El caso Jon Sonen: el dueño dice que sí pagó la liquidación

En redes sociales se hicieron virales las imágenes de una mujer que reclamaba airadamente el pago de su liquidación en uno de los puntos de venta de Jon Sonen, en un centro comercial de Cartagena.

A la tienda de ropa llegaron agentes de la Policía que, sin importar que la mujer cargaba a una bebé en brazos, optaron por esposarla para que saliera del establecimiento e imponerle un comparendo por alteración del orden público.

Ante la bochornosa escena en el centro comercial, el Ministerio de Trabajo ordenó una inspección a la tienda Jon Sonen. Entonces salió a la luz que sus empleados no estaban afiliados a la ARL, razón por la cual el establecimiento fue sellado preventivamente.

El presidente Gustavo Petro también se pronunció sobre el caso:

Según Norelys Álvarez, la denunciante, la empresa, en la que se desempeñó en el cargo de asesora comercial hasta octubre de 2020, le debe más de 4 millones de pesos correspondientes al pago por la liquidación de su contrato laboral.

Además de las demoras en el pago, Álvarez denuncia que en 2020, cuando todavía tenía vínculo contractual con Jon Sonen, se le presentó una urgencia médica por su embarazo y no pudo recibir atención inmediata porque su empleador no estaba respondiendo con los pagos de la EPS.

La salida de la ciudadana venezolana Norelys Álvarez de la empresa de ropa –según cuenta– se dio porque le ordenaron un traslado a Yopal, a más de 1.100 kilómetros de distancia de Cartagena, a lo que ella respondió que le era imposible mudarse porque tenía dos hijos, una de ellas recién nacida, y además su mamá dependía económicamente de ella. La empresa le notificó el despido por justa causa argumentando que no se acopló a los cambios exigidos.

Jon Sonen se defiende

Este martes se conoció la otra versión, la del empleador y fundador de la compañía en cuestión, Jon Sonen Ramos. El diseñador de modas se defendió ante la polémica argumentando que Norellys no aceptó firmar la hoja de recibo de la liquidación que le mostró el departamento de recursos humanos en el momento de la terminación del contrato. "Ella nunca entendió los valores de la liquidación", dijo Sonen.

El ejecutivo aseguró en Blu Radio que le pagó en abonos 1,4 millones de pesos a Norelys, y como el caso escaló a instancias judiciales por las dos tutelas que instauró la denunciante, la compañía optó por consignar el pasado septiembre –casi dos años después de su despido– el resto de la liquidación, en el depósito judicial del Banco Agrario. Por eso la tutelante no ha podido tener acceso al dinero.

Sobre el despido por no haber aceptado un traslado a Yopal, que la empresa le exigió a pesar de que la denunciante acababa de terminar su licencia de maternidad, Sonen fue más bien evasivo, aunque dio a entender que, efectivamente, la habían despedido por no querer trasladarse: "El contrato laboral se terminó porque, cuando una persona firma un contrato con la compañía, hay varios puntos de venta en distintas ciudades y hay traslados que se generan. La dirección comercial determinó que había una vacante en otro punto, es muy frecuente que eso se dé".

En redes sociales han aparecido numerosas denuncias anónimas de presuntos exempleados de Jon Sonen que cuentan sus experiencias de violaciones de derechos laborales, además de malos tratos por parte del mismo señor Sonen, así como de su compañía.