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¡Cuidado con las compras impulsivas en Navidad!
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Según cifras de Fenalco, en diciembre las ventas del comercio crecen 30% en comparación con los demás meses del año. La época navideña trae fiestas, alegría, descanso y compras… muchas compras. A tal punto que los días previos a Noche Buena los centros comerciales del país viven un verdadero desenfreno de clientes.
Por: Contenido especial
En medio de este ambiente es fácil caer en la compra impulsiva y terminar gastando más de lo planeado, lo cual trae consecuencias negativas para las finanzas personales en el comienzo de año.
A veces, todos padecemos de un sentimiento interno inexplicable, una necesidad incontenible, que nos empuja a comprar. Por eso, de cara a la Navidad, que es la época de mayor consumo, cobra importancia aprender a identificar y mantener bajo control las compras impulsivas.
La satisfacción inmediata…
En este punto es necesario hacer una diferencia entre compra compulsiva y compra impulsiva. La primera corresponde a un trastorno que lleva a quien lo padece a comprar compulsivamente cosas que no necesita, sin planeación ni control, derrochando dinero y en busca de una gratificación inmediata.
La compra compulsiva es un trastorno de la personalidad que va en par con sentimientos de soledad, tristeza y frustración. La persona que es compradora compulsiva busca una felicidad momentánea que luego se transforma en sentimiento de culpa. Esta adicción puede provocar problemas de endeudamiento y conflictos con la pareja, con la familia e incluso en el trabajo, y debe ser tratada por un profesional.
Lo que sucede durante una compra impulsiva es diferente: quizá a usted le ha ocurrido que pasa frente a una vitrina que llama su atención y –“ya que estoy aquí”– termina con antojo de comprar algo que no necesita realmente… A todos nos puede pasar. La compra impulsiva responde a un capricho momentáneo, y suele validarse con excusas como “lo pago con la tarjeta”, “si no es hoy, cuándo” o “para eso es la plata”.
Si bien se trata de casos diferentes, en ambos subyace el mismo detonante: la falta de control del deseo de comprar, la cual se magnifica en temporadas en las que existen mayores estímulos publicitarios, como la Navidad, o por causa de la exposición constante a redes sociales o a “influenciadores”.
¿Cómo controlar el impulso de comprar?
- Defina un presupuesto limitado y realista para sus compras y celebraciones de diciembre, y procure no sobrepasarlo.
- Haga las compras navideñas en compañía de alguien que le ayude a contenerse en el gasto y evite personas a las que sienta necesidad de impresionar.
- Lleve una lista específica de las cosas que necesita y no se salga de ella.
- No utilice la tarjeta de crédito, o al menos reduzca al máximo su uso. Una fórmula para lograrlo es sacarla de la billetera y dejarla en casa durante la época decembrina.
- Modere su exposición a la publicidad, por ejemplo, evitando los cortes de comerciales en televisión y navegando en internet con un bloqueador de anuncios.
- Organice los regalos: haga una lista previa especificando qué va a comprar para cada quien, y evite ir “a ver qué encuentro”.
- Recuerde que todos los excesos de diciembre se tendrán que asumir en enero.
- Si siente el impulso de comprar algo suntuoso o costoso, haga el esfuerzo de esperar unos días. El tiempo le ayudará a poner en proporción y perspectiva su deseo.
- Recuerde que las celebraciones de diciembre son una oportunidad para expresar cariño. Ese debe ser el espíritu de esta temporada.
No olvide la pregunta clave
Tenga siempre en mente y repita como un mantra la siguiente pregunta: ¿De verdad quiero comprar esto? Parece simple, pero el problema de las compras compulsivas radica justamente en adquirir lo que no necesitamos o incluso no queremos.
Así que el ejercicio consciente de pensar lo que se compra evitará caer en productos innecesarios o no deseados. Antes de comprar, entonces, pregúntese si eso es lo que quiere o necesita comprar.