Alcaravanes y otras señales del cambio de las aves en Bogotá
24 Abril 2024

Alcaravanes y otras señales del cambio de las aves en Bogotá

Crédito: Alcaraván - Crédito: Flickr - Fra298

La llegada de especies no nativas y la casi desaparición de otras en el siglo XXI refleja cómo la capital del país, con el cambio climático, la deforestación y otros factores ha cambiado su fauna.

Por: Redacción Cambio

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Una familia de alcaravanes llaneros se para sobre un techo metálico de la avenida 72 de Bogotá, a mediodía. Durante los días de verano, unas cinco aves reciben desde allí el calor del sol que recuerda al de los Llanos Orientales, su región natal. Desde hace al menos 23 años estos animales llegaron a la sabana y ahora no es extraño verlos rondando por la ciudad. Son parte de las más de 250 especies de aves identificadas en la ciudad.

alcaravanes

El cambio en las temperaturas, la deforestación y la presencia de especies invasoras son algunas de las causas probables para que este y otros animales estén ahora en Bogotá. Su llegada ha estado acompañada de la partida de otros, cada vez menos frecuentes, pese a la riqueza natural de la ciudad: 4.500 parques urbanos, 190 cuerpos de agua, 15 humedales, el páramo de Sumapaz y otros tesoros naturales.

Dice Loretta Roselli, ornitóloga e investigadora en biodiversidad, que las aves representan los cambios más notables en la fauna de la capital colombiana, con la desaparición del territorio de algunas especies y la llegada de otras no nativas.

Por ejemplo, la experta habla de la reducción de la población del copetón y de la paloma torcaz, “que tuvo un auge impresionante hace como 30 años”, pero hoy está en declive. Se refiere también al chirlobirlo, el colibrí vienticobrizo, el mosquero, cuyas poblaciones son cada vez menores. 

chirlobirlo

(Chirlobirlo - Crédito: CorpoGuavio, Felipe Bejarano)

Oswaldo Cortés, biólogo e investigador, dice que otras especies al borde de la desaparición son la alondra cornuda, el cucarachero de pantano –que podría ser de los más golpeados por el cambio climático– y el doradito tropical.

doradito tropical

(Doradito tropical - Crédito: Oswaldo Cortés)

La tingua, característica de Bogotá, se ve cada vez menos por la mala calidad del aire y por la presencia del buchón de agua, una planta invasora en los humedales, según Cortés.

tingua bogotana

(Tingua bogotana - Crédito: Oswaldo Cortés)

"Las extensas coberturas (del buchón de agua) interfieren la penetración de luz, imposibilitando la fotosíntesis de las algas y ocasionando un decrecimiento en la concentración de oxígeno disuelto en el agua que llega a niveles cercanos a la anoxia (falta de oxígeno)", explica. Esta misma, según el experto en aves, afecta los sitios de anidación de la tingua.

Entre las desaparecidas en el área de la capital está el zampullín colombiano, que no se ve desde 1980. 

El llamado coquito, el ganso egipcio, el gavilán bailarín y la corocora negra son algunas de las aves que antes no paseaban por cielos o suelos bogotanos, y ahora viven allí. “Han bajado por el cambio en el uso del suelo y la transformación del paisaje”, señala Cortés.

coquito

(Coquito - Crédito: Oswaldo Cortés)

Roselli habla, por ejemplo, de la disminución de jardines. Antes había menos edificios y más casas con espacios verdes en donde las aves pasaban mucho tiempo, entre brevos y cerezos. El incremento de la temperatura, piensa, también es uno de los probables causantes en los cambios indirectos sobre la fauna bogotana.

También se refiere a la deforestación y a la interrupción de corredores de zonas boscosas verdes que pueden abrir camino a especies acostumbradas, a caminos más abiertos, a potreros.

No obstante, como explica la ornitóloga, la mayoría de las causas probables son, sobre todo, hipótesis que deben estudiarse más a fondo. 

El estudio de 26 años

Uno de los análisis más grandes que se han hecho sobre el cambio de las aves en Bogotá, fue publicado en 2017: “Cambios en 26 años en la avifauna de la región de Bogotá, Colombia: ¿Se ha vuelto importante el cambio climático?”. Entre sus autores está Roselli, como parte de la Asociación Bogotana de Ornitología.

El estudio se enfoca en el área bogotana entre 2.600 y 3.100 metros de altura sobre el nivel del mar y sus autores analizaron datos de 26 años de un conteo anual de aves. Registraron 235 aves en la capital, de las cuales tres son endémicas, 46 migrantes y cuatro son subespecies endémicas.

El 31 por ciento de las especies analizadas aumentó el 20 por ciento y el 49 por ciento no cambió. Los cambios más grandes, dice el documento, se dieron en las zonas urbanas que en las rurales.

El registro de abundancia no necesariamente es una victoria. Nueve de las especies que incrementaron no son nativas de Bogotá, vienen de zonas más calientes. Por otro lado, algunas de las especies que disminuyeron se movieron de altitud y por eso no aparecen en el análisis. Es decir, cambiaron de área y se salieron del radio de estudio.

Además, muchas de las especies que aumentaron o se establecieron durante el tiempo del análisis, vení­an de zonas más bajas o de las más calientes y secas, más allá de la zona en la que se enfoca el conteo.

“Por el contrario, los límites de elevación más bajos se trasladaron a elevaciones más altas en varias especies que disminuyeron. El cambio climático con sus efectos relacionados representó el factor asociado con la mayor cantidad de cambios en la abundancia”, dice el estudio. El cambio climático con sus efectos relacionados representa el factor asociado con la mayor cantidad de cambios en la abundancia”, dice el estudio.

En su momento, el Instituto Humboldt aseguró que los cambios suceden, entre otras razones, por la transformación de los bosques y los humedales en suelos de cultivos, potreros y zonas urbanas. Esto, a su vez, produce un fenómeno conocido como "isla de calor", que sucede en las ciudades por cuenta de los cambios en el uso de los suelos, que pasaron de estar cubiertos de vegetación a estar cubiertos de concreto y otros materiales urbanos.

En 2019, según el Humboldt, una isla de calor en Bogotá registraba temperaturas de más de 3 grados centígrados por encima de las promediadas a las afueras de la ciudad durante 40 años.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí