Seguridad jurídica para las empresas, el consejo que dejó Lula da Silva a Petro luego de su visita a Colombia

El gobierno de Gustavo Petro ha buscado varios aliados en la región para impulsar sus políticas y Brasil, el gigante sudamericano, ha sido una de ellos, por la similitud ideológica entre los dos gobiernos de turno y algunos propósitos comunes como la protección de la Amazonia. Por ello, la semana pasada el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó el país. Lula acompañó al presidente Gustavo Petro en varios eventos y reuniones, y también en la inauguración de la Feria del Libro, cuyo invitado este año es Brasil. 

Los gobiernos de ambos países, que comparten 1.644 kilómetros de frontera, también firmaron siete instrumentos de cooperación bilateral en temas como la lucha contra el hambre, agricultura familiar, trata de personas, turismo, migración y tecnologías de la información y comunicaciones (TIC). 

Durante el Foro Empresarial Colombia–Brasil, Lula hizo un llamado para que Colombia y Brasil trabajen juntos para que los sectores público y privado “vayan de la mano”, y que esto permita que las economías de los dos países y de la región crezcan y mejore la vida de las personas. 

“Estamos plenamente comprometidos con un proyecto de desarrollo que garantizará un futuro más próspero. Tenemos que asumir la responsabilidad de definir qué Sudamérica queremos, qué país queremos ser y qué política de integración queremos”, dijo Lula. 

El presidente de Brasil, quien se refirió a Petro como “compañero”, reiteró en la importancia de trabajar juntos como la única manera de tener industrias más competitivas para lograr un mayor crecimiento económico que permitan políticas de distribución de ingresos, más inversiones a nivel social y generar más empleo. 

“Vine para plantearnos un reto que depende de usted y de mí”, le dijo Lula a Petro: “Necesitamos construir una alianza estratégica entre Brasil y Colombia. Nuestra burocracia tiene que centrarse en la mesa para identificar todas las trabas que estorban, por qué es tan difícil exportar. Tenemos que descubrir dónde están las trabas, acaso será el miedo político o los empresarios que no quieren que se exporte café o automóviles a Colombia, o lo contrario. No podemos imaginarnos que vamos a terminar nuestro mandato con los países con el mismo tamaño con que asumimos”, dijo. 

Brasil es el tercer socio comercial de Colombia. El comercio bilateral alcanzó los 6.100 millones de dólares en 2023: el total de exportaciones colombianas hacia ese país fueron de 2.300 millones de dólares, mientras que las importaciones brasileñas sumaron 3.800 millones de dólares. Según cifras oficiales, hay más de 70 empresas brasileñas instaladas en Colombia.

Lula hizo un llamado a que las dos naciones piensen en maneras de crecer de manera conjunta. Habló de cómo, si las economías crecen, se les podrá repartir un poco más a los trabajadores, que son “quienes hacen que el empresario se enriquezca”, y aseguró que entre más grandes sean las economías latinoamericanas más fuertes serán y recibirán “más respeto” de otras naciones como Estados Unidos, la Unión Europea, China y Rusia. 

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“¿Qué esperan los empresarios en un gran acuerdo entre Brasil y Colombia? Primero, garantizar algo que es sagrado en su vida personal y nuestra vida colectiva: estabilidad jurídica para que lo que se haga no vaya a referencia problemas; segundo, las personas quieren estabilidad fiscal y que todo suceda sin que a nadie se le ocurra hacer una locura a medianoche, quieren saber qué va a pasar; en tercer lugar, quieren estabilidad económica, algo sumamente importante; y la estabilidad social, sin eso no logremos hacer más cosas”, dijo Lula. 

Este último mensaje caló entre varios expertos, quienes destacaron la narrativa del presidente brasileño. 

El mensaje que dejó Lula 

“El mensaje más importante para mí es que, así sea un gobierno de izquierda, uno no puede dejar a un lado la inversión o el crecimiento privado, no se puede dejar de apoyar al sector ni a los empresarios. El presidente Lula fue muy muy claro”, aseguró a CAMBIO Armando Montenegro, exdirector del Departamento Nacional de Planeación (DNP). 

Según Montenegro, el lenguaje de Lula deja un mensaje que algunos han calificado como “neoliberal”, por referirse a temas como la estabilidad jurídica, tributaria y económica, y por enfatizar en que es necesario que los gobiernos estabilicen estas condiciones para impulsar proyectos. 

El exdirector del DNP mencionó también que, aunque no lo dijo el presidente Lula propiamente, sus ministros brasileños hablaron durante el espacio también de la importancia de las alianzas público privadas (APP), y de cómo en Brasil, por ejemplo, se está usando esta figura para el desarrollo de concesiones y proyectos que requieren de capital público y capital privado. 

“Él reconoce que es progresista, pero no puede dejar de lado el crecimiento o no nos van a respetar otras economías. Me pareció contrario al discurso de Petro, que habla negativamente sobre el sector privado”, opinó Montenegro, quien calificó a Lula como un presidente de izquierda pero “mucho más moderno” y más parecido a los “izquierdistas” de Europa. 

El también exdirector de Planeación Nacional, Jorge Iván González, coincidió con la opinión de Montenegro. “[Lula] tiene razón. Las decisiones que se tomen en Colombia en materia de política económica deberían tranquilizar a los inversionistas”, dijo a este medio González, quien fue estuvo al frente del DNP desde el inicio del gobierno hasta el 1 de febrero de este año.  

María Claudia Lacouture, exministra de Comercio, Industria y Turismo y actual presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, destacó la importancia de la estabilidad en la política macroeconómica, jurídica y fiscal y contar con un diálogo constante entre el sector público y privado “para construir sobre lo construido”. 

Según Lacouture, el desarrollo económico de un país se consolida mediante esa articulación en la que los principales beneficiados son los ciudadanos al contar con una economía sólida, empleo e ingresos sostenibles para luchar contra la pobreza.

“Definitivamente, no hay nada más importante para lograr fomentar la inversión que la certidumbre a través de reglas claras para poder desarrollar estrategias a largo plazo, por eso la estabilidad jurídica, fiscal y económica son sagradas, como menciona el presidente Lula”, dijo.