La travesía de las flores colombianas a las madres de más de 100 países

El 60 por ciento de los trabajadores del sector de las flores son mujeres, de esa cifra, el 55 por ciento son madres cabeza de familia.

Crédito: Cortesía Asocolflores

12 Mayo 2024 03:05 am

La travesía de las flores colombianas a las madres de más de 100 países

Durante meses, los floricultores colombianos se preparan para la cosecha más importante del año, cuando despachan 310.000 toneladas de flores. Esta es la historia de cómo viajan desde el cultivo hacia medio mundo.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde y Santiago Luque Pérez

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Esta es la historia de una travesía que comienza en la tierra fertil de la sabana de Bogotá. Allí, bajo el plástico de los invernaderos, crecen las flores, como largas alfombras coloridas: astromelias blancas, rosas rojas, claveles rosados, girasoles amarillos. Es la fiesta de la cosecha, en la que miles de trabajadores, balde en mano, cortan los tallos que viajarán, cuidados como un tesoro, a más de cien países del mundo, en una travesía que termina cuando madres en Nueva York, Vancouver o Ámsterdam, con una sonrisa en la cara, reciban las flores frescas y las pongan a adornar un rincón de su casa. 

Una de las miles de personas que hacen esa travesía posible es Olga Díaz, que desde hace 26 años es parte del proceso de producción. Empezó armando, tallo a tallo, los ramos.  Hoy, como líder de calidad, se encarga de que cada ramo esté empacado de manera perfecta y lleve la cantidad exacta de claveles, margaritas o crisantemos.

Olga también es la encargada de acompañar a los trabajadores que arman los ramos y atender sus necesidades para que la producción salga perfecta. Pocas personas en la fábrica conocen las flores como Olga, quien desde que era una niña ha convivido con ellas, pues su padre también trabajó en la industria.

Colombia tiene más de 1.600 variedades de flores. Crisantemos, rosas, claveles, pompones, hortensias, son solo algunas de las más reconocidas y también de las más apetecidas internacionalmente. Para la celebración del Día de la Madre, que en 2024 coincide con el domingo 12 de mayo, el país envía más de 310.000 toneladas de flores a otros destinos

Mientras en San Valentín los anaqueles y los estantes de las tiendas, floristerías y supermercados de Estados Unidos se llenan de rosas rojas colombianas, para la celebración de las madres la variedad es lo que vende. Los ramos coloridos, conocidos como bouquets, son los más solicitados

Crédito: Asocolfores.

En esta fiesta es cuando más flores se exportan, por encima del 14 de febrero, cuando se celebra San Valentín. Millones de tallos colombianos llegan a más de 100 países del mundo, viajando por aire y por mar.  Para que lleguen perfectos, se lleva a cabo una minuciosa cadena logística que empieza en los cultivos y culmina en los floreros.

Colombia es uno de los grandes jugadores en el mercado internacional de flores: el país es el segundo mayor exportador del planeta luego de Países Bajos. En 2023, según ProColombia, las exportaciones totales de flores le dejaron a Colombia 2.096 millones de dólares. 

Por la cercanía geográfica y comercial con Estados Unidos, este es el principal destino de todas las exportaciones colombianas. Las flores no son la excepción. Este país se llevó el 79 por ciento de los despachos de flores en 2023, el equivalente a 1.661 millones. Los otros “grandes compradores”, todos con menos del 3 por ciento de las exportaciones, son Canadá, con 67,7 millones de dólares; Reino Unido, con 64,5 millones de dólares; Países Bajos, con 55,7 millones de dólares, y Japón, con 47,1 millones de dólares. 

La preparación para la travesía

Por las calles sin pavimentar de la sabana de Bogotá, donde quedan varios floricultivos, se ve pasar a los trabajadores, a pie o en bicicleta, semanas antes de la celebración del Día de las Madres, al igual que ocurre previo a San Valentín. 

La industria de las flores, según datos de Asocolflores, genera 200.000 empleos: 110.000 directos y 90.000 indirectos. El 60 por ciento de los trabajadores, tres de cada cinco, son mujeres. De ellas, el 55 por ciento son madres cabeza de familia. Mientras tanto, entre los hombres, el 53 por ciento son padres cabeza de hogar

En temporadas como esta, cuando hay una mayor demanda de flores, la industria genera otros 25.000 empleos formales. Se necesita mano de obra. Los bouquets se hacen casi que las 24 horas del día, en jornadas de diez horas, con momentos para comer, una hora de almuerzo y algunas pausas activas.

Detrás de cada flor hay meses de trabajo. La preparación de las flores de exportación depende de la variedad de cada una. Un año antes de la celebración se inicia el cultivo de algunas flores, otras necesitan solo seis meses y algunas logran florecer en 12 o 16 semanas. 

Línea de trabajo en una fábrica de bouquets o ramos. Crédito: Cortesía.

De 6:00 a.m. a 11:00 a.m. se hace el corte. Después, los tallos se almacenan en cuartos fríos, como antesala a las líneas de producción en las que delicadamente desfilan las flores en cintas transportadoras. Se seleccionan y se clasifican para luego armar los ramos, en una labor que solía ser manual y con el tiempo se automatizó,.

Olga Díaz, quien lleva más de un cuarto de siglo en la industria, dice que siempre han trabajado en líneas de producción pero que las cintas transportadoras han aumentado la cantidad de ramos que se hacen. “Cuando ingresé, era una planta 20 por ciento más pequeña y no había nada de mecánica. Y fueron llegando las máquinas y eso ayuda porque la producción se aumenta. Se inició con dos máquinas y ya llevamos ocho”, cuenta la mujer.

Mientras las flores pasan por la cinta transportadora, hay un grupo de trabajadores que arma los ramos de acuerdo a una hoja de tareas. Olga Díaz explica que “en la línea de trabajo de los armados hay 10 o 12 buqueteras, encargadas de arma el ramo, los peladores o alistadores, y las encapuchadoras, que le ponen la ruana o lo que pida la orden a cada ramito”.

Los ramos pasan a un proceso de hidratación de varias horas para que resistan su viaje por el mundo. Luego se empacan en cajas de cartón y pasan a unas neveras gigantes, un punto clave para las flores. A partir de este momento, la cadena de frío, entre 2° y 8° centígrados, no se puede romper hasta que el producto llegue a la venta. 

A los ramos se les añaden adornos que les agregan valor. Algunos ya tienen el precio, que puede ser de entre 14 y 18 dólares. Crédito: Cortesía de Asocolflores.

Un paseo en avión 

Mantener la cadena de frío es fundamental para que el cliente final reciba una flor fresca. Esa es la premisa con la que opera el sector floricultor, al cual también pertenecen los transportadores. El 90 por ciento de la carga se va por avión y el 10 por ciento se despacha en barco. La operación es maratónica. Si, por ejemplo, se recibe una carga en la noche, al día siguiente a las 9:00 am ya está en Miami, el principal puerto de entrada de las flores hacia norteamérica.  

Las flores empiezan su viaje desde los cultivos hasta los aeropuertos, donde el cuidado es tarea de las aerolíneas “Recibimos las flores en nuestras bodegas, tanto en el aeropuerto de Bogotá como en el de Medellín, y allá ingresan a nuestros cuartos fríos. Esos cuartos están entre 2° y 8° C, ese es el rango de temperatura en que se debe mantener la flor y ahí se mantienen hasta que toman el vuelo”, cuenta Juan Kharim Ospina, subgerente comercial de Latam Cargo. 

Las flores viajan como pasajeros de primera clase. Los aviones cargueros también tienen control de temperatura, y la mayoría de los envíos se hacen vía Miami. En el caso de Latam, la aerolínea tiene una gran bodega de 9.000 metros cuadrados en La Florida donde conservan las flores mientras pasan por las aduanas y las reciben los clientes. 

Según Ospina, la operación en los aeropuertos arranca el 15 de abril y se extiende hasta el 8 de mayo. casi cuatro semanas de una operación logística intensa para movilizar todas las flores. Con la aerolinea viajaron 302 millones de tallos hacia Estados Unidos, por lo que Latam duplicó sus frecuencias frente a las regulares y realizó 222 despegues para cumplirles a las madres

Las flores se hidratan por un par de horas antes de ser empacadas y llevadas a los refrigeradores. Crédito: Cortesía.

Una operación similar fue la de Avianca, que despachó más de 400 millones de tallos de flores en 300 vuelos desde Colombia y Ecuador con destino a Estados Unidos. Los envíos sumaron 18.000 toneladas, de las cuales, 14.000 se enviaron desde Colombia. 

Las aerolíneas de carga tienen un pico de operación por la temporada. PrimeAir, compañía representante en Colombia de Altas Air, una de las mayores aerolíneas de carga del mundo, llega a triplicar sus frecuencias semanales desde mediados de abril hasta la primera semana de mayo, con 18 vuelos semanales desde Bogotá y siete desde Medellín

Todo el año exportamos flores. Tenemos seis vuelos a la semana fijos, con una capacidad aproximada de 100 toneladas por vuelo. Nuestro volumen regular está entre 600 y 800 toneladas de exportación a la semana, pero para Madres duplicamos o triplicamos la capacidad: aumentamos las frecuencias y pasamos a mover 2.000 toneladas”, asegura José Luis Vargas, gerente general de PrimeAir. 

La empresa lleva ocho años en el país, y despacha a Estados Unidos y Europa. En sus cargueros van diferentes productos,  desde equipos como motores de avión o grandes mercancías, hasta perecederos, como las frutas y pescados, y, por supuesto, flores, que representa el 80 por ciento de toda la carga que sale de Colombia en sus aviones

La última milla antes de llegar a los floreros 

La travesía de las flores colombianas no acaba cuando aterriza el avión. En otras latitudes empieza un nuevo viaje para los tallos y bouquets que se preparan para adornar las casas norteamericanas.  

Desde hace más de 30 años, Gabriel Becerra trabaja en Golden Flowers, una compañía que importa y distribuye flores que llegan a Estados Unidos provenientes de Colombia y de Ecuador. Hoy es el presidente de la empresa. 

Desde que están armados y refrigerados los ramos, pasan menos de 24 horas para que lleguen a Estados Unidos. Después son transportados en camiones. Crédito: Cortesía Asocolflores.

Vendemos principalmente a mayoristas de Estados Unidos y Canadá, y adicionalmente vendemos algo para supermercados y plataformas digitales. Todo lo traemos por Miami y la distribución la hacemos en camiones refrigerados entre 2° y 4° C a través del país”, cuenta Becerra.

Las flores pueden pasar alrededor de seis horas en las bodegas refrigeradas del aeropuerto de Miami antes de que las autoridades y las aduanas las liberen. Ahí es donde empresas como estas las recogen, y las flores comienzan otro paseo, en este caso, a lo largo de Estados Unidos. 

“Cuando nos entregan se organizan las órdenes según los diferentes clientes y destinos. Si van hacia la costa este llegan en un día, o 15 o 16 horas. Si van para el oeste el trayecto puede tomar dos días o si van hacia algún estado del noroeste toma hasta días”, cuenta el importador. 

Cuando las flores llegan a las instalaciones de los mayoristas, también se almacenan en bodegas frías, mientras que los supermercados y las tiendas las ponen en agua, listas para que un cliente las escoja por sus colores o su aroma.  

Golden Flowers atiende directamente 40 de los estados, pero, según Becerra, puede que por medio de sus clientes lleguen a los demás. En el caso de Hawai, por ejemplo, despachan por avión. Según el empresario, el mercado en Estados Unidos importa para la festividad por lo menos 140 millones de tallos en producto importado para vender

“Este es un negocio complejo, detrás de cada tallo hay una inmensidad de actividades y miles de esfuerzos de personas para que las flores lleguen a alegrar a las madres. Planear esta festividad es un trabajo de mucho tiempo. Desde la siembra, escoger los colores, cuando sale la producción, conocer desde las ventas los pronósticos de producción, como se puede empacar, los colores que se demandan más”, comenta Becerra.

Es por eso que el lunes 13 de mayo, cuando ya la mayoría de las flores hayan sido entregadas a las madres de todo el mundo, empieza la planeación para enviar millones de tallos de flores colombianas en 2025.

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