Giovanni Parra, el músico que volvió colombiano al bandoneón
3 Marzo 2024

Giovanni Parra, el músico que volvió colombiano al bandoneón

Giovanni Parra.

Educado en Buenos Aires con varios de los grandes maestros del bandoneón, Giovanni Parra decidió desarrollar su carrera en Colombia. Desde 2011 dirige el Quinteto Leopoldo Federico, que ha grabado cinco álbumes, cuatro de ellos nominados a los premios Grammy Latinos. Trabaja y se presenta como solista con músicos clásicos y populares. Además, es profesor de bandoneón. Este miércoles el quinteto ofrece un concierto gratuito en el Teatro Leonardus del Colegio Italiano Leonardo da Vinci.

Por: Eduardo Arias

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En los últimos años cada vez se hace más familiar para los amigos de la música -y del cine, la danza y el teatro- el nombre del Quinteto Leopoldo Federico. (Federico es considerado como uno de los grandes bandoneonistas de la historia(. Y al frente del quinteto está Giovanni Parra, un bandoneonista bogotano que se formó en Argentina luego de haber estudiado acordeón en la Universidad Pedagógica Nacional con el maerstro Lácides Romero.. El próximo 6 de marzo, a las siete de la noche, el quinteto se presentará en el en el Auditorio Leonardus del Colegio Italiano Leonardo da Vinci, un evento organizado por la Sociedad Dante Alighieri. El quinteto también se presentará este año, entre muchos otros lugares, en el Teatro Mayor y junto con el cuarteto Q-Arte en el Festival de Tango del Teatro Colsubsidio.
Además de su trabajo con el quinteto, Parra ha desarrollado en Colombia una muy activa carrera como solista. En la parte clásica ha tocado con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. Con la primera ha tocado extractos de obras donde hay un bandoneón. Hizo dos conciertos grandes con la Sinfónica. En uno tocó la Suite Punta del Este, de Astor Piazzolla, una obra para orquesta de cuerdas y maderas. En 2022 volvió con la Sinfónica Nacional de Colombia en un concierto denominado Noche de tango y jazz.
En el campo de la música popular ha tocado con muchos artistas. Por ejemplo, con Aterciopelados tocó bandoneón en una nueva versión de Maligno que hicieron hace seis años. También ha acompañado a cantantes como Marta Gómez, Laura Mayolo, Natalia Bedoya, Lucio Feuillet y también ha participado con su música en producciones de teatro, cine y televisión. Además, como solista ha viajado cuatro veces a Estados Unidos donde, entre otras, tocó los Five tango sensations, una obra para bandoneón y cuarteto de cuerdas que Astor Piazzolla compuso para el Kronos Quartet.
Ha tocado en festivales de tango y también en eventos familiares en que lo contratan. “Mi amigo Roberto Aroldi siempre me dice que el más joven al que le tocamos es de 80 años. Lo dice en chiste pero a mí me ha pasado dos veces al menos que me habían contratado para tocar en un cumpleaños y luego me llamaron para cancelar el evento porque el señor se murió”.
Giovanni Parra nació en 1983 y descubrió la música desde niño, pero no por haberse criado en un ambiente familiar musical sino por haber estudiado en el colegio Nuestra Señora de Fátima, donde dictaban bachillerato musical. En décimo y undécimo grado empezó a aprender el acordeón a piano, que no es el acordeón que se utiliza en el vallenato sino el que se usa en aires como el vals mussette, la tarantella  y la polka, así como en el repertorio clásico. Por recomendación de Hernando Cotrino, su profesor, en 2002 continuó sus estudios de música en la Universidad Pedagógica. Él fue quien le hizo tomar la decisión de estudiar música y quien encaminó su carrera. Gracias al acordeón supo de la existencia del bandoneón, pero al comienzo no le llamó la atención ya que no le gustaba mucho en tango que se oía en Colombia. Entonces, en una visita al almacén Tower Records descubrió la música de Astor Piazzolla. Eso me me cambió la cabeza. Me apasioné, me hice hincha furibundo de su música, de su historia, de su vida”. Como conseguir un bandoneón en Bogotá es poco menos que imposible, Parra empezó a tocar la música de Piazzolla en acordeón en un cuarteto integrado por él, dos profesores y un compañero estudiante. Vio un bandoneón por primera vez en La Esquina del Tango, un local en la calle 59 con carrera Séptima de propiedad de Roberto Aroldi y Saúl Valenti, quien casi al conocerlo le ofreció un bandoneón para la venta. “A la semana lo estaba comprando. Era un instrumento muy dañado, no estaba bien para tocarlo pero era lo que había”.

Giovanni Parra
Giovanni Parra.


Empezó a estudiarlo hacia el año 2003 y a finales de 2004 vino a Bogotá el maestro Daniel Binelli, un intérprete muy conocido de Piazzola en el mundo. Lo vio tocar en el Auditorio Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano  con la Filarmónica el Concierto para bandoneón de Piazzolla. Después del intermedio acudió al camerino con un CD del concierto de Piazzolla que Binelli tocó con la Orquesta Estable del Teatro Colón. “Me lo firmó, le dije que yo tenía un bandoneón, entonces me citó al otro día y me dijo que si quería aprender bandoneón tenía que ir a Argentina”.
Después de graduarse de la Universidad Pedagógica y de presentar conciertos para financiar su viaje, en febrero de 2007 se fue a Buenos Aires. Pensaba quedarse cinco o seis meses pero permaneció allá cuatro años y medio. Empezó a estudiar en la Escuela de Música de Avellaneda pero pronto la cerraron. Sin embargo, un bandoneonista que tocaba en la calle en el barrio San Telmo le aconsejó estudiar en Sadaic (Sociedad Argentina de de Autores y Compositores, la entidad encargada de administrar los derechos de los autores y compositores por la utilización de las obras musicales de su creación). Las clases eran gratuitas y personalizadas, y nada menos que con el maestro Néstor Marconi, uno de los más grandes intérpretes de la historia del bandoneón. Paralelamente estudió con el maestro Marcos Madrigal, que tenía entonces 92 años, también con Horacio Romo, el director del Sexteto Mayor, y con Federico Pereiro. “Desde que llegué me puse la meta de entrar a la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarse. Yo entré en la novena promoción y tuve la fortuna de estar con el gran Leopoldo Federico. Tuvimos un solo ensayo, una sola presentación. El maestro lloraba agradecido con los músicos jóvenes por estar tocando tango”.
Esto le cambió el panorama y decidió volver a Colombia. “Tenía mucho más por hacer en Argentina pero yo ya estaba sobre los 28 años y quería que mi proyecto de vida se desarrollara en Colombia”. Formó un quinteto como el de Piazzolla: bandoneón, guitarra eléctrica, violín, piano y contrabajo. “Como yo quedé tan impresionado con el maestro Leopoldo Federico lo llamé para que me autorizara ponerle su nombre a mi agrupación. Él me dijo que no se merecía ese honor”. Pero al final aceptó y así, en 2011, nació el Quinteto Leopoldo Federico. Él en el bandoneón, Alberto Tamayo en el piano, Miguel Ángel Guevara en el violín, Kike Harker en el contrabajo y Francisco Avellaneda en la guitarra eléctrica. Esa fue la formación original. En la actualidad Daniel Plazas toca el violín y Andrés Almanza el contrabajo.

Quinteto Leopoldo Federico
Quinteto Leopoldo Federico. De izquierda a derecha: Andrés Almanza, Daniel Plazas, Giovanni Parra, Alberto Tamayo y Francisco Avellaneda.


Como director y productor de la agrupación Parra ha buscado siempre que sea un grupo de cámara, no un solista con unos músicos de acompañamiento. Que todos los instrumentos tengan momentos en que se destacan. Él pone el concepto y toma las decisiones acerca de qué hacer y cómo hacerlo.
Entre conciertos y giras el quinteto ha desarrollado una carrera discográfica notable y ya han grabado cinco álbumes. El primero se tituló Bogotá Buenos Aires, en el que se oyen cinco tangos, una guabina, un pasillo y un bambuco. Se lanzó en 2015. Parra lo compartió con amigos en Buenos Aires y lo que más llamó la atención fueron las tres obras colombianas. Escuchaban una sonoridad muy familiar para ellos pero con una música que no les era familiar. “Y por este lado los colombianos escuchaban una música familiar con una sonoridad que no lo es. Entonces esto va atrapando los dos mundos”.
En Pa’ qué más, el segundo, solo interpretaron obras de autores colombianos. Algunos clásicos, como La cucharita, Brisas del Pamplonita y el Bambuco en sí menor de Adolfo Mejía, y piezas de autores contemporáneos como Germán Darío Pérez, Lucas  Saboya, María Isabel Saavedra y Carlos Guzmán. Ambos fueron nominados a los Grammy Latinos y los grabaron en la Florida Atlantic University, en Boca Ratón, con la co-producción de Alejandro Sánchez Samper.
Luego llegó Quinteto con voz, de 2020, que se grabó en el Teatro Colsubsidio en septiembre de 2019. Fueron dos días de grabación y uno de concierto y Parra piensa que en este proyecto de disco y concierto gran parte de las voces que participaron le retribuyeron que él antes los hubiera acompañado con su bandoneón. “Me metí en un gran problema porque todos me dijeron que sí”. El disco, también nominado a los premios Latin Grammy en 2020, se grabó en el Teatro Colsubsidio. El material de ese concierto se consigue en YouTube.
El cuarto álbum se titula La música andina colombiana de Terig Tucci y fue el resultado de una alianza del quinteto con el Teatro Mayor, en el cual interpretaron obras andinas colombianas escritas por un autor argentino. A raíz de ese homenaje nació El trébol agorero, un homenaje al maestro Luis Antonio Calvo con versiones de Fernando León, que se publicó el año pasado, también nominado a los premios Grammy Latinos. En estos cinco discos él ha sido el productor ejecutivo. Dicho en plata blanca, él los ha financiado de su bolsillo y no le han reportado ningún beneficio económico. Han ido más bien a pérdida. “Yo pago los discos, me quiebro, recupero. Me vuelvo a quebrar y vuelvo a meter la cabeza en el siguiente disco”. De todas maneras las grabaciones le han permitido al quinteto recibir invitaciones a festivales y a concursos, lo que le ha permitido mantener el proyecto del quinteto.
Parra, a pesar de haber ido muchas veces contra la corriente, ha logrado que el quinteto tenga una voz propia. Cuando armó el quinteto él tomó la decisión de hacer la música que quería y no la que le tocara hacer. “Yo toco La cumparsita, Caminito. Mano a mano, Volver pero el quinteto no lo quiero para eso. Como me dijo Hugo Diéguez, un amigo argentino que murió hace dos años cuando le mostré el álbum Bogotá Buenos Aires: 'Che, boludo con eso te vas a morir de hambre'. En efecto, como él señala, es un peligro, como en todas las apuestas culturales. Es un peligro porque de pronto no me contratan”. De todas maneras reflexiona: “Ya que no voy a hacerme rico con esto por lo menos tengo que darme gusto a mí”. De todas maneras su trabajo y el del quinteto han encontrado muy buena recepción. Especialmente el año pasado, que pudo concretar muchos conciertos. “Llegué a lugares donde jóvenes que conocen el primer disco me mencionaron temas, opinaban sobre los arreglos, que del concierto de Colsubsidio habían visto todos los vídeos. Ese es para mí el mejor pago”. Él subió a Facebook un vídeo del bambuco El republicano que ha tenido 150.000 vistas sin pagar publicidad. “Eso es algo tangible. Yo puedo ver que sí hay un público y la mayoría de los comentarios son espectaculares. Un porcentaje muy pequeño dice que no suena colombiano porque le falta tiple y yo digo. Bueno. Luis A. Calvo grabó todas esas obras sin tiple. ¿Entonces Calvo no era colombiano?”.
El quinteto también ha realizado giras por España y Francia. Este año irá de gira por Estados Unidos de finales de septiembre a comienzos de octubre. Tiene todos estos meses para conseguir los recursos y llevar partituras para compartirlas con los estudiantes y tocar con algún grupo de esas universidades.
Ese camino recorrido ha ubicado al quinteto en el mundo como el quinteto de Colombia, el quinteto de Giovanni. “Me conocen afuera, en Argentina, en Estados Unidos. No sé si les gusta o no pero escuchan una cosa distinta. ‘Estos colombianos dicen algo desde su país distinto a lo que dice otro grupo en México, en Estados Unidos, porque todos los grupos de tango hacen tango. 'Yo hago tango pero miren, esto se puede hacer en Colombia con esos mismos instrumentos. Esto es lo que pasa en mi país’. Y por eso me devuelvo al comienzo para terminar diciendo. ¿Quién me influenció y me influencia para hacer esto? Ástor Piazzolla”.

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