Para el jurista Rodrigo Uprimny, aunque el mundo debería estar regido por una democracia universal que garantice los derechos de todos, sin importar la nacionalidad, ello no dejaría de ser más que una utopía. Pero asegura que, aún si ese ideal resulta irrealizable, no es por ello un concepto inútil, pues debería guiarnos al discutir muchos problemas contemporáneos.