¿Cuándo estarían listos los nuevos trenes que el Gobierno de Gustavo Petro está prometiendo?

El plan del Gobierno de Gustavo Petro de revivir los trenes y ferrocarriles en Colombia avanza en estructurar y terminar estudios y diseños, pero aún falta tiempo para ver las locomotoras rodar por todo el territorio.

Según datos del Ministerio de Transporte, se trata de iniciativas a mediano y largo plazo, que requieren de tiempo para madurar y luego ser contratadas. No hay que olvidar que cualquier gran proyecto necesita de varios años para quedar listo, desde que empieza a ser ideado hasta que queda plasmado en los pliegos que salen a licitación.

Y en el caso de los trenes y ferrocarriles, el esfuerzo es aún mayor, sobre todo porque Colombia dejó de contratarlos desde hace cerca de medio siglo, cuando optó por un transporte liderado por vehículos y camiones en el modo carretero.

Así, hay proyectos que saldrán adelante en el corto plazo, otros que se concesionarán después de que el presidente Petro salga del cargo y unos más que llegarán cuando el país sea liderado por nuevos mandatarios.

La Dorada-Chiriguaná

En el primer grupo de proyectos está la gran concesión del actual Gobierno: La Dorada-Chiriguaná, que ya tiene prepliegos publicados y el proceso está pendiente de abrirse.

Si bien este estaba previsto para enero de 2024, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) lo ha ampliado en varias ocasiones y ahora se prevé que sea adjudicado a finales de año.

Una vez se dé esto, se firmará la concesión a diez años con el nuevo operador, tiempo en el cual el contratista desarrollará labores de construcción, operación y mantenimiento del corredor. 

Serán un año y tres meses de preconstrucción, que se cumplirían hacia el primer semestre de 2026, luego estará la construcción por cuatro años (hasta 2030) y finalmente serán cinco más de operación y mantenimiento. De esta forma, hacia 2033, ya deberá quedar listo el primer gran proyecto férreo de Petro.

En todo caso, a largo plazo, la idea es que haya una nueva concesión hasta 2062, tiempo en el cual se haría un cambio de trocha a la modalidad estándar, que es la más universal.

Chiriguaná-Santa Marta

La nueva concesión central, que empieza en el centro del país, será clave a futuro para unirla con otro tramo del corredor, que va entre Chiriguaná y Santa Marta y que hoy ya está concesionada.

El actual operador es Ferrocarriles del Norte de Colombia (Fenoco), pero una vez se termine su contrato en 2030, el Gobierno podrá licitarlo nuevamente y unirlo hasta La Dorada, en una operación de 30 años más. Durante ese tiempo se transformaría el proyecto para incluir su paso a operación mixta (carga y pasajeros) y también podría tener un ajuste de trocha a estándar.

Después de los proyectos ya mencionados, se abrirá camino para otros dos corredores férreos que se prevé tomen un poco más de tiempo, pero, para los cuales, ya se registran avances.

Ferrocarril del Pacífico

El tercer proyecto que planea el Gobierno es del Ferrocarril del Pacífico y su unión al Corredor Férreo Central, que es como también se le conoce al trayecto entre La Dorada y Santa Marta.

Las cuentas del Gobierno nacional apuntan a que de aquí a 2025 quede lista su factibilidad, lo que le permitirá salir a licitación entre 2025 y 2026, respectivamente.

Si esto se logra, entre 2025 y 2030 se realizarían sus obras y en la siguiente década comenzaría su operación inicial, es decir, ya tendría las locomotoras andando.

Luego, a 2034, este ferrocarril de Petro pasaría a operación mixta –incluyendo también a pasajeros–, tendría nueva trocha y se haría la rehabilitación del trazado actual.

Bajo esta última modalidad se mantendría hasta 2064, con operación y mantenimiento consolidada, siempre y cuando los gobiernos venideros así lo aprueben.

Bogotá-Corredor Férreo Central

Finalmente, el otro proyecto cercano que alista el Gobierno de Petro para ferrocarriles es la conexión entre Bogotá y el Corredor Férreo Central que llegará hasta el puerto de Santa Marta.

Para esto, ya se está estudiando una consultoría que permita definir la mejor forma de unir ambos proyectos, entre tres posibles opciones.

La idea del Ministerio de Transporte y la ANI es que este año quede definida cuál será la mejor alternativa, para luego avanzar en un proceso de estructuración de aquí a 2027.

Solo hasta ese momento se podría abrir la concesión, que permitirá que los ferrocarriles transiten entre la capital y el Corredor Férreo Central, incluyendo sus futuras conexiones hacia Santa Marta por el norte y hacia el Pacífico, llegando, incluso, a Buenaventura.

A todos los proyectos ya mencionados se sumarán, en el largo plazo, otros que el Gobierno quiere dejar listos. En todo caso, también dependerá de que los futuros presidentes les den su bendición.

Entre estos se encuentran el Tren del Catatumbo, la conexión interoceánica de Turbo-Cupica que complementaría el Canal de Panamá y el corredor de Villavicencio-Puerto Gaitán, por mencionar algunos, que tomarían más años en estar listos. Incluso podrían ver la luz aproximadamente en 2050.  

Si el Gobierno de Petro alcanza a dejar contratados todos estos proyectos férreos que está diseñando, se comprometerían vigencias futuras (recursos por varios años) que garantizarían que los trenes se conviertan de nuevo en un medio de transporte indispensable para la nación, como sucede desde hace varias décadas en los países más importantes del mundo.