Yohir Akerman
6 Agosto 2023

Yohir Akerman

Los tentáculos de Luis Pérez

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Ahora que el exgobernador de Antioquia, Luis Emilio Pérez Gutiérrez, inscribió su aspiración de volver a dirigir el departamento desde la Gobernación, se hace necesario recordar varios elementos que lo vinculan con personas de dudosa reputación y una historia de narcotráfico y paramilitarismo. El primero es una inmensa finca; lo segundo son unas delicadas fotos; lo tercero es un matrimonio complejo; y finalmente, una comprometedora carta.

Vamos a la tierra. Hace un poco más de un año, la Fiscalía impuso medidas cautelares sobre seis predios rurales ubicados en los municipios de Rionegro y El Retiro, en el Oriente antioqueño. Predios que, presuntamente, pertenecieron a narcotraficantes y paramilitares, entre los que se encontraba nada más que Vicente Castaño.

Como se ha denunciado en esta columna, en cuatro de esos seis megalotes, aparece como dueño la persona que ha sido alcalde de Medellín en 2001, gobernador de Antioquia en 2016, precandidato presidencial en las elecciones pasadas y ahora, una vez más, pretendiente de la gobernación departamental.

Peor aún, los predios englobados bajo el nombre de Torrealta, que están registrados bajo propiedad de Pérez Gutiérrez, no solo tienen el detallito de haber pertenecido a al exjefe paramilitar Vicente Castaño, luego del cobro de una deuda entre los narcotraficantes Gustavo Tapias Ospina, alias Techo, y Édgar Marroquín, alias Marroco. Además de lo anterior sus problemas incluyen otros líos adicionales, tejidos bajo el poder y las decisiones tomadas por este candidato durante su pasada gobernación.

Vamos al principio.

El 21 de diciembre 2006, el en ese entonces exalcalde de Medellín Pérez Gutiérrez, junto a otros inversionistas, compraron la primera parte de esta finca a la empresa Marroquín Rubiano Asociados Limitada por 496 millones de pesos. En los documentos oficiales se corrobora que las dueñas de esa compañía eran dos mujeres que vivían en Estados Unidos. Pero en realidad, quien actuaba como el propietario real era el jefe paramilitar asesinado en 2004, Carlos Mario García, alias Doblecero.

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El 23 de febrero de 2007, Pérez Gutiérrez y sus inversionistas compraron una segunda área por 225 millones de pesos y, finalmente, el 31 de julio de ese mismo año, sus hermanos Mario y Darío de Jesús Pérez Gutiérrez adquirieron el 42 por ciento de otra propiedad con un área de 700.000 metros cuadrados, por un poco más de 200 millones de pesos.

De esa manera, la finca que fue comprada en tres partes por el señor Pérez Gutiérrez y sus socios hace poco más de 16 años por un total de 921 millones de pesos, hace un año fue valorizada por la Fiscalía, en 74.000 millones de pesos. Pero ese cálculo está corto, ya que según especialistas en bienes raíces, por las características de la tierra, esa megahacienda cuesta hoy más de 140.000 millones de pesos por otros detalles.

Sigamos con eso. El 30 de diciembre de 2015, dos días antes de que empezara el mandato del gobernador Pérez Gutiérrez, el entonces secretario de Planeación de Rionegro, Jorge Alberto Urrea Mejía, hizo una maratón de aprobaciones de licencias para construcción de viviendas en ese municipio.

La resolución número 1270 de la Alcaldía de Rionegro le otorgó al señor Juan Esteban Valencia Piedrahita, propietario y apoderado de los señores Luis Pérez Gutiérrez, sus hermanos, Alberto de Jesús, Darío de Jesús y Mario de Jesús Pérez Gutiérrez, y sus socios, el permiso para parcelar los predios que corresponden a una parte de la famosa hacienda Torrealta.

Por medio de esa resolución se le entregó al señor Pérez Gutiérrez y a los otros propietarios de Torrealta, la potestad de sacar 120 lotes, con áreas desde 3.000 metros cuadrados, en un sector que no estaba comprendido dentro de los polígonos de parcelación por el POT de ese momento.

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Pero su buena suerte con esa tierra no para ahí. El 23 de noviembre de 2016, el ya posesionado mandatario anunció la construcción de una doble calzada de 13,3 kilómetros que conectaría los sectores de Las Palmas y El Tablazo.

Algunas propiedades de El Tablazo, cuya densidad de costosas fincas de recreo es altísima, se vieron beneficiadas de acuerdo a su cercanía con la nueva carretera. Pérez Gutiérrez fue uno de los felices propietarios de las propiedades que se vieron beneficiadas con su propia decisión.

Este curtido político, que nunca se ha caracterizado por ser ingenuo, nunca, ni cuando compró la tierra que venía de manos de paramilitares, y menos cuando consiguió el permiso a último minuto para poder sacar parcelas, tampoco fue torpe en este momento.

El entonces gobernador, después de mostrar el primer trazado de la obra entre Las Palmas y El Tablazo, presentó un impedimento personal sobre la APP, manifestando que habría familiares suyos con tierras en la zona. Familiares, óigase bien la sutileza e intencional falta de claridad del exgobernador, puesto que es probado que él era y es el mayor accionista y propietario de Torrealta.

Dejemos el tema de la tierra y ahora vamos a las fotos. Porque esas lo vinculan con eventos donde aparece el narcotraficante José Bayron Piedrahíta Ceballos.

El primer hecho sucedió el 24 de mayo de 2015, en un evento en la hacienda Santa Elena que realizó la esposa del entonces alcalde de Caucasia, Andrea Chavera. Ese evento contó con la asistencia de Óscar Aníbal Suárez como aspirante a la Alcaldía de Caucasia y de, en ese momento, el candidato a la Gobernación de Antioquia, Luis Pérez.

José Nadín Arabia Abisaad, esposo de Andrea Chavera, fue alcalde de Caucasia entre 2011 y 2015. Durante su campaña, la Misión de Observación Electoral (MOE) lo incluyó en la lista de candidatos cuestionados por la financiación de Piedrahita Ceballos.

Posteriormente, en 2015, Arabia Abisaad apoyó a quien había sido su secretario de Hacienda, Óscar Suárez, para su sucesión en la Alcaldía de Caucasia. Gracias a la Fundación Paz y Reconciliación, se conoció que Suárez también fue financiado por Piedrahita Ceballos.

No fue una coincidencia o un error la presencia de Pérez Gutiérrez en ese evento. Eso lo confirma otra foto del 21 de abril de 2016, en donde aparece José Piedrahita Castillo, hijo de José Bayron Piedrahita Ceballos, asistiendo a un Consejo de Seguridad realizado en el aeropuerto de Caucasia, donde se le ve al lado del alcalde Óscar Suárez, el exalcalde José Arabia y el entonces gobernador Luis Pérez.

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Pues bien, solo una semana después, el 3 de mayo de 2016, Piedrahita Ceballos, su esposa y su hijo fueron incluidos en la Lista Clinton, al igual que varias empresas de su grupo. Una de esas compañías se llama Subasta Ganadera de Caucasia, la cual tiene como miembro de junta a José Nadín Arabia Abisaad.

Pero existe otro elemento que relaciona a Piedrahita Ceballos con el candidato a gobernador Luis Pérez, y tiene que ver con las finanzas del polémico exalcalde de Barbosa, Antioquia, Édison García Restrepo.

En un artículo publicado el 25 de noviembre de 2017, el alcalde hizo una confesión al momento que le cuestionan sobre la procedencia de su dinero, en la que dice: “Conocí al doctor Piedrahita en un negocio que hay en el parque del pueblo, porque llegó con el ahora gobernador Luis Pérez, que fue quien me lo presentó”.

Así como se oye.

Ahí no paran las oscuras relaciones de amigos, familiares y financiadores de Luis Pérez, que demuestran la cercanía que este político siempre ha tenido con historias de narcotráfico y paramilitarismo.

El 18 de noviembre de 2011, la abogada Surany Arboleda Arias, ahijada del exgobernador Pérez Gutiérrez, anunció que emprendería acciones legales contra el alcalde de Medellín de la época, Alonso Salazar. Arboleda estaba representando a la familia del paramilitar Efraín Maldonado Álvarez, alias Don Efra, asesinado días antes en el oriente de Medellín.

Durante la campaña a la Alcaldía de Medellín de 2011, 23 días antes de que se eligiera a su sucesor, el alcalde Salazar entregó a los medios, fotos y testimonios que comprobaban que alias Don Efra junto a Antonio López, alias Job, estaba apoyando la candidatura de Pérez.

Pues bien, como lo hemos denunciado en este espacio, Luis Pérez fue el padrino de bodas de la abogada que representó a la familia de uno de los paramilitares en esta pelea. Surany Arboleda Arias es hija de Rocío Arias Hoyos, a quien el 17 de marzo de 2010, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por 20 años por promocionar y auspiciar a las Autodefensas Unidas de Colombia.

Ella se hizo conocida por ser vocera de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, por lo cual, en julio de 2010, un juzgado especializado de Medellín le impuso una condena de 45 meses de prisión.

Arias Hoyos hizo campaña públicamente por Luis Pérez a la Gobernación acompañada de su amiga Llanedt Rosa Martínez, quien también es amiga íntima de Surany Arboleda.

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Por ahí sigue el relato. Llanedt Rosa Martínez, se desempeñó como la gerente indígena de Antioquia, reportándole directamente al mencionado gobernador. Llanedt Rosa es esposa del señor Luis Javier Castaño Ochoa, uno de los grandes financiadores de la campaña de Luis Pérez a la pasada Gobernación, como lo muestra un informe del Consejo Nacional Electoral, el cual establece que la campaña recibió un préstamo de Inversiones Castaño L.J. y CIA por 200 millones de pesos. El representante legal de dicha empresa es el señor Castaño Ochoa.

Es importante recordar que, en 1986, Castaño Ochoa fue detenido en Estados Unidos y posteriormente condenado a 14 años de prisión por narcotráfico y lavado de dinero.

Como si esto no fuera poco, terminemos con la carta. La correspondencia es de junio 4 de 1991, y está dirigida a la periodista Silvia María Hoyos. Cuenta que el capo Pablo Escobar se iba a reunir con el, en ese momento, rector de la Universidad de Antioquia, Luis Pérez, para tramitar lo relacionado “a su estudio”.

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La carta, firmada de su puño y letra y autenticada con la huella dactilar de Escobar, deja ver que el rector se iba a reunir con un confeso delincuente, que ya tenía auto de detención en su contra por narcotráfico, en el año más violento de la historia de Medellín.

Todos estos hechos demuestran que Luis Pérez siempre se ha movido y relacionado con personas vinculadas directamente con el narcotráfico o el paramilitarismo. En unas para hacer negocios y en otras para hacer gobierno. Y lo que queda claro es que, en el mundo privado, el candidato a gobernador de Antioquia ha corrido con mucha suerte, tanta como en el sector público. Quizás porque el sector público es, en realidad, el sector privado de este tipo de políticos.

@yohirakerman; [email protected]

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