Johana Fuentes
7 Septiembre 2023

Johana Fuentes

No son intocables

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Esta semana la Corte Suprema de Justicia ordenó la captura del exsenador Arturo Char por los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante, dentro del proceso que se adelanta por el entramado de corrupción y compra de votos en la campaña para llegar al Congreso en 2018. Pese a que en contra del clan Char han existido cuestionamientos y graves denuncias, esta sería la primera vez que la familia más poderosa de la costa Atlántica tenga a uno de sus miembros en la cárcel.

Según la Corte, Arturo Char habría sido parte de un acuerdo delictivo para comprar votos de forma masiva en el Atlántico, del cual no solo se habría beneficiado él, sino también la condenada excongresista Aida Merlano, quien aspiraba al Senado, y Lilibeth Llinás, entonces candidata a la Cámara de Representantes.

La compra de votos no es algo nuevo ni desconocido en el país, es una práctica que, lamentablemente, se ha normalizado y de la que se habla con total naturalidad en algunas regiones. Lo que no se había visto es una condena como la de Merlano por dicho asunto. El hecho fue tan escandaloso que la excongresista prendió el ventilador y reveló detalles de la operación. Allí dejó clara la responsabilidad de Arturo Char y su hermano Álex, hoy candidato a la Alcaldía de Barranquilla.

“Yo entregué varios archivos en un solo compilado: documentales, registros fotográficos y videos que mostrarían claramente la participación no solo de Arturo, sino especialmente de Alejandro Char, que fue finalmente quien financió mi campaña y quien organizó todo ese disfraz para que terminara haciendo parte del entramado de corrupción”, le dijo la excongresista a CAMBIO en una entrevista el año pasado, cuando aún no había regresado al país.

En su momento, Aida Merlano fue descalificada por los Char y la atención empezó a desviarse a detalles sobre la relación amorosa que sostuvo con Álex. No cambió mucho la reacción al conocerse la decisión de la Corte. Los Char y su grupo político insisten en la inocencia de Arturo y en decir que Merlano miente.

Miembros de Cambio Radical —partido al que no le ha importado avalar a políticos impresentables que luego terminan destituidos o condenados— prefirieron guardar silencio argumentando estar atravesando un momento difícil, mientras que el jefe de la colectividad, Germán Vargas Lleras, celebró el regreso de Char al país, seguro de que probará su inocencia. No hubo espacio para la autocrítica, esa que tanto le piden al presidente Petro y a sus funcionarios.

Es desconcertante que con la relación que tiene Álex Char en la denuncia, continúe campante su carrera —por tercera vez— a la Alcaldía de Barranquilla, con el discurso de haber sido el mejor alcalde que ha tenido la ciudad. “El alcalde del cemento”, como él mismo se hace llamar, esta vez ha prometido pavimentar 600 vías. La gente lo aplaude, la prensa local calla. Seguramente será alcalde. Lo cierto es que en un país en el que a los poderosos no se les toca, a los intocables Char les está llegando su hora.

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