La crisis que vive hasta hoy sábado el proceso de paz del gobierno con el ELN es de tal dimensión, que las partes, que llegaron a México el jueves pasado, ni siquiera han logrado sentarse a la mesa de conversaciones porque no han podido ponerse de acuerdo en la agenda a tratar y en los tiempos de duración del ciclo. Esta crisis se generó a raíz de la negativa del ELN a abandonar la abominable práctica del secuestro.