¿Tienen oro? ¿De qué están hechas las monedas en Colombia? 

La primera moneda de oro hecha en América se acuñó cerca de Santa Fe de Bogotá en 1622, según el ingeniero y experto en numismática Andrés Felipe Cortázar Mejía. Esta labor fue emprendida por el ingeniero militar y arquitecto Alonso Turrillo de Yebra, quien logró los permisos necesarios para trasladar de Cartagena a la hoy capital de Colombia los equipos necesarios para la fabricación de monedas. Esas monedas son las que tienen formas irregulares, hechas a golpe de martillo, y que son conocidas como macuquinas. 

Muchas de las primeras monedas que se hicieron de oro en Colombia que sobreviven hasta nuestros días fueron encontradas por una pareja de pescadores en 1936 en un islote del río Magdalena conocido como El Mesuno, ubicado a seis kilómetros de la ciudad de Honda, en el departamento del Tolima. En el museo Casa de la Moneda se pueden ver alrededor de 500 de estas piezas.

Los estafadores sacaban provecho de estas monedas irregulares al recortar sus bordes para extraer pedacitos de oro. Es por eso que las monedas modernas tienen una especie de cinturón grabado a su alrededor. 

Con el paso de los siglos, la producción de monedas de oro, plata y cobre fue muy variable. Las múltiples guerras que sufrió el país, antes y después de la independencia, hicieron que muchas veces el contenido de oro o plata fuera muy menor y que a veces “mostraran” el cobre, como afirma el ingeniero Químico Ignacio Alberto Henao Jaramillo en el artículo La moneda del siglo XIX, publicado por el Banco de la República en su sitio web.

Por ejemplo, “Simón Bolívar puso la Casa de Moneda de Bogotá bajo la dirección del general José Miguel Pey, con órdenes perentorias de proveer de fondos al Ejército, pero simplemente no había con que acuñar las monedas con el contenido de metal fino que se pretendía”, recuerda Henao Jaramillo. 

Frente a esta escasez de materiales, el papel moneda para los billetes se convirtió en una opción cada vez más atractiva. En 1865, el Congreso permitió que todos los bancos emitieran billetes y que los estados crearan bancos regionales con sus propias normas comerciales y bancarias. Muchos de estos emitieron billetes, en especial los que tenían lazos con entidades financieras extranjeras, algunos, incluso, imprimiendo en el extranjero o en litografías locales. Esto duró hasta abril de 1887, cuando el gobierno les dio la orden de retirar los billetes que tuvieran en circulación. 

El cuproníquel, una aleación entre cobre y níquel, fue reemplazando poco a poco las monedas de plata y oro: “Esas monedas de cobre níquel se conocen en la estadística monetaria como moneda de tesorería, porque fueron emitidas hasta 1991 por la Tesorería General de la Nación y no por el Banco de la República”, dice Antonio Hernández Gamarra en su artículo Del patrón oro a medio legal, publicado en el sitio web del Banco de la República. La familia de monedas colombianas que están en circulación en este momento tienen dos tipos de aleaciones: alpaca (cobre, zinc y níquel) y CuA1Ni (cobre, aluminio y níquel).

Existen contadas excepciones de monedas de oro que llegaron al siglo XX: “En 1885 y 1886, con las pocas barras que entraron a la Casa de Moneda de Medellín antes de su cierre definitivo en 1889, se acuñaron las últimas monedas colombianas de oro del siglo XIX. De estas piezas se fabricaron cantidades muy reducidas, en especial de la rarísima y bella pieza de diez pesos de 1886, de la cual quizá sobreviven solo tres ejemplares”, afirma Henao Jaramillo.

El Banco de la República afirma en su página de Facebook que “las últimas monedas de oro que circularon en Colombia se acuñaron en Medellín en 1930, época en la cual desapareció el circulante de oro. Colombia, al igual que muchos otros países, se vio obligada en 1931 a eliminar la convertibilidad del peso por oro, como consecuencia de la gran depresión económica mundial”. Se trata de la moneda de cinco pesos, conocida como “libra colombiana”. En eBay, monedas de este tipo alcanzan los 497.69 dólares.

"De acuerdo con las resoluciones de la Junta Monetaria y las normas aplicables, el precio de venta de las monedas conmemorativas puede tener en cuenta tanto el valor numismático como el valor del oro utilizado en su elaboración. Por lo tanto, el Banco de la República calcula el precio de venta de las monedas de oro conmemorativas utilizando una fórmula matemática específica", afirma el banco. 

PV= ((( Pt x 0.90) x Vr. g) x 1.20) x 1.19

Donde

PV = Precio de Venta

Pt = Peso total de la moneda

0.90 = Las monedas son Ley 900, así se obtiene el peso neto de venta.

Vr. g.= Precio de venta del gramo de oro para el día de la compra[2].

1.20 = Corresponde a un incremento del 20% de valor numismático.

1.19= Incremento del 19%, que corresponde al Impuesto al Valor Agregado (IVA).