada lista de declaraciones de narcotraficantes y paramilitares que acusan al general Montoya de varios y preocupantes delitos. Correcto, del mismo personaje al que el expresidente Álvaro Uribe Vélez sigue llamando uno de los más grandes héroes de la patria. 

Los hechos muestran que puede ser todo lo contrario. 

El investigador estableció que el militar del Ejército “ha sido mencionado por Juan Carlos Sierra, alias el Tuso, quien manifestó que Mario Montoya hacía parte del denominado grupo criminal Oficina de Envigado y que recibía dinero para que informara sobre las operaciones que se iban a realizar en su contra”. Grave. 

Recordemos que alias el Tuso era un narcotraficante que había logrado colarse en el proceso de desmovilización paramilitar para acogerse a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. Su extradición a Estados Unidos se produjo el 13 de mayo de 2008 junto a otros 13 narcoparamilitares más.

Volvamos al informe. 

Según la evidencia, el paramilitar Luis Adrián Palacio, alias Diomedes, quien infiltró las Fuerzas Armadas, declaró ante un fiscal de Justicia y Paz que Montoya le habría enviado armas de regalo a Carlos Mauricio García Fernández, alias Doble Cero. Y que Doble Cero, en contraprestación, le entregaba al militar regalos en efectivo. 

No olvidemos que Doble Cero fue un abogado antioqueño que se formó en las filas del Ejército y años después, cuando decidió abandonar la vida castrense, empezó a servir a los hermanos Fidel y Carlos Castaño, convirtiéndose en el principal ideólogo de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá. En su paso por el paramilitarismo, fue crítico para las operaciones y vínculos de estas estructuras con el negocio del narcotráfico.  

El señor Luis Adrián Palacio, alias Diomedes, desmovilizado del Bloque Mineros, corroboró esa información diciendo que él fue testigo del momento y el lugar en que Montoya le entregó una camioneta con siete fusiles a alias Doble Cero, cuando este era comandante de la Cuarta Brigada. Esos son los detalles que enamoran, como diría el otro Diomedes. 

La cosa se pone peor. 

En versión libre ante la Fiscalía, otro capo de la droga, Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, aseguró que el general Montoya recibió 1.500 millones de pesos del Bloque Centauros, de Miguel Arroyave, para que las Fuerzas Armadas lo apoyaran en la guerra que los enfrentó entre 2003 y 2004 a las Autodefensas Campesinas del Casanare, al mando de Héctor Buitrago, alias Martín Llanos.

Según Don Mario, el primer soborno lo hizo Yesid Nieto, esmeraldero y narcotraficante colaborador de las autodefensas, quien presuntamente fue el puente con el general Montoya. A través de Nieto, asesinado en Guatemala en 2007, el Bloque Centauros le giró 500 millones al alto oficial en 2004. Después, el general Montoya recibió 1.000 millones de pesos más a través de José Gustavo Arroyave, alias Andrés, el hermano de Miguel Arroyave, personaje que fue asesinado en Medellín en 2008.

Según la acusación del narcotraficante Don Mario, Miguel Arroyave además le regaló un apartamento avaluado entre 400 y 800 millones de pesos en Bogotá al general Montoya, ya que el apoyo del Ejército fue clave para que el Bloque Centauros ganara la guerra contra los Buitrago. En su momento, estas declaraciones, como las otras, fueron ignoradas judicialmente.

Así sigue el reporte del investigador número siete, que también incluye acusaciones de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, sobre la coordinación y el trabajo de los criminales con Montoya en la Operación Orión. Además, incluye afirmaciones de Salvatore Mancuso, sobre las alianzas en capacidad operativa para hacerle frente a la lucha contra la guerrilla en el norte del país. Pero las acusaciones no solo vinieron por cuenta de los criminales. 

Los seis cuadernos, hasta ahora desconocidos pero que están en poder de la justicia hace más de nueve años, también tienen declaraciones de tres coroneles de la Brigada XVII del Ejército con sede en Carepa, Antioquia. Los tres declararon ante la juez segunda especializada de Antioquia que, por orden del general Montoya, utilizaron como guías a unos paramilitares del Bloque Héroes de Tolová, en desarrollo de operaciones en contra de los frentes 5 y 58 de las Farc. 

Los tres coroneles, junto con un grupo de siete militares, fueron procesados por la masacre de ocho personas, entre ellos tres niños, en San José de Apartadó, ocurrida el 21 y 22 de febrero de 2005. El excapitán Armando Gordillo se acogió a sentencia anticipada y dijo: “Esta operación llevaba dos guías civiles, alias Ratón y alias Jons, contratados por el general Montoya de la Brigada XVII”. Los civiles eran paramilitares. 

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Pero a esos cuadernos habría que darles algunas actualizaciones. Quizá un cuaderno más. El primer reajuste es que, ante esa investigación, el 25 de septiembre de 2017, el exmilitar y paramilitar Adolfo Guevara Cantillo, alias 101, se ratificó en sus acusaciones contra Montoya. Lo hizo en una instancia judicial, donde confirmó los señalamientos sobre Montoya recibiendo pagos por parte de narcotraficantes. Como dice el aforismo popular: “No hay fecha que no se cumpla, plazo que no se venza, ni deuda que no se pague”. 

No paran ahí las nuevas acusaciones en contra del general. 

Una grabación en poder de la Fiscalía, del 3 de agosto de 2018, entre un miembro no identificado del Ejército Nacional y el narcotraficante asesinado José Guillermo Hernández, alias Ñeñe, prueba la relación cercana que existía entre este difunto criminal y el general en retiro. La grabación, publicada el 19 de septiembre de 2020 por La Nueva Prensa, establece:

Ñeñe: Oye, vamos la otra semana para ver si vamos a la finca y ver los animales…
Amigo del Ejército: ¿Me avisa? Me avisa y vamos.
Ñeñe: Hummm
Amigo del Ejército: Por ahí vi lo del moquete a Pepe Gnecco…
Ñeñe: ¿Ah?
Amigo del Ejército: Que Pepe Gnecco me llamó estos días que hay unos manes que por ahí estaban dando vueltas…
Ñeñe: Ajá…
Amigo del Ejército: Entonces el comandante del Batallón que para mandar las tropas para allá…
Ñeñe: Ajá
Amigo del Ejército: Oiga Ñeñe saludos de su general Montoya que me lo preguntó…
Ñeñe: ¿Sí? ¿Dónde te viste con él?
Amigo del Ejército: Vino a Santa Marta y almorzamos.
Ñeñe: No te creo, ese es muy querido conmigo, yo lo quiero mucho.

Y del cariño del Ñeñe vamos al odio de Otoniel. El 20 de abril de 2022, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, compareció ante la JEP y aseguró que Mario Montoya recibió dinero y prebendas del Clan del Golfo, a cambio de alianzas operativas. Para mencionar un caso, de acuerdo con la versión de Otoniel, los narcoparamilitares le habrían entregado a Montoya dinero en efectivo y una propiedad que pusieron a nombre de un testaferro, como contraprestación por trasladar al también general en retiro Leonardo Barrero Gordillo. Esto con el fin de poder realizar más fácil sus actividades delictivas. Billete y propiedad raíz para trasladar subalternos incómodos para el narconegocio. 

Esto muestra que el general en retiro Mario Montoya debe, no solo responder por los 130 casos de falsos positivos, sino también por presunto concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Todo por ser el general preferido, no solo de Uribe, sino también de los narcos. 

@yohirakerman; [email protected] 

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