Los militares, sorprendidos por el cese al fuego bilateral

Los militares, sorprendidos por el cese al fuego bilateral

Crédito: Ilustración: Yamith Mariño Díaz

Según pudo constatar CAMBIO, los militares se enteraron del cese al fuego por el trino del presidente Petro y no por comunicación oficial. Ahora ni siquiera saben cómo actuar.

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Las últimas semanas de 2022 se caracterizaron por las constantes reuniones secretas de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, con varios de los delegados de las organizaciones ilegales que han mostrado su interés de hacer parte de la paz total.

Como parte de ese interés –según sus propios delegados– las disidencias de las Farc anunciaron un cese al fuego unilateral que iría desde las seis de la mañana del 24 de diciembre hasta las seis de la mañana del 2 de enero de 2023.

El anuncio fue celebrado por el comisionado de paz, que publicó en Twitter: "Avanza la Paz escuchando las comunidades y los procesos organizativos, las disidencias de las Farc declaran cese unilateral del fuego hasta el 2 de enero de 2023. El gobierno de Gustavo Petro sigue firme en la construcción de la paz y espera el nombramiento de los voceros para el diálogo", aseguró.

Una tregua similar fue anunciada por los integrantes del ELN: desde el 19 de diciembre hasta las primeras horas del 2023; y contó con el apoyo de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada.

Estas manifestaciones espontáneas no condicionaron las labores de la fuerza pública. Así, en la madrugada del miércoles 28 de diciembre, en zona rural del Tambo, Cauca, tropas de la Tercera División del Ejército arremetieron contra un campamento del frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc. En el lugar resultaron muertos seis integrantes de las disidencias y capturados dos guerrilleros.

Un sorpresivo cese al fuego

La acción militar, sin embargo, no fue bien recibida por el presidente, Gustavo Petro, comandante supremo de las Fuerzas Militares, ni por Comisionado de Paz. Según pudo confirmar CAMBIO por una fuente que prefirió permanecer oculta, la operación fue vista por ambos como un ataque a los acercamientos con las organizaciones ilegales.

Mientras tanto, la tarde del viernes 30 de diciembre circuló en las redes un video en el que delegados de la Segunda Marquetalia, que comanda Iván Márquez, anunciaban al país los el nombre de los negociadores y confirmaban el compromiso de alcanzar la paz.

El sábado 31 de diciembre, funcionarios del alto gobierno se reunieron en Casa de Nariño con delegados de los países facilitadores y organizaciones internacionales para analizar alternativas. Al final, el gobierno decidió, en horas de la noche, decretar el cese bilateral, que minutos antes de  terminar el año fue anunciado en su cuenta de Twitter por el presidente Gustavo Petro.

La decisión tomó por sorpresa a los integrantes de la cúpula militar, que se enteraron no por un comunicado oficial sino por el trino del presidente.

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El ministro de Defensa fue el primero en responder en su cuenta de Twitter: “Las Fuerzas Armadas respaldan este nuevo esfuerzo por la paz y asumen el compromiso que implica un cese bilateral del fuego, afianzando simultáneamente el control del territorio y la protección de la población”.

Durante el domingo primero de enero, los comandantes de las diferentes fuerzas sostuvieron varias conversaciones con el ministro, quien les reiteró que la orden era detener las operaciones ofensivas, sin dejar a un lado la labor constitucional de garantizar la seguridad.

Al día siguiente, en diálogo con La W Radio, Velásquez explicó: “Aunque no hay una zona de concentración, sí hay unas coordenadas que sabemos que ocupan. Los mecanismos que se establezcan impedirán que se presenten confrontaciones. La disposición es suspender operaciones militares ofensivas. Eso no significa la inactividad de las Fuerzas Militares y de Policía, porque deben continuar con el control del territorio y la prevención de delitos con toda su capacidad”.

El ministro destacó la importancia que tendrán las labores de inteligencia: “Tiene que ser mucho más activa, verificando no solo que lo que se está diciendo dentro del mecanismo es real, sino también definiendo, por ejemplo, la presencia de otras organizaciones que no están en proceso de negociación, que no acogieron el cese al fuego bilateral, porque en esos eventos está dispuesto que la fuerza pública debe continuar con sus operativos ofensivos. (…) Una parte importante en el principio de la buena fe, que estamos aceptando, es que el convenio de cese al fuego bilateral es honesto, real, sincero, de parte de esas organizaciones; pero que no nos quedamos solo en lo que ellos afirmen, sino también, en la verificación a través del mecanismo,  y de las agencias de inteligencia del Estado, que tienen la capacidad de verificar si están actuando de buena fe, o si, por el contrario, están contratando a otros grupos para que actúen; porque en esas circunstancias, significaría un incumplimiento del cese al fuego bilateral y llevaría, como se dispone en los decretos correspondientes, a la terminación del cese bilateral”.

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Lo que opinan los militares

CAMBIO habló con dos excomandantes de las Fuerzas Militares que aseguraron que esta decisión es peligrosa porque la organizaciones ilegales pueden terminar fortaleciéndose militar y estratégicemente en sus zonas de injerencia.

“Esta decisión se tomó a espaldas de los altos mandos. Puede que, sin protestar, cumplan las órdenes del presidente Petro, pero la interpretan como un afán de avanzar en unas mesas de negociación para obtener resultados a cualquier precio”, aseguró uno de los exgenerales, que participó muy de cerca en las negociaciones con las Farc.

El otro alto oficial, con una experiencia de más de cuatro décadas de lucha contra los insurgentes, asegura que teme que las Fuerzas Militares se sientan maniatadas.

El general en retiro Eduardo Herrera Verbel, quien hizo parte de la mesa de negociación con el ELN, le dijo a CAMBIO: “Un cese de fuego, por su connotación técnica, lleva al silenciamiento de los fusiles, lo cual exige una planeación anticipada por parte de los altos mandos y la constitución de un mecanismo de verificación antes de anunciarlo al país. Esto no se cumple con la decisión tomada por el gobierno Petro”.

La opinión es respaldada por un general que actualmente realiza operaciones en el sur del país. A su parecer, la orden, dada a pocas horas de terminar el año, fue interpretada como una decisión política que beneficia a las organizaciones ilegales pero debilitar a las fuerzas constitucionales cuya misión es actuar en defensa del país.
 

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