La JEP le negó la libertad al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso

La Jurisdicción Especial para la Paz negó la petición de libertad que había elevado el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez, quien regresó al país el pasado 27 de enero luego de pagar una pena por narcotráfico en Estados Unidos.

La decisión la tomó la JEP, que el pasado 18 de marzo se quedó con la competencia prevalente sobre Mancuso. Eso quiere decir que sus casos, que antes estaban distribuidos entre Justicia y Paz, la justicia ordinaria y la JEP, quedarán concentrados en este último tribunal.

Mancuso Gómez se encuentra detenido en la cárcel La Picota de Bogotá y alega que ya debe quedar libre, pues lleva más de 17 años preso, que es un plazo muy superior a los ocho años por los que fue condenado en el sistema de Justicia y Paz. En Colombia, apenas llegó, el sistema de Justicia y Paz le había negado la libertad al considerar que todavía tenía pendientes varios procesos.

La decisión la tomó la Subsala Especial de Decisión y Conocimiento de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP en un auto de nueve páginas del 15 de abril que señala que, por el momento, no se cumplen los requisitos para otorgarle la libertad transitoria, condicionada y anticipada.

El auto dice que la suscripción del acta de sometimiento a la JEP es "apenas uno de los requisitos que la ley exige" para la procedencia de la libertad y que es "necesario que se acrediten y analicen las exigencias normativas para su concesión, incluido la condicionalidad".

Según la decisión, esto implica que la JEP empiece a valorar las actuaciones procesales, así como la garantía de participación de las víctimas, antes de decidir sobre el beneficio transicional. Por eso, dice la JEP, todavía no existen los elementos suficientes para pronunciarse de fondo sobre la solicitud.

La defensa del exjefe paramilitar dijo que esta situación genera una "grave situación de inseguridad jurídica" para Mancuso.

"No hay justificaciones fácticas ni legales que justifiquen su actual detención, ya que Mancuso ha cumplido cabalmente con todas las obligaciones y requisitos impuestos por la justicia y paz y por la JEP. Hasta la Corte Constitucional ordenó su libertad por lo que debería estar libre. Esta situación de detención ilegal, le está impidiendo llevar a cabo su importante labor humanitaria como gestor de paz. Llamamos a una revisión urgente de su caso para resolver esta paradoja legal que afecta no solo a Mancuso sino al proceso de paz mismo, puesto que no le han otorgado las garantías jurídicas necesarias", dijo la defensa de Mancuso.