La soledad de alias Iván Mordisco: de cabecilla a opositor en las disidencias de las Farc

En un video del 14 de abril de este año, se vio a Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, sentado solo frente a un computador. A su espalda, solamente las banderas del Partido Comunista Colombiano y de las Farc. Desde allí, el líder disidente envío un mensaje en el que se refirió a la difícil situación que se vive en el departamento del Cauca, donde el Gobierno nacional levanto el cese al fuego con el grupo ilegal que comanda.

Esta imagen solitaria alias Iván Mordisco es para las autoridades una señal de que perdió el mando dentro del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc. 

Además, ese es un mensaje que, para los organismos de inteligencia, busca mantener el apoyo de los frentes Carlos Patiño, Jaime Martínez, Dagoberto Ramos, grupos disidentes en el Cauca, pero en especial de las comunidades indígenas que han apoyado la lucha guerrillera.

Los movimientos de Mordisco

Información de inteligencia ha detectado que en las últimas tres semanas alias Iván Mordisco se ha movido por varios campamentos en el departamento del Meta, donde ha sostenido reuniones con integrantes del frente Séptimo para pedirles su apoyo y garantizar su seguridad.

No pasa más de cuatro horas en los campamentos que visita y lo acompañan unos diez de sus hombres de confianza. Su temor de ser capturado en algún operativo de las autoridades lo ha llevado incluso a no dormir más de una noche en el mismo sitio.

Interceptaciones de comunicación identificaron, también, que el jefe guerrillero permaneció por varios días en dos campamentos de las disidencias en el Cauca, donde sostuvo reuniones con cabecillas en la zona.

Para las autoridades, el objetivo de Mordisco es tener apoyo armado y restablecer las relaciones con las comunidades indígenas.

Mordisco ha perdido socios

Una de las personas que por cinco años fue cercano a Mordisco fue Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, cabecilla del bloque Jorge Briceño, quien en varias entrevistas informó del cambio de mando en la estructura ilegal.

De acuerdo a inteligencia militar, el rompimiento en la relación de Calarcá y Mordisco se presentó por decisiones que llevaron a la captura de varios guerrilleros y a órdenes para incumplir el cese al fuego con el Gobierno Nacional.

Dicha división se vio reflejada en las reuniones con los negociadores del Gobierno, en las cuales el grupo encabezado por Calarcá reafirmó su compromiso por alcanzar la paz, pero no rechazaron la reactivación de las operaciones militares en Cauca, Nariño y Valle del Cauca. 

Para Mordisco, por otra parte, es importante restablecer nuevamente el liderazgo de las disidencias y lograr que vuelva el cese al fuego en el suroccidente de Colombia con el gobierno de Gustavo Petro.

Mordisco, que hace un año contaba con el apoyo de más de 3.000 guerrilleros que conforman el Estado Mayor Central, ahora camina en medio de la selva en compañía de sus diez hombres de confianza, con el temor siempre presente de caer en algún operativo e intentando no perder el apoyo de los cerca de 800 integrantes que conforman el bloque Jacobo Arenas en el suroccidente del país.