Yohir Akerman
9 Abril 2023

Yohir Akerman

A Dios rezando y con bolillo dando

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Oficiales del cuerpo de Policía están siendo presionados a que asistan a costosos retiros religiosos. Esto con el objetivo de que sean parte del grupo que es tenido en cuenta por sus superiores para posibles ascensos. Peor aún, aquellos que se niegan a asistir a los centros espirituales son castigados con traslados a sitios complejos y peligrosos. Así como se oye. Esta es la historia de cómo los directivos de la Policía están usando el poder de la institución para forzar la creencia de Dios.

Oremos. Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo, porque si no es contigo a las buenas, con la Policía es a las malas.

La excelente entrevista de Cecilia Orozco Tascón el domingo pasado en El Espectador a un oficial bajo reserva, evidenció no solo el profundo deterioro de la Policía, que está generando desmotivación de sus agentes. También el extremismo al que están sometidos los oficiales por parte del director, general Henry Armando Sanabria Cely, y su subdirectora, la brigadier general Yackeline Navarro Ordóñez.

El general Sanabria se hizo famoso por la escandalosa entrevista en la revista Semana en la que, solito y sin mucha presión, partió de la existencia del diablo como una certeza, admitió la práctica de exorcismos para la lucha contra los criminales y agredió a la comunidad LGTBI con sus prejuicios morales. Una confesión que debió dar, como mínimo y en especial en un gobierno progresista como el del presidente Gustavo Petro, para que lo hubieran sacado de la dirección inmediatamente. Pero no.

Por el contrario, cada vez parece estar más posesionado con el ministro de Defensa Iván Velázquez y el presidente Petro, quienes conocían de sus antecedentes religiosos extremos, que van en contra de lo establecido en la Constitución. Basta recordar que Sanabria fue comandante en Cartagena de 2019 a 2021, cargo por el que es recordado por sus episodios de abuso de autoridad y violación a los derechos humanos, en especial por la persecución policial que vivieron las mujeres transexuales.

Como la mayoría de las cosas en este gobierno no tienen coherencia, este nombramiento tampoco la tiene. Por eso gracias a la entrevista de Orozco, pudimos aprender que el general Sanabria no recibe a nadie que se haya divorciado, que conviva en unión libre o que pertenezca a las comunidades LGBTI, porque su religión no se lo permite.

“Y si uno le pide cita a la general Yackeline, debe pasar primero por un filtro de revisión que ejerce una capitán que apoya a la subdirectora en sus labores. Esta capitán se precia de tener superpoderes con los que determina si usted tiene buena o mala energía. En ese momento ella decide si uno puede ingresar al despacho de la general o si debe asistir, primero, a un retiro espiritual”, dijo el oficial que protegió su identidad para no ser sancionado o eliminado de las filas. 

entrevista

Pues vamos a eso, pero no sin antes seguir rezando. Padre Nuestro, que estás en el cielo; santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, a las buenas o a las malas, en el cuartel como en el cielo.

El periodista investigativo Enrique Tapia habló con más de 15 funcionarios que confirmaron que las oficinas del director y la subdirectora de la Policía obligan a oficiales a asistir a un retiro espiritual como requisito para ser tenidos en cuenta en cosas tan sencillas como reuniones. Lo mismo sucede con temas más importantes para la operatividad de la institución, como los nombramientos, peticiones de traslados y ascensos. Hasta ahí, escandaloso, pero la historia empeora.

La asistencia a los retiros termina siendo obligatoria, y corre por cuenta de los bolsillos de cada uno de los oficiales. Pero lo que es más sorprendente es que no es en cualquier centro religioso. No. Es en una asociación específica que se llama Lazos de Amor Mariano, LAM, una organización de laicos católicos que tiene como asesor espiritual al padre Alfonso López Serna, y se autodenomina una “asociación privada de fieles, nacida el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, en el año 1999, en la Ciudad de Medellín”. Hoy tiene presencia nacional y sucursales en varios países de la región, como buen negocio religioso.

En especial porque no es barato. Esta columna se puso en contacto con la organización LAM para entender los detalles de estos encuentros denominados “retiros de conversión”. Los costos de estas reuniones varían entre 250.000 pesos y 400.000 pesos, dependiendo lo largo del retiro que oscila entre 2 y 4 días. Si es en pareja, ya que la Policía obliga a sus oficiales a asistir con esposos o esposas, los costos se duplican, lo cual para muchos es inalcanzable o consume gran parte de su salario. 

retiros

Según le determinó un funcionario de LAM a esta columna, sobre lo que se puede esperar de la alta inversión en estos llamados retiros de conversión: “Son encuentros con Dios y con María. Unas charlas muy hermosas y profundas. Son reuniones maravillosas, donde se recuerda y recalca el amor a Dios y al Espíritu Santo. Con palabras no se puede decir lo que se hace y se siente, pero le puedo decir que es algo muy hermoso”. ¡Virgen del agarradero, agárrame a mí primero!

El problema no para ahí, ya que también es institucional. Como demostró Noticias Uno, el 5 octubre del año pasado, 85 estudiantes de la Escuela de Carabineros ‘Eduardo Cuevas García’ de Villavicencio, participaron de uno de estos retiros espirituales dados por Lazos de Amor Mariano y pagados por la Policía. Es decir, de su bolsillo, querido lector.

“La corte lll-2021 Compañía Francisco de Paula Santander, con la participación de 85 discentes, iniciaron el retiro espiritual de conversión con la comunidad, en el cual vivirán una experiencia de vida, aprendiendo el valor de amar el prójimo, respeto por los derechos humanos enfocados a los sacramentos que Dios nos entregó”. 

Comunidad

Los retiros de fines de semana con Lazos de Amor Mariano no solo se han convertido en obligatorios para policías en formación, sino que también se han ido extendiendo a unidades del país como consta en instrucciones oficiales de la Policía a uniformados de mayor rango. Incluso se utilizan las instalaciones oficiales de la institución para hacer estos encuentros, como uno que se realizó hace menos de un mes en la Escuela de Investigación Criminal de la Policía en Bogotá.

Toda esta situación ha dejado a la población colombiana, posiblemente con una Policía más creyente, pero por seguro más debilitada. Con un director y una subdirectora que parecen más curas o inquisidores que estrategas oficiales para defender la seguridad y el orden. Y una organización religiosa que se está haciendo cada vez más rica a punta de los dineros de los recursos de funcionamiento de esta institución y proveniente de los salarios de los oficiales que son obligados a asistir a esos retiros.

Solo nos queda seguir rezando en esta Semana Santa: “Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas, en paz y alegría, con todos los santos, porque no hay Policía”. Id hermanos con bien, que esta santa columna ha terminado. Amén.

@yohirakerman; akermancolumnista@gmail.com

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