En el encierro afloran las bajas pasiones

Inventario es una película de ficción de una hora 40 minutos de duración, donde siete personajes representan diferentes arquetipos universales de conductas que, son el reflejo de la condición humana. Es así como estos amigos que se reúnen para pasar un agradable fin se semana terminan envueltos en una crisis que, además, acarreará una tragedia que los llevará a una situación límite.

La película se estrena en salas de todo el país el próximo 18 de abril. Su director es Mauricio Cataño y los protagonistas son Claudio Cataño, Luigi Aicardi, Luis Fernando Bohórquez, Rashed Stefenn, Aroha Hafez, Allyson Gómez e Irene Antonucci.

En el cine y la literatura existen ejemplos muy conocidos en los que un grupo de personas, en un espacio cerrado, terminan desnudando sus verdades ocultas. Ejemplos de ellos son películas como La cuerda de Alfred Hitchcock, El ocaso de los dioses y Retrato de familia (ambas de Luchino Visconti) y Celebración de Thomas Vinterberg.

En Inventario un grupo de amigos se encierran en la casa de uno de ellos, contraviniendo la orden de evitar reuniones pues acababa de comenzar el confinamiento en Bogotá a raíz de la epidemia del covid-19. Como señala Cataño, “es un psicodrama donde se reúnen siete personajes viviendo una farsa trágica, donde paso a paso se van mostrando sus verdaderas personalidades. La trama muestra las distintas facetas de comportamiento humano: el mentiroso, el traidor, el tramposo, el que solo le importa el sexo, el dependiente, el soñador, el frustrado, el envidioso, así como sentimientos paralelos: el amor, la amistad, la compasión, entre otros. Todo enmarcado en un destino insólito y trágico que se va evidenciando a lo largo de la historia”.
Al comienzo todo parece indicar que las cosas saldrán muy bien. Tienen licor y comida en cantidades industriales. Pero pronto empiezan a aflorar las grietas y, de manera progresiva, los espectadores se dan cuenta de que existen serias divergencias entre ellos. Los modales y las normas de convivencia arrancan a darle paso a enfrentamientos en los que se descubre que esa amistad y camaradería se sustenta en cimientos muy frágiles. Para completar, un suceso inesperado los pone contra las cuerdas.

Cataño, quien escribió la historia, señala que Inventario no fue una idea que surgió como consecuencia del confinamiento de 2020 sino que estaba gestada desde hace algunos años y tenía otro título. La idea original era que el grupo de personas quedaban atrapadas en un burdel. “En esa dos noches que transcurrían ahí pasaba básicamente lo mismo que sucede en Inventario, que es correr la cortina del alma de cada uno de ellos para que finalmente terminaran pelando el cobre.

Cataño, quien dice que no hace cine colombiano sino cine humano, considera que “todas las personas poseemos unos rasgos de claroscuro rembrandtianos. Tenemos luces y sombras. En situaciones que se asemejan a las condiciones de una olla a presión finalmente todos estallan y revelan la verdadera esencia de nuestras almas”.

Pero no sólo cambian los personajes. También cambia el tono de la casa. “La luz es un personaje más, como la casa misma. Es un personaje importantísimo dentro de este trabajo. La película empieza con un día de sol esplendoroso y se va oscureciendo. Aparece un enrarecimiento de la atmósfera hacia los azules, los amarillos, hacia colores que empiezan a volverse claustrofóbicos y a volver más hermética la historia”, dice Cataño.
Él tuvo clara esa intención desde el comienzo del proyecto. “Fui muy cuidadoso en eso puesto que yo también me desempeño desde hace muchísimos años como director de fotografía”. Ese trabajo lo hice en compañía de Juan José Díaz, hijo del actor y director Robinson Díaz.

Otra consideración que debieron estudiar fue trabajar en un espacio cerrado. “Eso plantea retos a nivel de encuadres. Tratar de no ser monótono en la propuesta estética de la película. Fue un reto intentar no repetir ningún tipo de encuadre dentro de la hora y 40 que dura la película”, señala. Y agrega que Inventario podría ser incluso una buena obra de teatro sin la necesidad de la destreza cinematográfica.

Desde hace más de 40 años Cataño ha sido director de cine y de fotografía cinematográfica en Colombia y otros países como Francia, Brasil, Ecuador y Venezuela, así como profesor en diversas instituciones educativas. Comenzó su carrera en 1979 como director de cámaras del programa Arte y Parte. A partir de ese momento empezó a realizar documentales sobre pintores colombianos. Algunos de ellos fueron Momentos Obregón, Imágenes Manzur y Signos para un espacio urbano (sobre Manuel Hernández), y otros más sobre Pedro Nel Gómez, Édgar Negret y Armando Villegas. En total ha dirigido más de 60 documentales sobre artistas plásticos, que hacen parte del material de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.

“En todas las películas que yo he hecho siempre ha habido un compromiso muy importante con el tema de la humanidad”. Agrega que esta película es una apuesta para hacer un tipo de cine diferente al que caracteriza a Colombia.“Esta es una apuesta a un cine absolutamente diferente, lejos de lo que tradicionalmente se está haciendo en Colombia, que es la historia mil veces contada de lo mismo; la mafia, la porno miseria, básicamente esperando la complacencia de un público y de unos jurados europeos. Pareciera que esos temas son los únicos que se pueden proponer. En nuestro país existen muchas historias distintas”.

Ficha Técnica:
Guion y dirección: Mauricio Cataño Panesso
Dirección de fotografía: Mauricio Cataño Panesso y Juan José Díaz
Producción y dirección de arte: Mirna Mitrani
Asesor de dirección: Luis Enrique Osorio
Cámara: Juan José Díaz
Sonido: Sebastián Martínez
Música: Adrian Alemañy
Elenco:
Claudio Cataño es Borrás
Luigi Aicardy es Joaquín
Luis Fernando Bohórquez es Enzo
Rashed Estefenn es Felipe
Aroha Hafez es Helena
Irene Antonucci es Catalina
Alisson Gómez es Violeta
Formato de Rodaje.4k.digital
Duración 143 minutos
Fecha de Rodaje diciembre 2023
En salas de cines a partir del 18 de abril 2024