El defensor del cliente
10 Diciembre 2022

El defensor del cliente

Darío Laguado tiene a su cargo la liquidación de de Ruta del Sol S.A.S y las empresas de Odebrecht en Colombia.

Crédito: Ilustración: Jorge Restrepo H.

Darío Laguado, liquidador por orden judicial de las empresas de Odebrecht en Colombia, tiene una larga historia de relaciones con Néstor Humberto Martínez y con el grupo Sarmiento Angulo, principal socio de negocios de Odebrecht en el país.

Por: Iván Serrano

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El 3 de febrero de 2020 el abogado Darío Laguado fue designado por la Superintendencia de Sociedades como agente liquidador de la Concesionaria Ruta del Sol S.A.S., desde la cual se pagaron sobornos de acuerdo con la investigación sobre Odebrecht.

Su misión es liquidar de manera pronta y ordenada los activos de dicha firma para así pagar a los acreedores. Lo llamativo es que el liquidador ha tenido por muchos años relaciones con el exfiscal Néstor Humberto Martínez, abogado en su momento de Episol, como se llamaba la empresa del grupo Sarmiento asociada a Odebrecht. Laguado también ha sido abogado y contratista, a través de una compañía suya, de empresas del Grupo Aval incluyendo a Corficolombiana, cuyo presidente terminó en la cárcel por el tema Odebrecht. 

Además, Laguado es el liquidador de Navelena, la empresa que originalmente se proponía rescatar la navegabilidad  del río Magdalena, en la que los brasileños de Odebrecht son socios de Julio Gerlein, el hermano contratista del senador conservador Roberto Gerlein, señalado amante y patrocinador de Aida Merlano, en un proceso que mezcla obras públicas, finanzas turbias y compra de votos. Ese caso tiene bajo investigación al exalcalde de Barranquilla, Alex Char y  llamado a indagatoria a su hermano el expresidente del Senado Arturo Char. 

Al revisar la información que sobre Laguado publica la Superintendencia de Sociedades, se advierte que el abogado de 73 años también tiene a su cargo las liquidaciones de Odebrecht Latinvest y Constructora Norberto Odebrecht.

Es decir, en las manos de Darío Laguado está la autopsia del mayor escándalo de contratación en la historia de Colombia.

Nadie discute la calificación profesional de Laguado para adelantar un proceso tan delicado. Lo que resulta interesante es su vieja relación con Néstor Humberto Martínez a quien conoce desde que era un estudiante en la Universidad Javeriana, donde Laguado fue su profesor. Además, el hoy liquidador recuerda que el exfiscal fue director jurídico de la Superintendencia de Sociedades mientras Laguado se desempeñaba como superintendente delegado. 

La relación del liquidador Laguado no se limita a quien fuera el asesor jurídico del Grupo Aval, sino que llega al grupo Sarmiento mismo. Una empresa suya llamada Laguado Giraldo Defensoría del Cliente Financiero ha tenido precisamente como clientes a varias compañías del Grupo Aval. La empresa del hoy liquidador ha prestado asesoría y servicios de consultoría financiera a  Leasing Corficolombiana, Fiduciaria Corficolombiana y Corficolombiana, empresa que a través de su filial Episol, fue el vehículo financiero usado por el grupo Sarmiento Angulo para asociarse con Odebrecht en la construcción de la Ruta del Sol II. Por cuenta de ese negocio, José Elías Melo, presidente de Corficolombiana fue condenado a 11 años y 9 meses de prisión. Ese fue el fallo que llegó más alto en la jerarquía del Grupo Aval. Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, CEO del grupo financiero, fue beneficiado en 2021 con el archivo de la investigación. El fiscal delegado que pidió el archivo es Javier Cárdenas, el mismo que ahora busca archivar el caso contra el expresidente Álvaro Uribe.

Vale recordar que por sus actuaciones en dicho consorcio, el Grupo Aval enfrenta dos investigaciones en los Estados Unidos, una del Departamento de Justicia y otra de la comisión de valores de ese país SEC (Securities and Exchange Commission).

La actuación de Laguado como liquidador empezó con la advertencia de que grandes archivos, que para el caso pueden ser evidencias judiciales, fueron borrados en las empresas de Odebrecht. Advirtió, en marzo de 2020, que un software malicioso había borrado información de los computadores de la concesionaria y que además empleados de la misma habían destruido documentos, lo que causaría dificultades para establecer a qué acreedores se les pagaría y cuándo. Lo más preocupante para propósitos judiciales no tiene que ver con los pagos futuros sino con la operación de las redes de corrupción en el apogeo de Odebrecht, es decir, el valor que tienen esos archivos para determinar quiénes recibieron la plata y a través de cuál vía. 

Al ser consultado por CAMBIO, Laguado aseguró que no ha incurrido en conflicto de intereses: “Pues yo pienso que no, porque, por ejemplo, le voy a poner otro caso que hablaba con ellos hace poco. Ahí se presentó una reclamación de un banco y yo tengo tarjeta de crédito de ese banco. Ahí habrá que ver si por tener una tarjeta de crédito de ese banco debo declararme impedido en ese caso, no lo veo”. Desde luego, no es lo mismo ser usuario de una tarjeta de crédito de un banco que brindarle servicios de consultoría a una institución financiera. Laguado aseguró que Corficolombiana hizo una reclamación a la liquidación la cual fue negada y dijo que la entidad del Grupo Aval fue cliente de su empresa hasta marzo de este año. Es decir, en un momento la empresa de Laguado prestaba consultoría al Grupo Aval mientras él adelantaba la liquidación de la compañía que los puso en problemas tanto en Colombia como en Estados Unidos.

Así mismo, Laguado aseguró que su escogencia para ser liquidador de la Concesionaria Ruta del Sol fue resultado de la decisión de un comité “A mí no me llamaron por razones políticas ni por simpatía. Digamos que fue una ponderación que hizo el comité que designa al liquidador ”. 

Sin embargo, CAMBIO encontró que la resolución que lo designó liquidador asegura “Designar como liquidador, de conformidad con el mecanismo excepcional establecido en el artículo 2.2.211.3.7 del Decreto 1074 de 2015, a: Darío Laguado Monsalve”. Lo cual en la práctica quiere decir que en su nombramiento participó el superintendente de Sociedades de la época Juan Pablo Liévano. 

Laguado aseguró que todos estos procesos le fueron asignados para facilitar el trámite y la optimización de gastos y costos de compañías que pertenecen a un mismo grupo empresarial. Sin embargo, cada una de estas liquidaciones cuenta con radicados independientes, es decir jurídicamente son casos separados.

Después de conversar varias veces con CAMBIO, Laguado envió un escrito en el que dice que en el proceso de liquidación de Ruta del Sol S.A.S., Corficolombiana no se presentó como acreedor, en cambio Episol, filial de Corficolombiana sí lo hizo y solicitó el pago de acreencias por 3.205 millones de pesos, solicitud que fue negada por Laguado y objetada por Episol. La decisión final la tomará un juez.

CAMBIO le preguntó al abogado Néstor Humberto Martínez por su relación con el liquidador Darío Laguado y contestó "Darío Laguado fue superintendente de Sociedades delegado cuando yo era jefe de la Oficina Jurídica en el año 1978. Hace mas de 35 años. 
Desde entonces no lo he vuelto a ver. ¿Acaso es el liquidador de esa empresa?".  Y al preguntársele si ha tenido alguna actuación en el proceso de liquidación de Ruta del Sol S.A.S. dijo "no tengo idea alguna de esa compañía".

 

El caso Pizano

Darío Laguado le contó a CAMBIO que entre sus asuntos pendientes está la reclamación económica que hace la familia del desaparecido Jorge Enrique Pizano, excontroller de Ruta del Sol y quien destapó el entramado de corrupción y contratos ficticios con los que se habrían hecho pagos irregulares por más de 69.000 millones de pesos.

En entrevista con CAMBIO, su hija mayor, María Carolina Pizano, contó que cuatro años después no se le ha pagado a la familia dos meses de trabajo de su padre que no le fueron cancelados y su liquidación.

Al respecto Laguado dijo “tengo un pleito con el señor Pizano, la familia del señor Pizano, las hijas y la esposa del señor Pizano” y agregó “ellas creen que su padre era empleado, trabajador de la constructora, entonces todo trabajador tiene derecho a prestaciones sociales y cesantías, vacaciones y todo eso. Y lo que había dicho la concesionaria es que era un controller, como quien dice un auditor que no estaba en la nómina, entonces la tesis de la concesionaria es que a él se le pagaron los honorarios, inclusive no a nombre de él, sino a una compañía de él”.

La compañía a la que se refiere Laguado se llama Pizano Ponce de León y a esta firma, según su testimonio, le habrían consignado los honorarios: “A él como persona no se le debía nada porque las cuentas con él se manejaron a través de una compañía de él, él así lo decidió”. Sin embargo, la familia Pizano niega que se hayan hecho tales pagos.

Cuando se le preguntó a Laguado por los meses de honorarios que la familia Pizano reclama. dijo que cuando se inscribieron los acreedores de la liquidación, la familia de Jorge Enrique Pizano se acreditó como tal y que la solicitud hecha por la familia Pizano Ponce de León fue incluida en la liquidación como un crédito litigioso. La familia de Jorge Enrique Pizano espera que el Juzgado 22 Laboral reconozca su condición de empleado de la concesionaria, de esta decisión depende que se le cancelen los valores reclamados.

Independientemente de la discrepancia laboral, el papel de Laguado será vital para reconstruir las actuaciones de Odebrecht en Colombia. Su cercanía con actores tan importantes en el caso alienta las dudas sobre la independencia del liquidador.

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