Chat GPT y la inteligencia artificial: un reto pedagógico para la educación

Chat GPT y la inteligencia artificial: un reto pedagógico para la educación

Crédito: Universidad de La Salle

Diana Lancheros, ingeniera y docente investigadora de la Universidad de La Salle, habla de la revolucionaria inteligencia artificial denominada Chat GPT y el reto que representa para el sector educativo.

Por: Contenido especial

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El popular Chat GPT es una plataforma computacional de inteligencia artificial que salió al aire en noviembre de 2022 y desde entonces ha sido una revolución tecnológica. Esta aplicación fue desarrollada por la empresa OpenAI, y según Diana Lancheros, directora de Ingeniería de Software, “este chat tiene la capacidad de entender preguntas en cualquier idioma y también darnos respuestas a esas preguntas dentro de lo que sea posible. Esto se hace gracias a algoritmos de aprendizaje profundo que, en combinación con las preferencias de los seres humanos, han sido entrenados para poder dar respuesta a diferentes inquietudes”

La aplicación desarrollada por la compañía del líder tecnológico Elon Musk lleva ejecutándose desde hace 6 años aproximadamente capturando información de internet y la misma que los creadores del software le han brindado.

Su versión beta se abrió al público hace varios meses, pero se presenta como una revolución ya que, “en solamente cinco días ellos alcanzaron a inscribir tantos usuarios como tiene hoy en día Netflix o TikTok. Entonces, esto ha producido que se masifique la plataforma y llegue a más audiencia y siga captando información. Sin embargo, este escenario requiere de un marco ético que evite amenazas en el uso de este tipo de inteligencias y también representa retos en sectores como el educativo, entre otros. 

Al referirse al componente ético, la docente Lancheros hace referencia a que se deben mantener los marcos éticos que ya existen de forma internacional y nacional para regular el uso de este tipo de programas estableciendo y manteniendo los límites que corresponden al solicitar información, por ejemplo, en el caso de Chat GPT “tú no le puedes preguntar a la inteligencia artificial sobre una persona como tal, porque ya estás infringiendo temas de Habeas Data, la información que la aplicación compone tú la pasas por la plataforma Turnitin  y aparece sin plagio, es decir, que no invade aspectos éticos de privacidad de información. Entonces, mientras las empresas que desarrollan estas inteligencias artificiales tengan un marco ético legal no van a haber riesgos que signifiquen peligro, o afecten algún grupo social.

Sumado a esto, la investigadora resalta que siempre existirán riesgos y más por una inteligencia artificial entrenada y creada por todo lo que el hombre ha hecho en la web o en internet, y pues si el hombre está sesgado, la inteligencia artificial va a estar sesgada. Pero bueno, eso solo lo sabremos a medida que va pasando el tiempo y por eso es muy importante tener en cuenta la ética en todo este tema”.

Por otra parte, Lancheros considera que el reto más grande se encuentra en el campo educativo pues los estudiantes tienen total libertad de consultar y crear nuevos textos en la aplicación. 

Lo anterior dificulta el papel del docente quien no logra determinar si el autor original es el estudiante o la plataforma, pero aquí es donde está precisamente el reto pues el “profesor ahora va a tener que ser más creativo, deberá buscar la sustentación del estudiante en el aula de clase, incluso usar la inteligencia artificial para que se compruebe qué es lo que le está escribiendo la persona y lo que salió de la inteligencia artificial, para que debata sobre esa información y sea crítico, señala Lancheros. 

Otro de los retos que pueden encontrarse se relacionan con el desempeño profesional de algunas carreras que pueden verse impactadas por el uso de inteligencias artificiales, como Chat GPT, que se encargan de generar contenido, piezas gráficas, voces, opiniones, entre otros. Ante esto, la investigadora lasallista resalta que no creo que vayan a desaparecer carreras, pero sí que van a cambiar; necesitamos es capacitar, que los profesionales sepan qué es inteligencia artificial y cuál es su alcance.

Finalmente, esta herramienta no debe verse como algo malo, sino como una oportunidad para cambiar la forma de enseñanza pues, “el profesor ahora va a tener que ser más ingenioso, hacer que el estudiante sea más crítico; yo digo que estas herramientas nos ayudan es a pensar un poco más y a ver el porqué de las cosas”, destaca Lancheros.
 

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