¿El mármol lo aguanta todo? Este es el balance de las promesas en piedra de Petro versus su primer año y medio de Gobierno

El 8 de junio de 2018, al frente de la iglesia del Voto Nacional en Bogotá, Gustavo Petro fue interrogado por Antanas Mockus . Ese día, cuando solo faltaba una semana para la segunda vuelta presidencial, Petro le respondió a Mockus doce veces “me comprometo”. Fue el ritual por el que se oficializó el apoyo del Partido Verde a la candidatura del hoy jefe de Estado. 

Al final, la unión no fue suficiente. Petro no pudo derrotar a Iván Duque y se quedó en el Senado. Sin embargo, sus compromisos en mármol quedaron en la memoria y hoy son una cuenta de cobro para su mandato.

La mayoría de los doce compromisos que le exigieron Mockus y Claudia López a Petro representaban todos los temores que se han construido sobre el actual presidente, incluso hasta hoy. Los fantasmas de la expropiación, el marchitamiento de las empresas privadas y la hoy famosa constituyente fueron invocados por la campaña de Duque para frenar a Petro. También revivieron en la contienda de 2022 y en el último año la oposición ha apelando a ellos cada vez que puede.

Aunque el presidente Gustavo Petro le ha hecho el quite a varios de esos mitos alrededor de su figura, otros cuantos no solo persisten sino que hay nuevas razones para pensar que aquellas tablillas de mármol no están en el despacho presidencial o fueron retocadas según la coyuntura.

Este es el análisis sobre las promesas de piedra más importantes del Petro de 2018,  que reafirmó en 2022, y hoy valen la pena para hacerle control al poder presidencial. 

“No expropiaré”

La expropiación se convirtió en un factor de miedo eficaz en contra de Gustavo Petro. Sectores de derecha encontraron en el paralelismo con Hugo Chávez una razón para convencer a votantes y gremios de no apoyar a Petro en 2018 y 2022.  “El doctor Petro me quiere expropiar con su culebrita chavista”, dijo en 2018 el expresidente Álvaro Uribe.

Consciente de ello, Petro trató el tema sin tapujos en la campaña de 2022. Habló explícitamente de su propuesta de reforma agraria y de la necesidad de poner en manos campesinas millones de hectáreas de tierras para que sean productivas. También, se comprometió en una notaría a no expropiar. 

“Garantizaremos el derecho a la tierra para las familias rurales, la formalización de la propiedad y evitaremos la expansión indiscriminada de la frontera agraria y la colonización de baldíos”, dice parte del plan de gobierno de Petro en 2022.

En una movida sorpresiva el Gobierno logró un acuerdo histórico en septiembre de 2022 con Fedegán, uno de los gremios más lejanos al petrismo. Con la intermediación del senador Iván Cepeda y José Félix Lafaurie, se acordó la compra de tres millones de hectáreas a los ganaderos para la reforma agraria.  Así, el petrismo reivindicó su capacidad de diálogo y la derecha tuvo una señal de protección de la propiedad privada. 

Sin embargo, 18 meses después, el idilio entre los ganaderos y el Gobierno nacional se esfumó. No porque el Gobierno haya caído en la tentación de expropiar, o porque los poseedores de la tierra se hayan negado a vender. Persiste la incapacidad del Estado para poner en marcha su ambicioso plan reformista para el agro colombiano.

“Es muy poco lo que ha avanzado a criterio del propio gobierno. Es decir, el año pasado debíamos haber cubierto una meta de unas 300.000 hectáreas, pero evidentemente lo que se compró, que todavía no sabemos la cifra exacta, tiene serios problemas”, le dijo a CAMBIO el líder ganadero José Félix Lafaurie.

En los últimos días, Fedegán le envió una carta al recién llegado director de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Harman, pidiendo acelerar y clarificar la compra de tierras. El gremio tiene serias preocupaciones sobre la ejecución de la reforma agraria y la metodología que se ha usado para la compra de predios. 

Por otro lado, según conoció CAMBIO, la relación entre el exdirector de la ANT Gerardo Vega y los ganaderos era cada vez más insostenible, por lo que su salida le dio oxígeno al acuerdo de 2022, pero no el suficiente.

La salida de Vega también puede mejorar la coordinación institucional entre la ANT y el Ministerio de Agricultura. La incongruencia entre cifras y el fuego cruzado hizo que Vega saliera de su cargo con señalamientos graves en contra de la ministra Jhenifer Mojica, quien siempre cuestionó su gestión. Según las cifras del Ministerio de Agricultura, a corte de febrero de 2024 van más de un millón de hectáreas gestionadas, de las cuales 807.815 son títulos nuevos.

En todo caso, la reforma agraria sigue siendo una asignatura pendiente para el presidente Petro. No en vano, el jefe de Estado la incluyó como uno de los puntos de su controversial propuesta de la constituyente, reviviendo los temores en algunos sectores de mecanismos más expeditos para expropiar tierras.

 Aunque el Gobierno se ha mantenido en la ruta de la negociación, la urgencia por cumplir metas de la reforma agraria podría impulsar nuevos instrumentos para la expropiación, como el controversial artículo que se cayó en el Plan Nacional de Desarrollo. 

"Manejaré los recursos públicos como recursos sagrados"

“Luchar contra la corrupción” es el mantra de cualquier gobernante en Colombia desde hace décadas. Sin embargo, Gustavo Petro soportó sus dos candidaturas presidenciales en la idea de que, con su llegada al poder, la corrupción sería combatida y erradicada del Estado. 

Los avances en este campo son tangibles. Según Transparencia por Colombia, en el primer año del Gobierno Petro ha habido avances legislativos y estratégicos para combatir la corrupción.

“El Plan Nacional de Desarrollo aprobado por el Congreso establece tres ámbitos novedosos: una estrategia nacional de lucha contra la corrupción con enfoque en derechos humanos, la ampliación de iniciativas anticorrupción a nivel territorial con presupuesto asignado y medidas de transparencia en los sectores ambiental y de defensa”, dice parte del informe de Transparencia por Colombia del primer año del Gobierno Petro.

Sin embargo, una de las barreras que se identifican en ese informe se relaciona con los escándalos que han enfrentado personas cercanas a Gustavo Petro.

"Es necesario que se ejerza un liderazgo ético más firme desde el alto gobierno, afectado por escándalos que involucran a círculos cercanos al presidente”, fue una de las recomendaciones de Transparencia por Colombia.

Nicolás Petro Burgos y sus movidas en la campaña presidencial de 2022 tienen activas investigaciones en la Fiscalía, la Comisión de Acusaciones y el Consejo Nacional Electoral.

Armando Benedetti y Laura Sarabia protagonizaron un bochornoso enfrentamiento que, al final, no les impidió continuar haciendo parte del Gobierno. Y hasta la primer dama Verónica Alcocer ha sido blanco de críticas por el uso de recursos públicos para su labor de gestora social.

Lo más novedoso en términos de supuestos malos manejos en el Gobierno viene por cuenta de Olmedo López y la UNGRD. La compra y fallida implementación de los 40 carrotanques para llevar agua a La Guajira le costó el puesto a López y a otros altos funcionarios de la entidad.

El mismo Gobierno ha pedido investigaciones en contra de los exfuncionarios. Hasta ahora las indagaciones avanzan en la Contraloría y la Procuraduría. Además, Carlos Carrillo, nuevo director de la UNGRD, se ha encargado de alertar de otros casos de contrataciones irregulares en la época de Olmedo López.

“Nombraré a los y las más capaces”

A propósito de la llegada de Carlos Carrillo al Gobierno, la conformación del equipo de trabajo presidencial también figuró en las tablas de mármol que Petro prometió respetar en 2018. 

El compromiso en ese entonces fue nombrar a los “más capaces”. Para algunos esa promesa significó apelar a la tecnocracia; para otros, la capacidad no tiene que ver solo con la formación profesional y la experiencia.

Las movidas recientes en el gabinete de Petro dan cuenta del giro que está dando su Gobierno para los dos años que le restan. A entidades claves han llegado funcionarios con poca experiencia en el sector público, como Gustavo Bolívar, quien es el director del Departamento de Prosperidad Social. 

También han aterrizado perfiles más políticos que técnicos, como el exsenador Alexander López, actual director de Planeación Nacional.  En otros casos, la designación parece tener motivos más truculentos, como el caso de Armando Benedetti, embajador de Colombia ante la FAO.

Como lo han demostrado sus retoques al gabinete, el presidente Petro está en una cruzada en contra de la ‘tecnocracia’ que, según el, le ha impedido avanzar en los procesos de transformación social que prometió en campaña. Atrás quedó el gabinete inicial que armó con algunos técnicos liberales y de sectores de centro. 

“Me da temor que este gobierno tampoco sea capaz porque se deja dominar por la inercia. Se deja dominar del tecnócrata de abajo que impone la decisión”, dijo el presidente Petro en febrero pasado.

La paranoia del presidente por la supuesta existencia de funcionarios saboteadores por voluntad o por incapacidad, ha hecho que su gabinete se distancie cada vez más de la tecnocracia y se acerque cada vez más al activismo. Petro ha seleccionado coequiperos más fieles y menos temerosos a los órganos de control, especialmente a la Procuraduría, a la que ha graduado de enemiga política. El caso de Álvaro Leyva y la suspensión de la licitación de pasaportes es el ejemplo perfecto del tipo de funcionario que quiere el jefe de Estado.

“El presidente ha buscado rodearse de personas de su entraña, que le garanticen primero obediencia y después resultados”, dijo el analista Álvaro Llano.

El debate entre activismo y tecnocracia está lejos de superarse. Si bien es cierto que la ausencia de experiencia y de formación académica específica no anula por completo la capacidad de un funcionario, sí lo hace más propenso a cometer errores y a no cumplir las metas que le son encomendadas.

“No voy a hablar mal de los tecnócratas, habrá malos y en fuga y habrá buenos, de hecho me rodearé de varios. Solo diré que a la mayoría les falta sensibilidad humana y sobre todo poesía”, dijo Gustavo Bolívar. 

“Garantizaré la igualdad de género”

El plan de Gobierno de Gustavo Petro en 2018 y 2022 dedicó capítulos enteros dedicados a la mujer y la lucha por la garantía de sus derechos. En ambas campañas, el hoy presidente escogió a una mujer como su fórmula en el tarjetón. Primero fue Ángela María Robledo y luego Francia Márquez Mina.

En diálogo con CAMBIO, Robledo aseguró que “hay bastantes avances en términos de igualdad de género. El más notable ha sido sobre la participación política de las mujeres, específicamente la decisión de hacer una lista paritaria con alternancia y cerrada”. 

La exsenadora también destacó las iniciativas de paz del Gobierno Petro como herramientas para detener el flagelo de la guerra en las mujeres. “Nosotras hemos reivindicado un país desmilitarizado donde el primer territorio de guerra desmilitarizado tiene que ser el cuerpo de las mujeres”, dijo Ángela María Robledo.

Por otro lado, la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) hizo una radiografía sobre el avance del cumplimiento de las principales promesas de Petro para las mujeres contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo: 

• La promoción de la paridad en la función pública. 
• El acceso prioritario a la propiedad de la tierra, la educación superior y créditos.
• La creación del Sistema Nacional de Cuidados.
• El reconocimiento al trabajo doméstico.
• La garantía de derechos sexuales y reproductivos.
• La presentación del Plan de Acción Integral contra el feminicidio y todas las violencias en razón de género.
• La creación del Ministerio de la Igualdad.

Según Pares, hay tareas pendientes del Gobierno en campos como la empleabilidad, en los que los resultados no son tan positivos. “La brecha histórica entre mujeres y hombres en materia de oportunidades de empleo se mantiene. Entre enero de 2023 y octubre de 2023 el promedio de la tasa de ocupación de los hombres fue de 70,3 por ciento, en contraste con el de las mujeres de 45,8 por ciento”, dice parte del informe.

En la conformación paritaria del gabinete, la meta sigue estando sin cumplir. A corte del 31 de diciembre de 2023, había un 35% de participación de las mujeres en el gabinete. En el caso de  los ministerios, el 42 por ciento son ministras.

Por su parte, Ana Cristina González Vélez, cofundadora de la mesa por la vida y la salud de las mujeres y trabajo, le djio a CAMBIO que "de las cosas positivas de la gestión de este Gobierno es la creación del viceministerio de las mujeres, también el desarrollo que se está haciendo para un sistema nacional de cuidado, la inclusión de mujeres en ternas para altos cargos".

González agregó que "faltan muchas campañas educativas en materia de igualdad para difundir los marcos normativos sobre aborto, el sistema de cuidado, y por supuesto darle continuidad a la conformación de ternas integradas por mujeres competentes (...) está pendiente la formulación de la Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. Y quiero profundizar en dos temas sobre los aspectos negativos, que son los que me parecen más, más importantes".

Impulsaré la iniciativa privada, el emprendimiento y la formalización

La relación de Petro con el sector privado ha sido una de las piedras en el zapato para el presidente. El Plan Nacional de Desarrollo  menciona en varios apartes la intención del gobierno de impulsar el emprendimiento y la inclusión productiva. En su discursos y programas, ha hablado de la pequeña empresa. Sin embargo, algunos mensajes han sido contradictorios. 

A través de iNNpulsa, el gobierno ha abierto varias convocatorias para emprendedores, Petro también ha puesto sobre la mesa la idea de bajar el impuesto de renta para las empresas con el fin de impulsar la productividad, y el foco central de su política está en la economía popular -los informales, pequeños negocios y trabajadores independientes o en el rebusque-, con programas de crédito y apoyo especialmente para ellos. 

Pero la relación del presidente con el sector privado, en especial con las grandes empresas, ha sido tensa. Sectores como la minería y los hidrocarburos, por ejemplo, han solicitado mayor certidumbre jurídica. En 2023 la cifra de inversión cayó 25 por ciento en el PIB nacional. 

Impulsaré el tránsito ordenado a las energías limpias

La transición energética es una de las banderas del presidente Petro. El mandatario ha reiterado en varios espacios nacionales e internacionales su intención de no firmar más contratos de exploración petrolera y ha urgido avanzar hacia una economía descarbonizada. Sin embargo, el sector mineroenergético ha criticado el proceso con que el gobierno pretende avanzar en su transición energética. 

Si se quieren cumplir las metas de carbono neutralidad a 2050, según estimaciones del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree), el país necesita una matriz de generación carbono neutral al final de la década. En ese sentido, se requiere, por ejemplo, del gas natural, un combustible de bajas emisiones pues las reservas actuales alcanzan solo para 7,2 años. “Si no agregamos nuevas reservas de manera paulatina se irán acabando”, explicó en entrevista con CAMBIO Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas. Para agregar reservas se requiere seguir con las labores de exploración. 

Por otro lado,  los proyectos eólicos no están avanzando. Guajira 1 y Wesp, ambos de Isagen, son los dos proyectos más avanzados, y llevan casi dos años en fase de pruebas, mientras que otras compañías, como Celsia, han evaluado vender sus proyectos por las dificultades con las comunidades y demoras para obtener licencias. Y en el caso de los proyectos solares, según ha denunciado SER Colombia, el gremio de las energías renovables, hay trámites que están tomando hasta tres años en proyectos que requieren nueve meses para su construcción.