La llamada de María F. Cabal: lo que viene

La afirmación podría sonar extraña. Pero basta con echarle una mirada a la estrategia de comunicación de María Fernanda Cabal para entender que, cuando da declaraciones polémicas, la parlamentaria tiene una enorme habilidad para imponer su narrativa. Esta no es la primera vez que Cabal está en el ojo del huracán por cuenta de una charla subida de tono. La parlamentaria ha impuesto su sello de una mujer que dice lo que piensa y que se expresa sin pelos en la lengua. Y es justamente esa actitud, la de ratificar sus posturas, por polémicas que resulten, la que ha hecho de Cabal una de las operadoras políticas más hábiles de la cancha.

Quienes votan por María Fernanda no quieren verla haciéndole venias al Gobierno por cuestiones de solidaridad partidista. Todo lo contrario. Esa base de adeptos de Cabal se ubica más en el ala radical del uribismo que no comulga con las directrices del presidente Duque. A sus seguidores parece seducirlos más la mano firme que el corazón grande. Por eso el audio en el que la senadora se refiere al primer mandatario como “un mamerto” y un “liberal de izquierda”, probablemente la va a favorecer en las urnas. El uribismo de hoy ya no es la fuerza política cohesionada y obediente que fue hasta hace poco. Ahora existen dos grandes corrientes que, con las elecciones cada vez más cerca, empiezan a chocarse con más y más fuerza. Si bien todos son uribistas, no todos son duquistas. Esa tensión, que al comenzar el Gobierno se mantuvo debajo del tapete, a micrófono apagado, hoy sale a relucir ante los ojos del público. 

Al cierre de la edición del domingo Cambio buscó a los mencionados en la llamada para incluir sus reacciones en el artículo. El único que dio una respuesta fue Luis Guillermo Echeverry, a quien Cabal califica como “el hijo vago” de Fabio Echeverri Correa. Luigi, entre risas, le bajó el tono a lo dicho por la senadora y afirmó que “eso viniendo de esa señora es una elogio”. Sin embargo, la polvareda que se levantó en el país político cuando Cambio publicó el audio de la llamada hizo que el silencio dejara de ser una opción. 

El más prudente, como era de esperarse, fue el presidente de la república. Cuando al mandatario le preguntaron qué opinaba de las palabras de alto calibre que la senadora usó para referirse a él y a su gobierno, respondió con una frase en latín: de mininis non curat praetor, que en español traduce "de los asuntos intrascendentes no se ocupa el magistrado”. Palabras más, palabras menos, Iván Duque no quiso entrar a polemizar con una parlamentaria. 

En diálogo con W Radio, el representante a la Cámara Gabriel Vallejo dijo que no compartía la posición de su copartidaria ni las palabras soeces que usó para referirse a sus colegas: “No las comparto y creo que no es el lenguaje de un senador de la república, de un líder político, porque al final uno termina incidiendo en los ciudadanos así sea en conversaciones privadas”, señaló el congresista. El senador Roy Barreras, hoy miembro del Pacto Histórico, calificó las palabras de la senadora como graves ya que “evidencian la politización de las Fuerzas Armadas”. “Ella pronostica que se irá para la m… No es necesario que se vaya tan lejos… con ir a la JEP (Justicia Especial para la Paz) bastaría”. 

Mientras tanto, Gustavo Gómez, director de 6 AM de Caracol Radio, empezó su entrevista de la mañana con la siguiente frase: “A María Fernanda Cabal no hay que interceptarla, basta con marcarle y uno la oye y dice lo mismo… o no doctora María Fernanda”. “¿Se imagina que a usted lo chuzaran peleando con su mujer?”, le contestó Cabal. La actitud de la legisladora, luego de que Cambio publicara el audio de su pintoresca llamada, es el retrato perfecto de su modus operandi electoral. Cabal no es el tipo de política que, cuando pasen estas cosas, salga a pedir perdón o a agachar la cabeza. Su juego va por otro lado. María Fernanda, muy fiel a su estilo, salió a poner el pecho y afirmó que no se arrepiente de nada de lo que dijo: “Por lo que dije no me arrepiento, nunca me arrepiento de lo que digo, de pronto las palabras salidas de tono son palabras que uno dice cuando está en una conversación privada”. A renglón seguido, ante las preguntas de sus seguidores por el vocabulario empleado, Cabal respondió desde sus redes sociales en vivo que ella pecaba por esa imprudencia: “A veces creo que me estoy pareciendo al ingeniero (Rodolfo Hernández) en el vocabulario, inevitable esa emotividad con usar palabras groseras”, enfatizó.

Esta semana, más que nunca, las fisuras del Centro Democrático llegaron al centro de la conversación pública. El divorcio entre las dos vertientes de la dirigencia del partido es innegable. Sin embargo, con la publicación del audio, María Fernanda Cabal y su base no se divorciaron. Lo que hay es luna de miel…