12 Septiembre 2022

Ondatrópica: una década de descargas camaleónicas

Más allá de celebrarse el décimo aniversario de un disco de culto de la música tropical colombiana, esta superbanda representa la documentación, la riqueza y la celebración de una raíz multicultural en la región. Se presentarán el 16 de septiembre en el Teatro Colón de Bogotá.

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Onda Trópica. Fotos: B+ | Cortesía de Ondatrópica.

Por Sebastián Narváez Núñez
La anécdota que se cuenta de Ondatrópica suena surreal. Como si de una fantasía o relato de ciencia ficción se tratara. Como si viajar en el tiempo fuera un hecho y no una teoría.
Ese viaje, en efecto, sucedió.
Durante tres semanas de enero de 2012, el estudio de grabación de Discos Fuentes, en Medellín, fue la sede de esta ruptura en el tiempo en la que aquellos que fueron pioneros y maestros de la música tropical colombiana, durante la época de oro entre la década de los sesenta y finales de los setenta se cruzaron con la nueva ola de artistas que representaban la vanguardia de las músicas colombianas. Suena a multiverso el encuentro de ambos mundos y lo fue.
En las paredes que encierran el estudio de Discos Fuentes, sucedió no solo el encuentro sino la fusión del ensamble más ambicioso de la música tropical en Colombia desde Wganda Kenya en los años setenta. A lado y lado se veían formados Mario Galeano y Fruko, Quantic y Aníbal Velásquez, Markitos Micolta y Nidia Góngora, Wilson Viveros y Pedro Ojeda, Alfredito Linares y Esteban Copete, Pedro Ramayá y Marco Fajardo, Fernando 'Ovejo' Silva y Eblis Álvarez, sólo por nombrar algunas duplas intergeneracionales que sumaban en total 35 músicos de la vieja y la nueva escuela que se unieron para crear ese oxímoron de “clásico moderno” que es Ondatrópica, una superbanda formada, gracias a la gestión y el patrocinio del Consejo Británico, para representar a Colombia en los eventos culturales de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“Vimos una oportunidad de oro de poder explorar unos intereses muy acuñados que teníamos tanto Quantic como yo alrededor de la discografía y nos pareció el momento perfecto para dedicarles el tiempo y los recursos a poder buscar a estos personajes y poderlos invitar, además con este respaldo económico que nos permitía pagarles bien por su participación”, cuenta Mario Galeano sobre la génesis del proyecto que además, dice, se llevó a cabo desde un ángulo transversal, sin endiosamiento al repertorio de antaño y con una proyección de futuro que permitiera pensar la contemporaneidad que representaban en estos sonidos tropicales en ese justo momento.
Musicalmente Colombia estaba atravesando por el auge de lo que se bautizó como “nueva música colombiana”, con representantes como ChocQuibTown, Bomba Estéreo y Monsieur Periné, entre otros, en un contexto en el que el CD físico estaba desapareciendo y las plataformas digitales empezaban a tomar fuerza. Sin embargo, Ondatrópica nadó a contracorriente. Sus esfuerzos fueron dignos de ese regreso en el tiempo. Fueron necesarios 25 rollos de cinta y 580 kilos en equipos análogos para la grabación de un disco que iba a contar con una docena de canciones y terminó con tres veces esa cantidad de material. De allí sobrevivieron 24 temas que hacen parte del vinilo triple que se prensó y un vinilo de 45 pulgadas con dos bonus tracks.

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Ha pasado una década desde que Ondatrópica irrumpió en el panorama de la música colombiana. De su sonido han sido testigos festivales alrededor del mundo, desde Glastonbury en Gran Bretaña hasta el Estéreo Picnic en Bogotá. Es un proyecto visionario, un junte como pocos en el mundo y un experimento que, más allá de la música, ha servido como puente generacional.

Para Mario Galeano, 'Comandante' del Frente Cumbiero, hacerlo análogo era casi una obligación. “Para nosotros, como personas muy afiebradas al formato, el hecho de grabar en Discos Fuentes, casi que implicaba seguir sacando nuestros discos en vinilo. Era una consecuencia de cosas que ya llevábamos explorando varios años antes y por lo mismo, más que un compromiso obligatorio, era también porque el patrocinio y los presupuestos nos permitían hacer algunas cosas que desde otro punto de vista eran absurdamente caras como para asumirlas de nuestro propio bolsillo”.
Los conocedores del formato notan el resultado. La señal de este trabajo es ciento por ciento análoga, no hay ni un solo computador de por medio. “Todo el registro, el traspaso, la masterización fue totalmente análoga y son cosas que hoy día, tal cómo está funcionando el mercado, no se pueden hacer”, comenta Mario, quien también reconoce que este esfuerzo por volver a las técnicas de antaño no habrían sido posibles sin Mario Rincón y su hijo Luis, ambos gurúes del sonido que hicieron parte de esa era dorada para Discos Fuentes y toda la música que se grabó en su estudio.
De las 480 horas de ensayo y grabación, donde más que rendir homenaje a estándares de la tropicalia de antaño, se montaron composiciones originales de Quantic, Alfredito Linares, Michi Sarmiento y Mario Galeano. Vieron la luz un compilado de descargas variopintas y camaleónicas, como un homenaje no solamente al sonido de las costas colombianas, sino al latir de toda una región, que por momento recuerda al piano desenfrenado de Richie Ray y en ocasiones flautas experimentales con rap, skas cumbieros, tumbaos urbanos, swings y, en general, un paisaje que hermana a un continente cuya tradición, pero sobre todo cuya exploración ha sido vital para la pista de baile.

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La celebración de la primera década de Ondatrópica presentará en escena una alineación de lujo entre la vieja y nueva escuela de músicos que abordan lenguajes tropicales de Colombia el próximo 16 de septiembre en Bogotá.


Para el productor y músico inglés Quantic, Ondatrópica es “un colectivo tropicalista que está enfocado en reinventar o dar luz a unas esquinas del tropicalismo colombiano que continúa en la aventura de las bandas antiguas y clásicas de Colombia como de los años setenta. Pero también continuar con esa magia de la salsa, la cumbia, la música tropical, con unas cosas modernistas, una influencia electrónica y una influencia contemporánea”. Para el maestro Wilson Viveros es “un grupo muy acogedor con una variedad de razas y estilos musicales en el cual se goza, se disfruta y se vive la música". Mientras que para Alfredo Linares “es una agrupación que tiene varias facetas, y se distingue por abordar musica de varios géneros, porque pueden tocar música del Pacifico (currulao, mapalé) y a la vez la música del Atlántico (cumbia, paseo, vallenato), y una parte que se ha fusionado con el rock, siendo parte de un trabajo interesante".
Al final todo esto se traduce en un ejercicio que, como recuerda Will Holland, “tiene una importancia en la historia porque apareció en un momento en que el interés en ese tipo de música estaba en un punto muy bajo. Despertaba el interés solamente de gente coleccionista, de gente que está con la curiosidad de encontrar música y explorar la historia, pero igual muchas historias y muchos personajes quedaron perdidos a la luz de otras músicas colombianas más populares, más modernas. Pienso que Ondatrópica encontró la esencia de nuevo y con unos músicos fabulosos, muy talentosos, se levantó de nuevo el concepto de la música tropical de Colombia en un momento en que estaba muy perdido.

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