Hora cero para definir sobre caza de hipopótamos: así sería el proyecto del Gobierno

El Ministerio de Ambiente es el encargado de tomar las riendas del control de especies invasoras, con la COP16 a seis meses de distancia. Su compromiso por proteger la biodiversidad nativa será clave para recibir a los miles de invitados del mundo entero que visitarán el país. El Gobierno, por fin, tiene en sus planes la cacería de control (no indiscriminada) de los hipopótamos traídos por Pablo Escobar, que ya está desatando protestas en Antioquia.

Hasta este 6 de mayo, en la página del Ministerio de Ambiente estuvo publicado el proyecto de resolución que regularía el plan de prevención, control y manejo de la especie exótica invasora Hippopotamus amphibius.

Lo anterior, porque las especies invasoras son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo. En palabras simples: las especies invasoras acaban con otras porque no pertenecen al ecosistema. El hipopótamo, además, no tiene depredadores naturales y eso lo hace un mayor riesgo. Colombia, parte del Convenio sobre Biodiversidad Biológica, tiene el deber de tomar acciones concretas al respecto.

¿Cuál es la mejor forma de controlar la población de hipopótamos? 

Sin embargo, la caza, una de las medidas más efectivas, es también la más impopular y por eso el Gobierno no ha hecho ruido al respecto. Los intentos de esterilización han sido lentos y el Estado no pudo llegar a las 20 que tenía presupuestadas para 2023. Su costo es de unos 50 millones de pesos por procedimiento.

En el borrador de resolución se entregan datos y proyecciones que muestran la urgencia de hacer algo más al respecto. 

A 2035, con las cosas como van, en Colombia habría 1.000 individuos de hipopótamo. "Cambiar la trayectoria de la población hacia su disminución implica el manejo de, al menos, 31 individuos anuales durante 25 años", dice el documento.

El manejo incluye sacarlos e inhabilitarlos para que dejen de reproducirse. Esto requiere distintas acciones: "Translocación" –traslado de los animales hacia zoológicos o poblaciones silvestres en su lugar de origen–, confinamiento y caza, entre otras. 

Estas acciones se tomarían acompañadas de campañas con las comunidades para informar sobre la especie; claridad sobre la declaratoria de especie invasora del hipopótamo; pedagogía para fortalecer la importancia de la biodiversidad nativa; difusión de datos sobre amenazas y riesgos socioambientales del hipopótamo, etcétera.

Según el documento del Ministerio de Ambiente, la caza de control se puede hacer con métodos químicos o físicos (disparo, golpe, etcétera). Para el primer método es necesario cazar al hipopótamo, pero en ambos casos se debe buscar el menor sufrimiento posible. También tiene que haber un plan de manejo del cadáver.

Estas son las acciones propuestas y su prioridad de implementación. Lo más urgente es tomar medidas en el área de la Hacienda Nápoles, otrora santuario de Pablo Escobar. En el corto plazo, el documento del plan dice que se deben hacer alertas tempranas, confinamiento de los animales, caza de control e intervención social. En el mediano plazo, reubicar a los hipopótamos restantes.

Después, con nivel de urgencia similar, están Tolones y Cocorná, en donde en el corto plazo se deben emitir alertas tempranas, caza de control e intervención social. Solo a largo plazo se plantea hacer un traslado de los animales.

Para las otras tres áreas: Nare y Berrío; Yondó y la depresión Momposina; y zona sur de la depresión Momposina y norte del valle medio del río Magdalena, también se propone la caza de control como medida a corto plazo.

La efectividad de la cacería en el control de los hipopótamos, considerando el precio, sería alta, si se usa el "método físico", y media con el químico. Los actores que tendrían que llevarlo a cabo serían expertos en control de especies silvestres, instituciones internacionales, ONG, autoridades locales y las Fuerzas Armadas.

Hugo López, profesor de la Universidad Nacional y líder del Grupo de Conservación y Vida Silvestre, le dijo a CAMBIO en febrero de este año que francotiradores del Ejército podrían hacer la tarea.

Sectores se oponen a la caza

El proyecto reconoce un limitante clave para la caza: la oposición de algunos sectores y que se relaciona con la "muerte indiscriminada" del animal. También habla de la confusión en la opinión pública entre la caza deportiva y la caza de control; los indicios ya existentes de que hay caza de hipopótamos en algunos municipios; el costo de la caza química, entre otros.

Según reportó El Colombiano, la posible decisión de hacer cacería de control ya está desatando convocatorias a marchas de protesta. Por grupos de WhatsApp circula la invitación a una manifestación en Doradal, Antioquia, el próximo 13 de mayo. 

El siguiente paso que debe tomar el Ministerio de Ambiente es evaluar los comentarios que reciba el proyecto de ley y emitir los documentos finales para comenzar a implementar el plan lo más pronto posible.