El 'carrotancado' de problemas para el Gobierno en el Congreso por el escándalo en la Ungrd

Después del hundimiento de la reforma a la salud y a pesar de las marchas del 21 de abril, el panorama político para el Gobierno empezaba a ser prometedor. La reforma pensional superó la plenaria del Senado, la reforma a la Educación se aprobó sin peros en la Cámara, se concertó una nueva reforma a la salud con las EPS y las marchas del primero de mayo fueron masivas. Por fin, al menos en lo que va de 2024, la política menuda le estaba resultando al presidente Petro. 

Sin embargo, aparecieron Olmedo López y Sneyder Pinilla, exdirectivos de la UNGRD, quienes desataron un terremoto político por sus declaraciones a cuentagotas en varios medios de comunicación. 

Pinilla ha mencionado que las dos cabezas del Congreso recibieron dineros públicos, también señaló a la exconsejera presidencial Sandra Ortiz como intermediaria y a 15 congresistas, por ahora sin identificar, de ser beneficiados por sobornos.

Por su parte, López ha dicho que “siguió órdenes” y le pidió inmunidad total a la Fiscalía para contar lo que sabe. Una novela que hasta ahora deja un funcionario cesado de su cargo: Sandra Ortiz.

Aunque también por este caso el presidente Petro había pedido la renuncia de Andrés Idárraga, secretario de Transparencia, este lunes se anunció que Idárraga continuará en su cargo por "mutuo acuerdo".  

No es la primera vez que al Gobierno le cae un escándalo. Pasó con Nicolás Petro, Laura Sarabia y Armando Benedetti en 2023. Sin embargo, el de la UNGRD y los carrotanques tiene un ingrediente especial: es la primera vez que hay más certezas que dudas sobre una supuesta compra de votos en el Congreso a favor de las reformas sociales. 

Aunque todavía no hay ninguna prueba de la operación, en los pasillos del Capitolio ya se habla de la ‘Olmedopolítica’. No paran las preguntas de cuál reforma se vio beneficiada por los supuestos sobornos y a qué bancada llegaron los recursos.

También abundan los distanciamientos. Los liberales pidieron investigar a Andrés Calle, presidente de la Cámara y quien ha negado los señalamientos de Pinilla. Los verdes, por su parte, le soltaron la mano a Iván Name y a Sandra Ortiz. 

“En el Partido Verde llevamos año y medio exigiendo que nos dejen en independencia. [...] Tienen secuestrado al Partido Verde. Devuélvanos al partido”, dijo la senadora Angélica Lozano. 

El senador JotaPe Hernández le pidió a su compañero de bancada renunciar a la presidencia del Senado: "Le pido al presidente del Senado, Iván Name, que en un acto de ética se aparte de esa presidencia del Senado. Se lo solicito, también, al presidente de la Cámara”, dijo Hernández.

El escándalo podría llegar hasta lo más alto del Partido Verde por cuenta de las posibles menciones de Carlos Ramón González en el escándalo de los carrotanques. González ha sido mano derecha del presidente Petro cuando Laura Sarabia estuvo ausente de la Casa Nariño. Además, es copresidente de los verdes desde mayo del año pasado y ahora es director de Inteligencia.

¿Las reformas están heridas de muerte?

Si bien es cierto que falta mucho para comprobar la presunta culpabilidad de Name, Calle, Ortiz y los supuestos 15 congresistas salpicados, las consecuencias del escándalo en contra de la agenda del Gobierno ya se están sintiendo en el Legislativo. 

Hay congresistas con serias dudas sobre las consecuencias jurídicas de participar en la votación de proyectos que podrían haber sido impulsados con sobornos. Varios legisladores temen ser salpicados por el delito de cohecho, aun sin haber recibido dinero de la UNGRD.

“Hay esa preocupación por no saber en qué momento uno se mete en problemas por votar un proyecto viciado”, le dijo a CAMBIO un congresista de la coalición de Gobierno.

Por otro lado, las bancadas de oposición insisten en frenar la discusión de las reformas hasta que no se aclare la verdad del escándalo. “Invito a los congresistas de otros partidos, a personas que sé que hay buenas y que no están de acuerdo con lo que está pasando para que nos unamos y hagamos un pedido: no podemos dejar avanzar reformas mientras se esclarezcan estos hechos”, dijo el representante Hernán Cadavid del Centro Democrático.

Y no solo son las peticiones de frenar el debate lo que enrarece el ambiente en el Congreso, también están las acusaciones cruzadas entre congresistas que, de seguro, ocuparán buena parte de las plenarias en Senado y Cámara. 

“No tengo la menor duda de que en este entramado están metidos Julián Bedoya, su ‘partner’ el Senador Trujillo del partido Conservador y su equipo de Antioquia en el Congreso”, dijo el representante liberal Juan Carlos Losada.

Incluso, fuerzas externas al Congreso también han sugerido una parálisis legislativa, por lo menos en lo que se refiere a las reformas del Gobierno. Es el caso de Rodolfo Correa, presidente de Acopi (el gremio de micro, pequeñas y medianas empresas) quien manifestó su preocupación por el escándalo y el trámite de las reformas que involucran al sector empresarial. 

“Unas conductas como estas, que hoy están poniendo en vilo las reformas, son cuestionables en cualquier gobierno, sin importar su posición ideológica y el deber nuestro como gremio es exigir que las reformas legislativas que afectan al sector empresarial se hagan con transparencia y absoluto respeto por la ley”, dijo Correa.

Las nuevas dificultades para la agenda del Gobierno se reflejaron en un trino del presidente Petro de este 6 de mayo.

“Saben perfectamente que un solo día de aplazamiento derrumba la reforma pensional. Deberían ser claros más bien”, escribió el mandatario en respuesta a la postura de Acopi.

Petro tiene razón, la reforma pensional tiene menos de mes y medio para superar un debate en la Comisión Séptima de la Cámara y luego otro en la plenaria de esa corporación. El proyecto todavía no ha sido agendado en la Comisión para esta semana mientras que los presidentes del Congreso están enfocados en preparar su eventual defensa jurídica.

Por otro lado, la reforma a la salud 2.0, que el Gobierno concertó a puerta cerrada con las EPS, sigue sin llegar al Congreso a pesar de que iba a radicarse el pasado 3 de mayo, mismo día en que Pinilla encendió el ventilador. El tiempo dirá si Olmedo López y Sneyder Pinilla lograrán lo que no ha podido la oposición.