Cómo hacer realidad los propósitos de año nuevo

Crédito: Unsplash Stock

17 Diciembre 2023

Cómo hacer realidad los propósitos de año nuevo

Diciembre, por ser el último mes del año, nos trae la oportunidad de hacer un cierre y un nuevo comienzo en nuestras vidas. Por eso, es común que hagamos una autorreflexión para analizar nuestros comportamientos, lo que hacemos bien o mal, y plantearnos el reto de cambiarlos durante el año que comienza.

Por: Contenido especial

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Pero, cumplir los propósitos de año nuevo es más que tener la buena intención para lograrlos. Hace falta, además, disciplina y compromiso, un trabajo arduo alcanzar cambios en nuestros hábitos o cumplir los sueños que deseamos. 

Metas hay de todo tipo

Existen los propósitos grandes, que implican cambios o esfuerzos reales en nuestra vida: comer saludable, bajar de peso, comprar carro o casa, dejar el cigarrillo o cualquier otro vicio, aprender un idioma, encontrar la pareja ideal, cambiar de trabajo a uno mejor, viajar…

Pero también está los deseos sencillos, que no demandan grandes estrategias: empezar a ahorrar para un viaje, leer más libros, usar menos el celular, practicar la meditación, ser un mejor miembro de la familia, ser más optimista…

Y es interesante notar, además, que nuestros propósitos cambian según la etapa de la vida en la que nos encontramos: un joven de 25 años quiere tener más tiempo libre, conocer buenas amistades y alcanzar el éxito profesional; mientras que alguien de 65 años ya piensa en cuidar su salud, cuidar los ahorros para una vida cómoda y tener una buena relación de pareja.

Así podrá lograr sus propósitos

Propóngase objetivos realistas. Por ejemplo, quizá correr la maratón de Nueva York sea un propósito inalcanzable si usted nunca ha hecho ejercicio. Pero sí podría lograr empezar a correr ciertas distancias cada semana e ir aumentando el recorrido. La emoción de diciembre puede llevarnos a creer que todo es posible y a plantearnos metas que no lograremos y que nos generarán frustración. 

Tenga en cuenta el tiempo. Mantener el impulso para alcanzar grandes retos es difícil en el tiempo. Así, nuestros sueños pueden fracasar por equivocarnos en el plazo que nos llevarán. Pr ejemplo, conocer el mundo puede ser un propósito que se desarrolla a lo largo de varios años, así que será más alcanzable si se plantea como visitar dos o tres países puntualmente en 2024. 

Menos es mejor. A veces nos emocionamos mucho pensando en nuestros propósitos, y terminamos redactando una lista enorme en la que cabe de todo. Sin embargo, querer hacer mucho nos puede conducir a no hacer nada. Es preferible proponerse tres o cuatro metas, como mucho, y concentrarse en su cumplimiento. Destinar nuestro esfuerzo en 2024 a unas pocas metas concretas puede aumentar la posibilidad de que las alcancemos.

metas

Las metas deben ser muy específicas. Por ejemplo, si nos proponemos en 2024 ser más felices, quizá sea un objetivo muy general y nos confundiremos tratando de lograrlo. En cambio, un ejercicio de introspección para determinar qué es lo que nos haría más felices puede conducir a metas más puntuales y alcanzables: ejercitarnos, salir más con los amigos, visitar a los abuelos…

Solo lo que esté en nuestras manos. Gaste su energía en objetivos que pueda controlar. Por ejemplo, no podemos controlar a otras personas, o lo que ocurrió en el pasado o el entorno en el que vivimos. Por eso, “que mi jefe me dé un aumento” no es una buena manera de plantear un propósito. Probemos mejor así: “Aplicar una estrategia laboral de 12 meses que me conduzca a obtener un aumento de sueldo”.

Un propósito puede tener “sub propósitos”. Vamos a verlo con un ejemplo: si nuestro objetivo en 2024 es bajar 10 kilos de peso, entonces para lograrlo debemos plantearnos otros pequeños retos, como bajarle al azúcar, caminar más, tomar un curso de cocina saludable, reducir el tamaño de las porciones…

Las metas necesitan un plan. La idea de los propósitos de fin de año no es dejarlos allí planteados y esperar que se resuelvan solos. En cambio, son un reto serio que solo tiene sentido si realmente se quiere cumplir. Por eso, debemos trabajar en ellos, trazar un plan para alcanzarlos, hacer un cronograma para saber qué debemos hacer durante el año, conocer si ese plan requiere dinero o habilidades o conocimientos… Ok, tu propósito es conocer Nueva York en 2024, ahora define todo lo que necesitas, cuándo y cómo, para lograrlo.

La letra escrita tiene mayor validez. Puede sonar anticuado en tiempos digitales, pero escribir –con lápiz y papel– nuestros propósitos puede ayudarnos a aclararlos y definirlos. Además, ese papel se convierte en una especie de acta de compromiso con nosotros mismos. Así, a finales de 2024 podremos leerla de nuevo y saber así qué tan comprometidos estuvimos durante el año con lograr nuestros propios sueños.

Los niños también juegan. Si hay niños en casa una buena idea es animarlos y ayudarles a que se planteen sus propios propósitos para 2024. Este es un ejercicio que les ayudará a pensar en sí mismos y a comprender cómo pueden lograr sus sueños.

Comparta sus sueños con los demás. Una de las formas más efectivas de cumplir los propósitos de año nuevo es compartirlos con los familiares y amigos cercanos. La motivación en equipo es una gran ayuda para mantener el compromiso, y si todos se proponen hacerlo en conjunto, podrán apoyarse mutuamente.

Se vale cambiar. Si bien los propósitos son un compromiso con nosotros mismos, no debemos pensar que son inamovibles. De hecho, es válido cambiarlos a lo largo del año si vemos que su consecución se dificulta o si por el camino obtenemos información que nos haga pensar diferente. Por ejemplo, si el propósito es aprender un idioma nuevo y encontramos que el portugués se nos dificulta, podemos entonces probar con el italiano.


Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia para la educación financiera.

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