Así se cocinó el voto con el que la reforma pensional superó el Senado

Crédito: Crédito fotografía: redes sociales de la senadora Martha Peralta.

24 Abril 2024

Así se cocinó el voto con el que la reforma pensional superó el Senado

En la votación del último artículo de la reforma pensional el cuórum estuvo a punto de romperse porque faltaba un voto. A último minuto un senador entró al recinto y evitó que la aprobación del proyecto se postergara un día más. ¿Qué pasó?

Por: Andrés Muñoz

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El pasado 24 de abril se aprobó la reforma pensional en la plenaria del Senado. Por más de cinco horas se discutieron los 23 artículos que faltaban por aprobar del proyecto original. El único artículo nuevo se incluyó a último minuto, gracias a un acuerdo político que se cocinó en tiempo récord a pocos metros del Salón Boyacá. 

Antes de las ocho de la noche, la discusión de la reforma pensional iba a toda marcha, gracias a que la senadora María José Pizarro presidió la sesión. Iván Name, presidente del Congreso, le cedió la silla a la congresista del Pacto Histórico. 

El objetivo era que el proyecto se aprobara sí o sí esa noche. Por ello, el Gobierno envió toda su artillería política: el ministro Luis Fernando Velasco, la ministra Gloria Ramírez, el director de Planeación Nacional, Alexander López, y el presidente de Colpensiones, Jaime Dussan. 

Sobre las 8:30 de la noche la senadora Pizarro anunció la votación del último artículo de la reforma, que fijaba el plazo para la entrada en vigencia del nuevo régimen. El Gobierno no cedió a las peticiones de sectores independientes y la fecha para la entrada en vigencia de la reforma quedó para julio de 2025.

El quórum decisorio era de 53 votos. En el tablero se contabilizaban 50: 44 por el sí y seis por el no. Además, dos votos manuales. Faltaba uno y no llegaba. Desde el estrado de la mesa directiva varios senadores del Pacto Histórico empezaron a revisar curul por curul para saber quién faltaba. ¿Se habría ido al baño? ¿Un sabotaje? “Solo nos falta uno”, dijo la senadora María José Pizarro.

Pero la explicación de la demora para aprobar el último artículo de la reforma pensional estaba justo pasando la puerta del Salón Boyacá, donde sesiona el Senado en pleno. Allí estaba el senador Richard Fuelantala, de las Autoridades Indígenas de Colombia (Aico). El congresista en señal de protesta se salió de la plenaria y era el voto que faltaba para hacer quórum.

La molestia de Fuelantala se basaba en que minutos antes su propuesta para que las comunidades indígenas, afros y campesinas tuvieran un trato diferencial en el régimen pensional no fue escuchada. El senador argumentó que, por ejemplo, en el Chocó la expectativa de vida de los indígenas en Colombia es de 66 años.

Fuelantala enfatizó en que los sectores rurales tienen una relación muy distinta con el régimen pensional actual, principalmente por la informalidad. “La tasa de informalidad del sector rural supera el 85 por ciento. Solo el 10 por ciento de la población rural cotiza y sólo el 5 por ciento tiene la posibilidad de acceder a una pensión”, dijo el senador de las Aico.

A pesar de la argumentación, la propuesta de Fuelantala no pasó. Por ello, el senador quiso protestar y presionar a la coalición de Gobierno impidiendo un quórum tan frágil que un solo voto impedía seguir con la sesión. 

Cuando los funcionarios del Gobierno se dieron cuenta de la razón por la que el voto definitivo no aparecía, ubicaron a Fuelantala para dialogar con él. El senador estaba en un sillón rodeado de opositores que intentaban hablarle al oído y de gobiernistas que buscaban convencerlo de regresar a la plenaria. 

Por ejemplo, el senador JotaPe Hernández intentó persuadir a su colega de no creerle a Inti Asprilla, Luis Fernando Velasco y Alexander López, quienes le prometieron a Fuelantala revivir su propuesta cuando la reforma llegue a la Cámara. “¿Pero, ¿cuándo lo van a reabrir? (el debate)”, preguntó Hernández.

El senador uribista Carlos Meisel también trató de influenciar a Fuelantala. “Lo que se comprometan será para mañana, no tienen por qué esperar a la Cámara. Es más fácil que lo cumplan mañana y no en Cámara”, dijo el congresista del Centro Democrático.

Al final, el ministro Velasco cedió y acordó con Fuelantala que su artículo para el sector rural, indígena y afro volvería a someterse a votación justo después de votar el artículo que faltaba. El senador regresó al recinto y el aliento les volvió a los integrantes de la bancada del Pacto Histórico, quienes golpearon sus pupitres en señal de júbilo. 

El congresista Paulino Riascos, quien respaldó la propuesta de enfoque diferencial de Fuelantala, intervino para explicar lo que había sucedido y despejar las suspicacias. "Yo también estuve a punto de no votar. Que no se malinterprete la llegada de mi compañero al recinto", dijo Riascos.

Fuelantala tuvo que redactar a mano la propuesta, por lo que al secretario del Senado, Gregorio Eljach, le costó leerla en la plenaria. El artículo terminó aprobándose en bloque y de forma apresurada junto con el título de la reforma pensional: el último paso para su aprobación final.

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