Crédito: Colprensa - Reuters - Patrick D. Pagnano
CAMBIO revela la verdad del memorando que vincula a Turbay y al gobierno de López Michelsen con el narcotráfico
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Esta semana los medios registraron la noticia de unos documentos desclasificados que vinculaban al gobierno de López Michelsen y al expresidente Turbay con el narcotráfico. El programa '60 Minutes' dio origen a todo ese escándalo. La historia real es diferente a la que se ha contado en la prensa.
Por: Redacción Cambio
El programa era 60 Minutes. Para esa época, el espacio líder en los Estados Unidos en investigación periodística. A su reportero estrella, Morley Safer, le llegó el memorando de Peter Bourne, un alto consejero de la Casa Blanca. Ese documento era secreto y contenía una lista de personajes colombianos que, según el gobierno de los Estados Unidos, podría tener vínculos con el narcotráfico. El memorando original estaba dirigido al presidente Jimmy Carter, quien lo revisó con sus asesores y tomó la decisión de hacérselo llegar al entonces presidente de Colombia, Alfonso López Michelsen.
Este documento es el mismo que acaba de ser desclasificado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y que acabó inundando los titulares de la prensa colombiana. El propio presidente Gustavo Petro, con base en ese memo, trinó lo siguiente: ·”Desde el principio del narcotráfico, éste estaba ligado al más alto poder político. Una imposible narcodemocracia hereditaria. Unos gobiernos de patricios narcotraficantes. La democracia es plebeya y honesta”.
Lo que no se ha revelado hasta ahora es cómo fue tratado el contenido de ese memorando por parte del presidente Alfonso López y por los periodistas más importantes del momento: Enrique Santos Castillo, director de El Tiempo, y su hijo Enrique Santos Calderón, entonces director de la revista Alternativa, el medio líder de la oposición a López Michelsen.
Morley Safer, estrella de la cadena CBS, al recibir el documento viajó a Colombia para preparar el segmento bomba que saldría a las siete de la noche en el dominical 60 minutes.
Lo primero que llama la atención es que el programa comienza con el periodista diciendo que, después de su visita a Colombia y de entrevistar a los protagonistas del memorando, el envío de ese documento a Alfonso López puede haberse tratado de una “vergüenza para los Estados Unidos”. Agrega que si a esto se suma la escogencia de Rosalynn Carter, esposa del presidente norteamericano, como emisaria para viajar a Colombia y entregarle personalmente el mensaje a López, “se trataría de una de las mayores metidas de pata de la diplomacia del gobierno de Carter en Latinoamérica”.
Luego de esa introducción, Safer cuenta que el 70 por ciento de la cocaína que se vende en el mundo sale de Colombia y que “los agentes de la DEA saben quiénes son los narcos pero no los pueden tocar”. Después aparecen unas escenas en Cartagena donde el reportero de 60 minutes relata que un agente encubierto que tiene el gobierno de los Estados Unidos en esa ciudad le cuenta qué edificios pertenecen a narcotraficantes y cuáles son algunos oficiales de la fuerza pública que tienen contacto con ellos.
Da el ejemplo concreto de que la DEA tenía conocimiento de un embarque de cocaína en el Buque Gloria y que, a pesar de tener agentes pendientes cuando este llegó a Nueva York, no pudieron interceptar el cargamento pues “había demasiados pasajeros y no era posible requisarlos a todos”
Después de ese relato, el periodista entra en materia. Menciona que lo que buscaba el memorando secreto de Peter Bourne era condicionar la entrega de tres helicópteros gringos a la muestra de resultados concretos por parte de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
Aparecen entonces escenas de la visita de la primera dama de los Estados Unidos al presidente López Michelsen. Uno de los motivos del viaje era contarle la información que tenía el gobierno Carter sobre posible corrupción de altos funcionarios del Estado y de la política. Se trataba concretamente del ministro de Defensa, Abraham Varón Valencia; del ministro de Trabajo, Óscar Montoya y “el más importante de todos”, el entonces candidato y futuro presidente, Julio César Turbay Ayala. A este, en el memorando, lo consideran narcotraficante por ser el tío de Aníbal Turbay, un personaje controvertido que supuestamente tenía vínculos con el negocio. Como dato curioso, algunos colombianos recuerdan que, cuando Aníbal Turbay era el novio de Virginia Vallejo, la presentó a Pablo Escobar y ahí empezó el romance entre la diva y el capo.
El plato fuerte del programa llega cuando aparece la entrevista de Safer en palacio con Alfonso López Michelsen. El periodista no se guarda nada y le pregunta de frente al presidente por los tres nombres. López, más que preocupado, parecía displicente y escéptico sobre esas acusaciones. Sobre Turbay, descartó de plano cualquier conexión del entonces candidato con el narcotráfico y dijo que lo estaban asociando con su sobrino Aníbal. Sobre este último el presidente preguntó: “necesito que usted me explique: ¿Si el sobrino de Turbay vivía en los Estados Unidos cuando supuestamente se descubrieron esos vínculos, por qué no lo arrestaron?”. Continuó López diciendo: “Lo que pasa es que ustedes muchas veces registran información superficial basada en chismes que nunca se verifican”.
En relación con los señalamientos a sus dos ministros, según el periodista, López pareció indignado. Aclaró que lo del ministro de Defensa, Abraham Varón Valencia, se trataba de un error de los agentes de la inteligencia americana que confundió a un oficial menor del Ministerio de Defensa con el ministro. Para el presidente, algo similar pasó con las dudas de los gringos sobre el ministro de Trabajo. Según él, se trató de un funcionario que usó un teléfono del Ministerio del Trabajo para una transacción de contrabando de café. Aclaró que ese funcionario había sido destituido y que lo ocurrido no tenía nada que ver con el ministro y mucho menos con narcotráfico.
López reconoció que el poder económico de los narcos era tan grande que efectivamente sobornaban a funcionarios menores del nivel nacional, municipal y departamental. Ante esta afirmación, el periodista preguntó “¿Por qué ustedes no han podido frenar el tráfico de cocaína?”. A lo cual López contestó: “Démosle la vuelta a esa pregunta. ¿Más bien por qué los Estados Unidos no han podido controlar el ingreso de cocaína a su país?. Ustedes tienen recursos enormes, un gran ejército y una armada poderosa, y no han podido. ¿Cómo esperan que un país pequeño con recursos muy limitados y costas en dos océanos pueda impedir la salida de la cocaína?. Digámonos la verdad: Colombia no está corrompiendo a los Estados Unidos. Son los Estados Unidos los que están corrompiendo a Colombia.”
La entrevista de Safer al presidente es jugosa, pero la que les hace a Enrique Santos padre e hijo no se queda atrás. Presenta a Enrique Santos Castillo como el editor de uno de los periódicos más importantes de América Latina; y a su hijo, quien está al lado de él frente a la cámara, como el polo opuesto ideológico y el director de la revista radical que lideraba la oposición a López Michelsen.
Igual que López, ninguno de los dos Santos le dio credibilidad a la acusación de que Julio César Turbay tuviera que ver con el narcotráfico. El padre defendió con la misma vehemencia al ministro de Defensa Abraham Varón Valencia. Enrique Santos Calderón, por su parte, dijo que ese tipo de rumores sobre altos funcionarios circulaban pero que, después de exhaustivas investigaciones, sus periodistas no habían encontrado ni una sola prueba para confirmar esos cargos. En lo que Santos Calderón sí fue crítico del gobierno López fue en lo que se conoció en su momento como la ventanilla siniestra: “Es una ventanilla en el Banco de la República donde todo el mundo puede cambiar dólares sin explicar de dónde salieron. El gobierno y los bancos saben que la mayor parte de esa plata viene del narcotráfico”.
El último segmento de la entrevista es una conversación entre el famoso periodista que había regresado de Colombia y el alto funcionario de la Casa Blanca, autor del memorando enviado a Jimmy Carter. La introducción de Safer es demoledora: “El consejero presidencial que escribió este memorando, Peter Bourne, desearía nunca haberlo hecho”. El periodista le pregunta a Bourne “¿Cúal fue la fuente de su información?, ¿De dónde sacó los nombres de la lista que se le entregó al presidente López?. El alto consejo, visiblemente nervioso, contesta: “Pues de varias fuentes, algunas confiables y otras no tanto”. Safer replicó “¿Usted se sostiene en decir que Montoya, Varón y Turbay están implicados en el negocio del narcotráfico?”. Peter Bourne responde: “yo no sé qué lista de nombres han visto ustedes. En lo que a mi respecta, las conversaciones que tuve con López Michelsen son confidenciales”.
En ese momento reaparece Morley Safer con López Michelsen. El periodista le pregunta al mandatario: “¿Entonces para usted todo esto se trata de un descache de la Casa Blanca, la DEA, la CIA o el FBI? El presidente le responde: “Me da pena admitirlo, pero sí”.
Al final de la entrevista con Bourne, el consejero de la Casa Blanca que armó toda esta polvareda se patrasea. Ante la pregunta del periodista “¿Ya que fue usted el que creó todas estas sospechas, cree que el presidente Carter está tranquilo? ¿Y usted está tranquilo con las explicaciones del presidente López sobre la inocencia de estas tres personas que señaló de narcos?. Peter Bourne, en tono bajo y acongojado, responde: “No tengo más información que la que le di al presidente Colombiano. La aclaración que él nos dio es suficiente para nosotros”.
Los lectores que quieran ver el programa completo de 60 minutes en su versión original pueden encontrarlo en este link: