Bogotá es la única zona de Colombia sin riesgo de dengue, pero esto podría cambiar

Crédito: Colprensa

16 Abril 2024

Bogotá es la única zona de Colombia sin riesgo de dengue, pero esto podría cambiar

Valle del Cauca, Huila, Vaupés, Amazonas, Tolima y Cali tienen el mayor número de casos por cada 100.000 habitantes. Solo la capital está exenta, aunque el panorama podría variar en el futuro.

Por: Pía Wohlgemuth N.

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Colombia está en medio de un brote de dengue. Cada tres años se espera un incremento de casos por el ciclo natural de la enfermedad, pero en esta ocasión el ciclo ha sido más extenso de lo normal y se ha prolongado desde 2023. Casi todo el país está en riesgo, menos Bogotá, una ciudad en donde la presencia del mosquito con capacidad de infectar no se ha registrado. Sin embargo, el calentamiento global podría cambiar el panorama. 

Datos del Instituto Nacional de Salud (INS) muestran que la incidencia nacional de la enfermedad es de 264,5 casos por cada 100.000 habitantes, cuando se esperaba que fuera de 75,1 casos. La capital del país es la única entidad territorial, entre 38, sin población en riesgo de toparse con la enfermedad. En contraste, el Valle del Cauca, Huila, Vaupés, Amazonas, Tolima y Cali tienen el panorama más difícil: superan los 500 casos por cada 100.000 habitantes y la mayoría son menores de 17 años.

El mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue, se ha encontrado entre el nivel del mar y los 2.200 metros de altura. Incluso, se ha registrado su presencia a 2.400 metros, aunque en este caso no era transmisor del dengue. Por eso, la capital del país se ha salvado, hasta ahora.

Sin embargo, Wilmer Villamil, delegado por Colombia de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLMV), explica que con el cambio climático se podría comenzar a ver un rango de expansión del mosquito transmisor a zonas más altas.

Por ello, considera que se debe hacer una búsqueda activa del mosquito “porque se está dando todos los efectos del cambio climático y Bogotá se está calentando”. Si bien es cierto que la ciudad alcanzó temperaturas récord en enero de este año (más de 25 grados centígrados), las noches y las madrugadas siguen siendo más frías, lo que podría afectar al mosquito.

Ahora bien, el mismo boletín epidemiológico del INS muestra que en dos municipios de Cundinamarca ha habido más casos de los esperados para este momento del año.
 

Por una parte, Fusagasugá reporta 460 casos acumulados y 278,2 por cada 100.000 habitantes. El número esperado era de 2 casos y el observado, entre 31 de marzo y el 6 de abril, fue de 262. El otro municipio es Girardot, con 55 casos observados, frente a 19 esperados. La incidencia es de 182,6 casos por cada 100.000 habitantes y en todo el año ya suma 215 diagnósticos.

Es decir, la enfermedad no está lejos, en distancia, de Bogotá.

Villamil, quien también es presidente del comité de medicina tropical zoonosis de la Asociación Colombiana de Infectología, insiste en que el calentamiento de Bogotá hace propicio el ambiente para la llegada del bicho.

Por su lado, Alfonso Morales, quien preside la SLAMVI, aclara que nada de esto significa que en Bogotá no puedan diagnosticarse casos de dengue. Las personas que viven en la ciudad pueden contagiarse en otras zonas y enfermarse al volver, y recibir el diagnóstico en Bogotá.

Para todas las personas en zonas de riesgo, Morales asegura que la prevención comienza controlando al vector -el mosquito- dentro y fuera del domicilio de las personas: evitar la presencia de criaderos, cualquier recipiente destapado, hasta con poca agua, puede llegar a ser un lugar propicio para que el mosquito se reproduzca. Los floreros, tanques destapados, entre otros, son ejemplos de ellos.

El dengue y la sequía

Debido a lo anterior, el fenómeno de El Niño y de La Niña son ambientes óptimos para la reproducción del mosquito del dengue, según Franklin Prieto, director de Vigilancia y Salud Pública del INS.

"Primero vino La Niña y luego llegó El Niño, y esperamos que luego nuevamente vuelva La Niña. Es decir, ese fenómeno climático le ha dado las condiciones para que el mosquito se pueda reproducir de manera más adecuada", explica de la ola de dengue actual.

Según él, con La Niña llueve en exceso, el agua se acumula y la población no tiene tiempo para desocupar los depósitos de agua a su alrededor. Con El Niño hay sequía, las personas guardan el agua y muchas veces esta queda en envases destapados. "El mosquito, que le gusta mucho el agua limpia, se queda ahí, ahí está manteniendo su reproducción", agrega en el podcast De Primera Fuente del instituto.
 

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