¿Cómo le iría al gobierno Petro sin verdes ni liberales?

La reforma a la salud es el proyecto que más costo político ha tenido que pagar el Gobierno Petro. A los cambios de ministros y a las parálisis en el Congreso se le podría sumar la salida de dos bancadas claves en la coalición del Congreso: el Partido Liberal y el Partido Verde. Ambas colectividades le coquetean a la independencia, lo cual dejaría en un serio problema al presidente  no solo en torno a la reforma a la salud sino alrededor de toda su agenda legislativa.

La primera en amenazar con salirse de la coalición fue una facción del Partido Verde, que ha venido oponiéndose a la reforma a la salud desde inicios de la actual legislatura. El grupo de verdes “rebeldes” tiene como caras visibles a las representantes por Bogotá  Katherine Miranda y Cathy Juvinao, quienes han logrado la solidaridad de otros partidos que hacen parte de la llamada Coalición Centro Esperanza (Verde Oxígeno, Nuevo Liberalismo y Dignidad). En el caso del Senado, JotaPe Hernández es la voz verde más radical que ha pedido el giro hacia la independencia.

La pelea es pareja. La otra facción, es decir, la que quiere continuar en la coalición de Gobierno, no es minoritaria. En esa orilla están congresistas como Inti Asprilla, Santiago Osorio y Martha Alfonso.

En estas circunstancias, si los verdes deciden este 27 de noviembre declararse en independencia, alrededor de 7 u 8 representantes a la Cámara –de los 15 que tiene ese partido– marcarían distancia del Ejecutivo; el resto permanecería en el bloque gobiernista. Hay que tener en cuenta que el Partido Verde nunca ha obligado a sus congresistas a votar en bloque ni ha aplicado la ley de bancadas.

En el caso del Senado, aunque solo Inti Asprilla ha expresado la voluntad de evitar que el Partido Verde se salga de la coalición de Gobierno, lo acompañan en su parecer cuatro y cinco senadores más, de los ocho que tiene esa colectividad.

Si bien la bancada verde se reunirá en pleno este 27 de noviembre en horas de la tarde, con sus copresidentes, CAMBIO conoció que la decisión de irse o no a la independencia se aplazaría hasta febrero del próximo año, cuando ese partido celebre un congreso nacional.

Las cuentas de los liberales

El Partido Liberal también transita entre la coalición y la independencia. La postura más vehemente ha sido la del propio director del partido, el expresidente César Gaviria Trujillo. Gaviria le envió una carta al presidente Petro informándole que en la próxima convención liberal –que sigue sin fecha– pedirá que esa colectividad se declare independiente del Gobierno.

Sin embargo, desde hace meses es clara la división interna en la bancada liberal, por lo que, en caso de darse ese salto a la independencia, el Gobierno no perdería a todos los congresistas rojos. 

En el caso de la Cámara de Representantes, el Partido Liberal tiene la bancada más grande, con 33 curules. De ese total, entre 25 y 28 representantes están en la orilla gobiernista, por lo que el Ejecutivo no tendría mucho que perder en esa corporación. Sin embargo, en el Senado la situación puede ser crítica para el Gobierno, pues los liberales tienen una bancada de 13 senadores, de los cuales entre 10 u 11 son leales a las instrucciones de César Gaviria. 

Si la reforma a la salud sobrevive a la plenaria de la Cámara de Representantes, pasará a debatirse en la Comisión Séptima del Senado, y, luego, a la plenaria de esa corporación, en donde las cuentas del Gobierno –sin buena parte de los verdes y los liberales– están en saldo rojo.