Confesión inédita: ¿Quién es el general que mandó a matar a Petro, Cepeda y Navarro?

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W Radio, en cabeza de Julio Sánchez Cristo, tuvo acceso a la confesión de Dorado, quien, como miembro de la inteligencia militar, detalló las operaciones que se llevaron a cabo bajo las órdenes de Ramírez Quintero. Este general, recientemente condenado y con un largo historial de cuestionamientos por vínculos con el paramilitarismo, es ahora señalado como el principal artífice de una serie de crímenes.

Estos incluyeron asesinatos de líderes de izquierda, torturas y seguimientos sistemáticos a figuras políticas, entre ellas el actual presidente Gustavo Petro. Dorado, quien formó parte del Batallón de Contrainteligencia 1 y del Batallón de Inteligencia Charry Solano, confesó su participación en estos crímenes.

Dorado relató que Ramírez Quintero, a quien describió como "el padrino de la inteligencia", dirigía personalmente las operaciones de vigilancia, tortura y asesinato de miembros de la Unión Patriótica (UP), el M-19, y otras organizaciones políticas de izquierda. 

Según Dorado, el general era el cerebro detrás de la desaparición de activistas y defensores de presos políticos, ordenando la eliminación de cualquier persona que se considerara una amenaza, independientemente de su afiliación directa con grupos armados ilegales como las FARC, el ELN o el EPL.

El sargento confesó que comenzó su colaboración con el Ejército en 1984, reclutado por el sargento retirado y narcotraficante Justo Pastor Perafán. Desde entonces, participó en operaciones de seguimiento a destacados políticos como Gustavo Petro, Antonio Navarro, Álvaro Leyva y Aida Avella, informando directamente al general Ramírez Quintero. Dorado aseguró que estos seguimientos tenían un solo objetivo: asesinar a todos los líderes que representaran una amenaza para el régimen de la época.

Uno de los momentos más impactantes de su testimonio fue cuando relató cómo se enfrentó cara a cara con Antonio Navarro en el barrio Galán de Bogotá con la intención de matarlo. Sin embargo, al ser descubierto, tuvo que abortar el plan y negociar con Navarro para que guardara silencio y se exiliara, ya que la Brigada de Inteligencia no le perdonaría el fracaso. 

Además, Dorado mencionó que estas labores de vigilancia eran lideradas por el sargento David Mateus, conocido como “Chepe”, y que él formaba parte de uno de los cuatro grupos de vigilancia encargados de estas operaciones.

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