Los tres cabecillas del Estado Mayor Central que quieren apartarse de Iván Mordisco

Con el paso de los días, el proyecto por alcanzar un acuerdo de paz con las disidencias de las Farc, que conforman el Estado Mayor Central, se va alejando debido a las acciones criminales de este grupo contra civiles y militares en varios departamentos del país.

El comunicado del grupo ilegal publicado en la tarde del domingo 7 de abril presagia un aumento de los enfrentamientos. En el mensaje, las disidencias anuncia que cometerán ataques contra sedes militares, como los ocurridos el jueves y viernes pasados en Valle del Cauca y Nariño, ante el levantamiento del alto al fuego en Cauca, Nariño y Valle del Cauca. 

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“Ante la arremetida contra nuestros Bloques Occidental Jacobo Arenas, Bloque Central Isaías Pardo y demás unidades en territorio nacional, les pedimos a los ciudadanos en territorio nacional que no estén cerca de patrullas militares, batallones, estaciones de Policía o cualquier otra unidad armada del gobierno, no dormir en estos sitios, no subirse a transportes militares (...) No estar a menos de 500 metros de estas instalaciones o convoyes militares, no transitar por campamentos guerrilleros abandonados, lo que menos queremos es que en esta guerra fratricida que nos han impuesto caigan civiles”, asegura el comunicado.

El panorama podría ponerse aún más difícil por posibles divisiones dentro de los mandos del grupo. Algunos no están de acuerdo con levantar el cese al fuego. 

Según la información, que es analizada por las autoridades, alias Danilo Alvizú, cabecilla del frente Carolina Ramírez; alias El Mocho, del frente Jaime Martínez, y alias Antonio Medina, del frente Décimo, contemplan la posibilidad de apartarse de las negociaciones que con el Gobierno Nacional.

Las tres ovejas negras 

Las diferencias fueron evidentes luego de la última reunión en San  José del Guaviare, donde no asistieron los delegados de los tres frentes, quienes desde finales del mes de febrero han mostrado serias diferencias con su máximo jefe: alias Iván Mordisco

Alias El Mocho

Óscar Eduardo Sandoval, de 36 años, ingresó a las Farc como integrante de la columna Daniel Aldana, encargado de la instalación de explosivos y de las comunicaciones del grupo ilegal.

Por su experiencia, según inteligencia militar, fue enviado por el difunto jefe alias Gentil Duarte para capacitar en cursos de operaciones de radio al personal del frente Oliver Sinisterra, en el pacífico nariñense, debido a sus conocimientos empíricos en temas de telemática, reparación y técnicas para mejorar la señal de los equipos.

A través de la Información de desmovilizados, se supo que ordenó la instalación de campos minados en los que varios integrantes de las disidencias y campesinos de la zona han resultado muertos y heridos. Esto ha generado malestar entre los mismos guerrilleros.

Según los seguimientos de la fuerza pública, Aldana realizó asesinatos selectivos de pobladores que se negaban a sembrar o negociar la venta y compra de droga.

Fue uno de los guerrilleros más cercano a alias Mayimbú y luego fue nombrado cabecilla del frente Carlos Patiño, con injerencia en varios municipios del Cauca: Morales, Cajibío, El Tambo, Patía, Balboa y Argelia.

Organismos de inteligencia lo señalan de ser la persona que, bajo las órdenes de alias Iván Mordisco, se hacía cargo de solucionar las diferencias entre varios grupos disidentes en los departamentos de Cauca y Nariño, con el fin de reunificar la organización y tener el control de las rutas ilegales.

Las autoridades dicen que tiene bajo su propiedad fincas ganaderas, apartamentos y viviendas en la costa Atlántica y en el Valle del Cauca, producto del pago de cargamentos de droga. 

Tiene tres órdenes de captura por los delitos de homicidio, desplazamiento forzado y reclutamiento de menores.

Alias Antonio Medina

Medina, cuyo verdadero nombre es Omar Pardo Galeano, permanece en varios campamentos de estado de Apure, Venezuela, para evitar los operativos de la fuerza pública. Desde allí coordina sus acciones contra los militares y contra la población civil, pero en especial contra la columna Domingo Laín del ELN, con la que sostiene duros enfrentamientos por el control de las rutas del narcotráfico. Fuentes de la Octava División del Ejército le aseguraron a CAMBIO que Medina es el principal reclutador de menores de la región, a quienes obliga a cruzar la frontera hacia Venezuela para que ingresen a las disidencias.

Según información de las autoridades, Medina ingresó a las Farc en el año 2002, al frente urbano Antonio Nariño, estructura política de las antiguas Farc en Bogotá que operaba en las localidades de Usme y Soacha, donde era conocido por los alias de Adrián, Bersely o Culebro. 

Luego fue trasladado a la columna móvil Bladimir Estiven, del Bloque Oriental, con injerencia en el departamento del Meta.

Las autoridades lo capturaron en 2009 para que cumpliera una condena de 15 años por los delitos de terrorismo y rebelión; pero la pena fue interrumpida en el 2017, cuando el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá le otorgó la libertad para que se acogiera a la Justicia Especial para la paz (JEP).

Los agentes de Inteligencia del Ejército han identificado que en el campamento de Medina no falta la cerveza importada ni las botellas de whisky, y que tiene escondidos en territorio venezolano autos de alta gama, adquiridos con el pago de extorsiones y el cobro de aduana para permitir el paso de cargamentos de coca.

Se le busca por reclutamiento forzado de menores, secuestro, terrorismo, concierto para delinquir, extorsión, homicidio en persona protegida, homicidio en grado de tentativa y amenazas. El llamado “youtuber de las disidencias” se cuenta entre los más buscados en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare. Las autoridades ofrecen una recompensa de 1.000 millones de pesos por información que conduzca a su captura

Alias Danilo Alvizú

Yeison Alexis Ojeda Gilon, de 32 años, es el cabecilla del frente Carolina Ramírez. Tiene amplios conocimientos en las áreas de cultura y comunicación política.

Fue uno de los principales impulsores, en pleno proceso de paz, de la instalación de la Escuela Nacional de Comunicaciones para la Paz en la zona veredal transitoria de normalización La Carmelita, en el municipio de Puerto Asís, Putumayo. 

En junio 2018 decidió regresar a las filas de la guerrilla. Retomó las armas en el frente primero, bajo el mando de alias Iván Mordisco.

Según inteligencia, es el encargado del negocio del narcotráfico, cobro de vacunas y extorsiones a pequeños, medianos y compradores de Pasta Base de Coca en Guaviare, Caquetá y Putumayo. 

Desde hace dos años mantiene una fuerte confrontación con los llamados Comandos de Frontera, de la Segunda Marquetalia, por el control de los ríos Caquetá y Orteguaza para la salida de cargamentos de coca y marihuana.