Así será la elección de la dirección de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD)
3 Enero 2023

Así será la elección de la dirección de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD)

María Camila Moreno, directora del ICTJ e integrante del Comité de elección.

Crédito: Colprensa

María Camila Moreno, integrante del Comité de elección del nuevo funcionario, habla sobre prioridades del próximo director (a) de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).

Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez

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El Ministerio de Justicia acaba de publicar los nombres de los cinco integrantes del Comité de elección del nuevo director (a) de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), quien sucederá a Luz Marina Monzón, cuyo mandato de cinco años culmina el próximo 19 de febrero.

“Celeridad en la búsqueda, resultados concretos, identificación y entrega digna”.

A través de la Resolución 2538 del 30 de diciembre de 2022, se determinó que los integrantes del Comité son: Miriam Ávila Roldán, delegada de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia; Marcie Mersky, del despacho del secretario general de las Naciones Unidas; María Clemencia Castro Vergara, del Sistema Universitario Estatal (SUE); Álvaro Gil Robles, de la Corte Europea de Derechos Humanos y María Camila Moreno Múnera, del Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ).

Estas cinco instituciones independientes con el poder de elegir, son las mismas dispuestas por el Decreto 587 de 2017, que determinó cómo debían ser escogidos los miembros del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (Jurisdicción Especial para la Paz, Comisión de la Verdad y la UBPD). Sin embargo, con el Decreto 2612 de 2022, el gobierno de Gustavo Petro delegó en el Ministerio de Justicia la convocatoria del Comité y precisó algunos aspectos. La Resolución 2538 se dio a conocer después de una serie de trámites burocráticos y tras la aprobación de los cinco delegados del Comité por parte del ministro de Justicia, Néstor Osuna.

Lo cierto es que el tiempo apremia: para efectos de empalme, se supone que la nueva dirección debía ser elegida tres meses antes de la culminación del periodo de la actual. La directora del ICTJ e integrante del Comité, María Camila Moreno Múnera, habló para CAMBIO sobre los retos de la UBPD.

CAMBIO: ¿No está el Comité un poco “cogido de la noche” para elegir al sucesor (a) de Luz Marina Monzón?

M.C.M.M.: “Ya el comité inicia su trabajo, que básicamente consiste en revisar los términos de la convocatoria, los criterios para la selección del nuevo director (a). Se acordó que se va a escuchar a algunas organizaciones de la sociedad civil, al sindicato de la UBDP; igualmente, así lo establece el Acuerdo de Paz, el Comité Internacional de la Cruz Roja presenta una propuesta de criterios para la selección del director (a), que será discutida por el comité. Y una cosa importante es que, como se movieron todos los plazos, como desde ahora el comité entra en funcionamiento, hay una serie de tiempos que se deben respetar para todo el proceso de convocatoria, entrevistas y selección. Está claro que no vamos a alcanzar a tener la persona escogida antes del 19 de febrero. Según mis cálculos, probablemente esté para finales de febrero o principios de marzo. El ministerio ha sido consciente de esas demoras, se incluyó en el decreto una norma que establece que el comité va a definir quién queda encargado una vez termine el período de la actual directora: es una decisión que tomó el Ministerio de Justicia partiendo de la importancia de garantizar la autonomía e independencia de la UBPD, porque no era procedente que fuera el gobierno el que decidiera el encargo. Por eso se le solicita al comité que defina la persona que va a quedar encargada hasta tanto se posesione el nuevo director (a)”.

CAMBIO: Ustedes deciden la interinidad y la dirección en propiedad, ¿el primero sería alguien que trabaja en la misma UBPD o ya tienen un banco de hojas de vida?

M.C.M.M.: “Nada, todavía no porque todavía no ha salido ni siquiera la convocatoria. El procedimiento es que se hace una convocatoria pública, tiene que entrar en funcionamiento una plataforma digital para que las personas puedan postularse; luego hay una selección inicial de requisitos básicos, de ahí salen personas preseleccionadas, hay que publicarlo para observaciones del público; ya el análisis es más de fondo: el comité escoge a las personas que va a entrevistar y de ese último grupo escoge a quien queda como director (a). Es un proceso que toma varias semanas. La persona que queda encargada debe ser, en principio, de la misma UBPD. Probablemente pueda ser la subdirectora, la secretaria general… La idea es que sea un encargo corto, para efectos administrativos, sin otras facultades”.

CAMBIO: ¿Es posible la postulación y reelección de Luz Marina Monzón?

M.C.M.M.: “En el decreto que crea la UBPD no dice que sí o que no. En ninguna parte dice que está prohibido. Sin embargo, sabemos que ella no se va a volver a presentar: lo ha dicho en varios escenarios públicos y privados, no tiene interés”.

CAMBIO: Organizaciones de la sociedad civil han dado a conocer nombres de personas que les gustarían que aspiraran al cargo; algunas han sido víctimas del conflicto, por ejemplo. ¿Qué tipo de perfil busca el comité?

M.C.M.M.: “Como le digo, todavía no se ha abierto la convocatoria. Formalmente no se ha recibido ninguna postulación. Lo que sé es lo que han publicado los medios sobre este grupo organizaciones, conformado sobre todo por familiares de víctimas de desaparición forzada, tienen ya unos candidatos que probablemente estarán pensando en postular. Lo que pasa es que no hemos definido los criterios pues es un poco apresurado, en realidad estarían pensando en los criterios anteriores, pero resulta que la UBPD ya lleva cinco años en funcionamiento. Es una entidad grande, tiene más de 700 funcionarios, un presupuesto importante, unos desafíos enormes. La tarea del Comité, una vez nos empecemos a reunir, es revisar el perfil del director (a) de hoy, no el de hace cinco años… que se buscó pensando en que tenía que ser una persona que creara la entidad, que tuviera todo el conocimiento y la experiencia en el tema desaparición forzada para darle vida. Hoy esa entidad ya existe, son otros los desafíos. Probablemente eso significa volver a pensar cuál es el perfil y de allí resultarán unos criterios que se harán públicos para la convocatoria. Cualquier cosa que se diga es aventurada, apresurada”.

CAMBIO: ¿Cuáles son, en su concepto, los cambios o retos que enfrenta la UBPD?

M.C.M.M.: “Más que cambios, yo diría que estos cinco años han sido muy importantes para crear una entidad de la nada, pues no existía nada. Crear una entidad de cero, lo que eso significa en un país como Colombia, que no es el más fácil para crear entidades, eso tomó su tiempo, consolidarla, definir las estrategias y toda la operatividad: eso es lo que, a mi modo de ver, deja la directora. Pero por supuesto hay un desafío muy grande: darle mayor celeridad a la búsqueda, empezar a obtener ya resultados concretos de esa búsqueda, ojalá en todo el país, identificación y entrega digna de restos de personas desaparecidas. Yo creo que ahí está el principal desafío que tiene hoy la UBPD. Y es un reclamo también que están haciendo las mismas organizaciones y la sociedad general, después de este proceso de crear la UBPD, formular el plan nacional y los planes regionales de búsqueda. Ahora lo que viene es ejecución y dar resultados en el corto plazo”.

CAMBIO: Hay algunos cuestionamientos sobre la gestión de la directora saliente, Luz Marina Monzón, relacionados con acoso laboral y “amiguismo” en nombramientos, ¿el comité hace algún tipo de investigación o evaluación de la dirección?

M.C.M.M.: “Sabemos que el sindicato va a presentarle al comité, una vez quede instalado, un documento, creo que no tanto de evaluación de la gestión de la actual directora, pues no sería nuestra competencia entrar a evaluar, pero sí una propuesta a partir del balance que ha hecho el sindicato, una propuesta de perfil, de criterios y de desafíos hacia adelante. El comité está abierto a escuchar a todos los interesados en este tema para poder tener elementos suficientes para tomar decisiones, como cuál es el perfil de la persona que ahora se necesita”.

CAMBIO: Contamos con cifras públicas: 99.235 personas reportadas como desaparecidas; 90.088 siguen desaparecidas; 8.495 casos que solamente los conoce la UBPD y que el Estado no conocía… ¿La opinión pública colombiana puede confiar plenamente en esos conteos y datos cruzados que publica la UBPD?

M.C.M.M.: “Yo creo que sí. Es un trabajo que viene incluso de antes de la creación de la UBPD, recuerde por ejemplo el informe del ¡Basta ya! que también dio una cifra que iba mucho más allá de lo inicialmente reportada por Medicina Legal o por la Comisión de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Creo que la UBPD hizo un muy juicioso análisis de las diferentes bases de datos que existen en el país sobre desaparición forzada, tanto oficiales como de bases de datos de organizaciones de la sociedad civil. Hubo ahí un ejercicio de contrastación, de verificación, que nos arroja este dato: estamos casi por los cien mil desaparecidos en Colombia, lo cual es muy preocupante, muy grave, pero también nos habla de la magnitud de la tarea que tiene la UBPD. No va a ser tan fácil ni tan rápido. Yo diría que sí, que es una cifra confiable”.

CAMBIO: ¿Por qué la UBPD depende de laboratorios forenses del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y del Instituto Colombiano de Medicina Legal (ICML)? ¿Es normal que a estas alturas la UBPD no tenga su propio laboratorio y dependa tanto de la Fiscalía General de la Nación (FGN)?

M.C.M.M.: “Hoy por hoy, yo creo que ese es un punto muy importante que probablemente va a tener que enfrentar el nuevo director (a), porque cuando se diseñó la UBPD y se crea el decreto que le da vida, el principio era que la unidad debía concentrar su tarea en justamente en la búsqueda de las personas desaparecidas, en el trabajo con las víctimas, en la estrategia para avanzar en esa tarea pendiente que tiene este país. Se planteaba en ese momento que los aspectos más técnicos de la identificación, como ya estaban creados los laboratorios de identificación tanto en INML como en el CTI, pues era más fácil que hubiera una coordinación estrecha entre la UBPD y la FGN para garantizar que esos laboratorios se pusieran a disposición de la unidad para hacer esa tarea. En estos cinco años, lo que hemos visto es que esa coordinación no ha funcionado tan bien. Además, tanto el INML como el CTI tienen una tarea enorme, esos laboratorios se encargan de todo, no solamente de la identificación de restos de personas dadas por desaparecidas sino de cuanta cosa hay. Pareciera no haber la capacidad suficiente, hoy por hoy, para atender las tareas normales que tienen y, adicionalmente, suplir las necesidades de la UBPD. Eso nos lleva a dos posibilidades: fortalecer el laboratorio del INML y el del CTI para que puedan tener una unidad, encargada exclusivamente a atender los requerimientos de la UBPD (con la capacidad instalada y la experiencia que existen), pero con recursos para que el INML se fortalezca y pueda tener un grupo especial que se dedique exclusivamente a la UBPD; el otro camino es que la UBPD tenga su propio laboratorio identificación, probablemente eso sea mucho más costoso y mucho más difícil. No digo que imposible. Habría que analizarlo con más profundidad. Le corresponderá al nuevo director o directora analizar la situación y establecer una estrategia para resolver eso que, efectivamente, es un problema”.

CAMBIO: ¿Podemos decir que parte del problema es que la UBPD tiene en su equipo más perfiles administrativos que forenses?

M.C.M.M.: “Yo creo que en su momento, cuando se diseña la UBPD se crea un equipo forense importante, pero era un equipo forense que iba a trabajar de la mano con el INML, ese era el principio: que no se requería un equipo forense muy robusto en la unidad, porque no se iba a hacer identificación; que más bien se requería un equipo que hiciera toda la coordinación y la orientación estratégica de la búsqueda, de la identificación. Hay que repensar ahora que empieza una nueva etapa de la UBPD, de otros cinco años, que es lo que dura el mandato del director (a). Será esa persona la que tenga que hacer un análisis de lo que deja esta directora, de la estructura que se creó para un momento la UBPD, y ver si es estructura sigue siendo la adecuada para esta nueva etapa de la unidad”.

CAMBIO: ¿La metodología de la UBPD se inspira en qué casos del mundo? Se habla mucho de Bosnia, ¿cuál sería nuestro modelo?

M.C.M.M.: “Hay algunas experiencias en el mundo que son, tal vez, más relevantes para Colombia que la de Bosnia: siempre se habla de Bosnia, pero resulta que allí hubo eventos masivos desaparición en un mismo lugar, por ejemplo la masacre de Srebrenica, se masacraba a un grupo de personas y después se enterraban clandestinamente. Todo ocurría en un mismo evento, lo que facilitaba la búsqueda y la identificación, para ese tipo de situaciones es muy útil por ejemplo utilizar los bancos genéticos: se tomaban muestras a todos los restos que se encontraban en un mismo lugar y se buscaba a los familiares y se hacía el cruce. El caso de Colombia es distinto, la cifra de casi cien mil desaparecidos en todo el territorio nacional y a lo largo de varias décadas, hace mucho más compleja la búsqueda. Se parece más a los casos peruano, guatemalteco y argentino. De hecho, Argentina es la pionera en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, ellos crearon el Equipo de Antropología Forense, una organización de la sociedad civil, con una enorme experiencia forense en estrategias de búsqueda, que asesoró luego la creación del equipo peruano de búsqueda de personas desaparecidas y también al equipo guatemalteco. Hay una experiencia acumulada muy importante en la región, ha sido muy útil en estos años de creación y consolidación de la UBPD. Estos tres equipos han venido a Colombia, han asesorado a la UBPD: hay un conocimiento muy importante que ya empieza a ser aprovechado por la unidad”.

CAMBIO: ¿Por qué en algunos sectores de la opinión pública, e incluso entre víctimas, existe la idea de que la JEP es la que se ha echado al hombro la búsqueda de desaparecidos? ¿Será por las 34 medidas cautelares que ha decretado sobre posibles lugares de inhumación?

M.C.M.M.: “Lo que ha pasado es que la UBPD ha tomado probablemente más tiempo de lo inicialmente esperado por las mismas organizaciones de familiares en este diseño de los planes nacionales y regionales de búsqueda. Inicialmente la idea era que la UBPD le solicitara a la JEP las medidas cautelares cuando identificara los posibles sitios de enterramiento en las diferentes regiones, para preservar esos sitios mientras se hacía la exhumación una vez se recogiera toda la información (sobre todo por fuera de cementerios o incluso en los cementerios mismos). Aquí ha habido unos ritmos distintos. El ritmo de la UBPD ha sido más lento de lo que las organizaciones tenían previsto, las mismas organizaciones de la sociedad civil empezaron a pedirle a la JEP medidas cautelares para lugares donde se presumía la existencia de enterramientos. Eso activó esa competencia de la JEP en decretar medidas cautelares. Otro camino, que no necesariamente se previó desde el principio, es que comparecientes de la JEP, sobre todo miembros de la fuerza pública, en el Caso 03, empezaron a dar información en las versiones voluntarias sobre posibles lugares de enterramiento de personas dadas por desaparecidas. Esto llevó a que la misma JEP decretara medidas cautelares. Tenemos varias medidas cautelares y han sido tan visibles. La directora de la UBPD privilegió el proceso de planeación y de formulación de los planes antes que dictar esas medidas cautelares: eso es lo que pasó”.

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