Los grandes retos de la transición  y la soberanía energética
29 Noviembre 2022

Los grandes retos de la transición y la soberanía energética

Crédito: Colprensa

El debate sobre el modelo energético sigue creciendo en Colombia. Para contribuir a la discusión, CAMBIO realizará el foro “La Ruta de la Transición Energética” que dará una amplia mirada a los desafíos del sector.

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Colombia, un país con una de las matrices energéticas más limpias del planeta, quiere meterle acelerador a fondo a la transición energética para cambiar el uso de combustibles fósiles por energías más limpias, como las renovables no convencionales, con el fin de mitigar los efectos del cambio climático.

En los últimos años se dieron pasos en el país para el desarrollo de energías limpias, con la expedición de leyes y el compromiso de reducir en 51 % las emisiones contaminantes a 2030 y alcanzar la carbono-neutralidad a 2050, en línea con lo adoptado en la cumbre del cambio climático COP26 realizada en 2021 en Glasglow.  En este encuentro, cerca de 200 países se comprometieron con la reducción de las emisiones de carbono para que la temperatura del planeta no aumente más de 1,5 grados centígrados, un nivel de riesgo para la humanidad. 

Sin embargo, el gobierno colombiano quiere acelerar la transición y es partidario de reducir el uso de combustibles fósiles como el petróleo y el gas y disminuir la dependencia del carbón. Para ello ha propuesto revisar los contratos de exploración de hidrocarburos, un tema que genera polémica porque de por medio está la soberanía energética y el temor de volvernos un importador de hidrocarburos, con repercusiones negativas en las finanzas públicas y en las regiones productoras.

La transición energética va más allá de incentivar las energías renovables y de frenar la exploración de hidrocarburos. Colombia es responsable de solo el 0,6 % de las emisiones contaminantes del planeta. En el país los mayores problemas son la deforestación de bosques, los grandes pulmones del mundo. El año pasado se deforestaron 204.000 hectáreas por los cultivos de coca, la ganadería extensiva, la siembra de cultivos y el uso de madera. En las ciudades el parque automotor y los vehículos de carga son los principales contaminantes del medio ambiente.

Para contribuir a este debate, CAMBIO, con el patrocinio de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), el apoyo de Isagen y Naturgas y los aliados EPM, Alcanos y T.EN Technip Energies, realizará este jueves primero de diciembre el foro “La Ruta de la Transición Energética”, que contará con la presencia de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien instalará el evento. 

Foro transición energética

En el encuentro participarán funcionarios del gobierno como el director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González, representantes de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), gremios y empresas del sector entre ellos Acolgen, Naturgas, Isagen, EPM, AES Colombia, la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), el Grupo Energía Bogotá, TGI, ambientalistas, académicos y expertos.

El objetivo es dar una amplia mirada a los retos y desafíos que enfrenta el país para realizar este proceso de transición, así como despejar los grandes interrogantes alrededor del tema: ¿cómo hacer una transición e incorporar nuevas fuentes de generación sin afectar la seguridad y la soberanía energética?”, ¿cuáles son los incentivos para impulsar las inversiones en energías renovables?, ¿cómo está Colombia en el desarrollo del hidrógeno verde? y ¿cómo enfrentar los grandes desafíos regulatorios del sector y sus impactos para las compañías?

La seguridad y confiabilidad en el suministro de energía es clave; no solo se deben impulsar los proyectos de energías alternativas sino los grandes de generación, como Hidroituango, y los de transmisión. En este sentido, la presidente de Acolgen, Natalia Gutiérrez, es partidaria de realizar una transición energética de manera progresiva, planificada y responsable y que permita garantizar la confiabilidad del servicio en todas las regiones del país.

El desarrollo de energías limpias

Aunque la matriz energética colombiana es una de las más limpias del planeta -el 70 % de la generación de energía proviene de las hidroeléctricas y cerca del 30 % de las plantas de generación térmica que se mueven con carbón y gas-, no tiene una participación destacada en energías renovables no convencionales como la fotovoltaica (solar), eólica (movida por viento) o la geotérmica, que representan menos del 1 % de dicha matriz.

Sin embargo, se espera que la participación de las renovables no convencionales se incremente entre 10 y 15 % en los próximos años y disminuya la dependencia de los combustibles fósiles para generar energía y para disminuir las emisiones contaminantes al medio ambiente.

Esta es una tarea que implica grandes esfuerzos y desafíos porque hasta el momento solo hay dos parques eólicos en funcionamiento en La Guajira, uno de ellos es Jepírachi, un proyecto piloto que puso en marcha Empresas Públicas de Medellín (EPM) hace 18 años, y el otro es Guajira 1, de Isagen, compañía que anunció un segundo proyecto eólico en este departamento. Pero por lo menos otros 65 proyectos de esta naturaleza están haciendo fila. En energía solar hay desde pequeños proyectos hasta grandes parques y granjas solares.

No obstante, su desarrollo depende de las consultas previas con las comunidades y de la aprobación de licencias ambientales, temas complejos que demandan tiempo y mayores inversiones por parte de las empresas. Además, para integrar esta energía solar y eólica al Sistema Interconectado Nacional (SIN) se necesita el desarrollo de líneas de transmisión como Colectora, del Grupo Energía Bogotá, proyecto que todavía no ve la luz por la demora en las consultas previas.

En hidrógeno verde, Promigas, junto con Ecopetrol y el gobierno nacional inició su primer piloto con el fin de inyectarlo en las redes de gas natural de la zona industrial de Mamonal, en Cartagena. Ecopetrol también incursionó en la construcción de proyectos solares en los campos de producción de petróleo y una granja solar en la isla de Providencia. No obstante, el hidrógeno verde es una tecnología que tardará varios años en desarrollarse en el país. 

Foro transición energética
Foto: Colprensa
Promigas inició un proyecto para el desarrollo de hidrógeno verde para inyectarlo en la red de gas natural en Mamonal, Cartagena.

La suerte del petróleo y el gas

Uno de los grandes interrogantes es qué pasará con la producción de petróleo y gas y si está en entredicho la seguridad energética. Aunque el gobierno insiste en acabar con la dependencia de estos combustibles por su impacto en el medio ambiente, hay que señalar que Colombia es responsable de solo el 0,6 % de las emisiones de gases contaminantes en el planeta y que los mayores culpables de las emisiones contaminantes son la deforestación y la ganadería extensiva.

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo habla de un periodo de transición de por lo menos 15 años. Sin embargo, en este tema la ministra de Minas y Energía tiene la última palabra. La funcionaria ha señalado que la seguridad e independencia energética seguirán siendo prioridad para el gobierno y que el país tiene cerca de 300 contratos de producción y exploración que no se han frenado. De ellos 117 son contratos de exploración que están en revisión.

Lo cierto es que, por el momento, Colombia tiene cerca de ocho años de autosuficiencia en petróleo y gas, pero se requieren nuevos descubrimientos para evitar que el país se vuelva un importador de estos combustibles. Este año, como consecuencia de los buenos precios internacionales del crudo, el aporte del sector de hidrocarburos al Estado será de 58 billones de pesos, según la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP). Adicionalmente, más del 40 % de las exportaciones del país, es decir, más de 13.000 millones de dólares, correspondiente a las ventas de hidrocarburos en 2021.

Foro transición energética
Foto: Colprensa
Colombia necesita hacer nuevos descubrimientos de petróleo y gas para mantener su autosuficiencia energética.

En torno a la exploración de gas, la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) ha señalado que este es un energético de transición, más limpio, que llega actualmente a 10,4 millones de familias y que se necesita ampliar la cobertura a otros 1,2 millones de hogares que todavía cocinan con leña, carbón y combustibles más contaminantes. 

Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas, ha reiterado la importancia de este energético en la transición a energías renovables al señalar que el material particulado es prácticamente inexistente y son menores sus emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso es fundamental continuar con la exploración de nuevos yacimientos para tener una fuente de respaldo que es más económica y menos contaminante. 

En el mismo sentido se ha manifestado Mónica Contreras, presidente de Transportadora de Gas Internacional (TGI), filial del Grupo Energía Bogotá, quien sostiene que el gas es la energía fundamental para una transición energética justa, sostenible y competitiva. TGI es la principal compañía transportadora de gas del país, con más de 4.000 kilómetros de gasoductos.

Teniendo en cuenta su importancia para Colombia y que es un combustible más amigable con el medio ambiente, el ex ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, enfatiza que la prioridad debe ser asegurar el autoabastecimiento de gas, para evitar tener que importarlo con mayores costos para los usuarios.

Hay importantes elementos para el debate sobre la suerte del sector energético colombianos, muchos temas cruciales que el país debe resolver y muchas dudas que despejar. El foro “La Ruta de la Transición Energética” es una oportunidad para entender el panorama actual y el futuro del sector.
 

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