Reforma pensional: estos son los puntos clave que se aprobaron en el Senado

La reforma pensional logró superar su prueba de fuego: la plenaria del Senado de la República. Los más de 90 artículos del proyecto fueron aprobados por esa corporación después de un trámite lento en el primer trimestre de este año. 

La aprobación de la reforma pensional es, sin duda, el mayor triunfo político del Gobierno en lo que va de este semestre legislativo. Los ministros y hasta el mismo presidente Gustavo Petro  supieron moverse estratégicamente para evitar que el proyecto se hundiera, tal y como pasó con la reforma a la salud. 

En el último mes el Ejecutivo se dedicó a negociar con dos bancadas clave: el Partido Liberal y el Partido de la U. A cambio de sus votos, el Gobierno cedió en varios puntos, como el umbral de cotización en el régimen de prima media, que quedó en 2,3 salarios mínimos. Además, varias proposiciones se tramitaron positivamente para recoger las posturas de senadores independientes como Angélica Lozano y Norma Hurtado.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, lideró las concertaciones con otros partidos. Fue él quien se reunió con los senadores para moderar el proyecto tanto como lo permitió la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez. Así, siquiera las masivas marchas del pasado 21 de abril, le impidieron al Gobierno lograr el cuórum y los votos suficientes para aprobar el proyecto.

El Centro Democrático, por su parte, no participó del debate. Los senadores de esa bancada optaron por salirse del recinto para intentar romper el cuórum decisorio. Sin embargo, el Gobierno logró mantener los 53 senadores presentes para evitar que la sesión se levantara.

¿Qué fue lo que se aprobó? 

El actual sistema pensional está conformado por dos regímenes que compiten entre ellos: el público, manejado por Colpensiones, y el privado, que se compone por cuatro administradoras de fondos de pensiones (AFP): Porvenir, Colfondos, Protección y Skandia. 

El régimen público funciona bajo un modelo de reparto simple o un régimen de prima media, en el cual los trabajadores hacen un aporte que va a un fondo común y con el que se atienden las pensiones. En Colpensiones hay actualmente 6,79 millones de afiliados y 1,6 millones de pensionados.

Los fondos privados, por su parte, operan bajo el régimen de ahorro individual con solidaridad (Rais), en el que los aportes de las personas van a cuentas individuales a su nombre. En este modelo hay 19 millones de personas afiliadas y se han pensionado cerca de 265.000 personas. 

En Colpensiones, las personas deben completar 1.300 semanas de cotización y cumplir un requisito de edad de pensión: 57 años en el caso de las mujeres y 62 en el de los hombres. El valor de esta depende del monto del salario sobre el cual la persona realizó sus aportes y el promedio de los últimos diez años de cotización. En los fondos privados, por su parte, el requisito son 1.150 semanas y acumular el capital requerido para una pensión mínima.

La reforma que propone el gobierno de Gustavo Petro acaba con la competencia entre Colpensiones y los privados, ya que crea un sistema de pilares. 

El primero es un pilar solidario que entregará una mesada de medio salario mínimo a unos 2,5 millones de adultos mayores que hoy no tienen cobertura para su vejez. En Colombia solo uno de cada cuatro adultos mayores en edad de pensión accede a una mesada de jubilación.

El segundo pilar, el semicontributivo, propone darles un beneficio económico a quienes cotizaron pero no completaron los aportes requeridos. 

El tercer pilar, el contributivo, está conformado por Colpensiones y las AFP. Este fue uno de los temas más polémicos durante el debate. El proyecto del Gobierno buscaba que todos los aportes de cotización de hasta tres salarios mínimos fueran a Colpensiones, y de ese monto en adelante, a uno de los cuatro fondos privados.

El problema que vienen señalando varios actores del sector, la academia y varios expertos es que el grueso de las cotizaciones, cerca de 90 por ciento de las que están hoy en los fondos privados, pasarían a Colpensiones, lo que haría financieramente insostenible el sistema en el futuro. 

Esto pasaría debido a los bajos salarios que hay en Colombia, donde solo 16 por ciento de los trabajadores colombianos ganan más de tres salarios mínimos, según cuentas del centro de estudios económicos Anif. 

La discusión durante el debate se zanjó gracias a un acuerdo entre el Partido Liberal y el Gobierno. Con la negociación se decidió bajar el umbral de cotización obligatorio del régimen de prima media a 2,3 salarios mínimos. Este fue el cambio más significativo de la reforma pensional en el debate en la plenaria del Senado. 

La pensional propone, para compensar este impacto en el ahorro de los colombianos, crear un fondo de ahorro por medio del cual Colpensiones podría invertir en el mercado de valores en títulos de deuda pública, o TES, de la misma manera en que lo hacen los fondos privados.  Así se garantizarían recursos a largo plazo. 

En el proyecto del Gobierno se proponía que este Fondo de Ahorro fuera administrado por Colpensiones como cuenta especial, a través de un patrimonio autónomo, entidades financieras o una fiducia. Este fue otro de los grandes cambios del debate, el cual se dio gracias a la proposición de la senadora Angélica Lozano que fue avalada por la plenaria, de modo que el fondo será administrado por el Banco de la República y no por Colpensiones.

También se cambió la entrada en vigencia de la reforma pensional, que pasó del 1 de enero de 2025 al 1 de julio del mismo año.